La Esfera



Género:   MILLENIUM /  
Título:   Ulises
Autor:   James Joyce
Editorial:   . .
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Ulises. James Joyce / 1922 / Epopeya moderna / Irlanda

Relato de los acontecimientos vividos por Leopold Bloom y Stephen Dedalus en el transcurso de un día de vagabundeo en Dublín.

EDUARDO CHAMORRO

Para James Joyce la literatura tenía mucho más que ver con la verdad que con el artificio aunque, desde su punto de vista, la verdad tuviera mucho más en común con el artificio que con la literatura. Así las cosas, la literatura podía llegar al artificio no por amor o inclinación natural al artificio, sino mediante su pasión por la verdad.

Y James Joyce era un apasionado de la verdad. En ese sentido padecía una pasión tan enfermiza como Dios, que es un apasionado de la Verdad porque la Verdad es El. Y nada tan enfermizo como el pez que se muerde la cola, símbolo del infinito, con lo que volvemos a lo mismo.

Una de las razones del artificio, quizá la primordial, es su capacidad para parecer verdad, para sugerir como auténtico algo que no es otra cosa que artificio. El artificio también padece una pasión enfermiza por la verdad.

James Joyce buscó siempre la descripción más auténtica de una verdad enfermiza y coherente consigo misma hasta el punto de que cabría considerar a la enfermedad como la clave de la verdadera coherencia de la vida.

Joyce hizo algunos estudios de medicina y la medicina es uno de los fundamentos de su Ulises, aunque esto no sea mucho decir. En realidad, lo más precisamente recatado que se puede decir de Ulises es que se trata del libro de los mil y un fundamentos, y no sólo porque sus fundamentos vayan de las Mil y Una Noches a la Biblia, sino porque, fundamentalmente, su pretensión no es otra que la de indagar los fundamentos conscientes e inconscientes de la vida, y no de la vida en su aspecto más suntuoso y epopéyico, sino en sus facetas más vulgares, aquellas en las que lo trágico del hombre y de la mujer destella con su brillo más fangoso y desolado.

Ahora sabemos que la verdad de la vida está grabada o impresa, sin que quepa prácticamente vuelta de hoja, en eso que conocemos y nos imaginamos como el código genético, el artificio básico de la vida. Tan grabada está la vida en semejante artificio que la verdad y la mentira son constrastes especulativos para el consuelo de algunos espíritus sensibles y desocupados. Joyce ignoraba eso que conocemos. Pero sabía o intuía con precisión genial que la vida está grabada en el destino de un día cualquiera y en la errancia de un vagabundo cornudo a solas con sus gustos y desdichas y, a lo largo de ese día pasajero: el 14 de junio de 1904 en el que Ulises plantea toda la eternidad de un Don Nadie.

     

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