Paco Rabal y el poeta Rafael
Alberti en el Palacio de la Moncloa, donde asistieron
a la comida ofrecida a Gorbachov en su visita
a Madrid, el 27 de octubre de 1990. (EFE)
A
raíz de sus creaciones en diversas series de televisión,
en especial 'Juncal' (1988) y 'Una gloria nacional' (1992),
su popularidad desbordaba. A pesar de su avanzada edad,
Rabal siguió trabajando en el cine :'Así
en el cielo como en la tierra' (1995), de José
Luis Cuerda; 'El palomo cojo' (1995), de Jaime de Armiñán;
'Air-bag' (1997), de Juanma Bajo Ulloa; 'Pajarico' (1997),
de Carlos Saura; 'Pequeños milagros' (1997), de
Eliseo Subiela; 'El evangelio de las maravillas' (1998),
de Arturo Ripstein; 'Goya en Burdeos' (1999), de Carlos
Saura, por la que consiguió el Goya a la Mejor
Interpretación Masculina; 'Lázaro de Tormes'
(2000), de José Luis García Sánchez;
o ' Divertimento' (2000), de José García
Hernández.
Un hombre de convicciones
Entre la larga serie de premio recibidos, figura el Premio
Nacional de Cinematografía (1984). En 1992 se le
otorga la Medalla de Oro de Bellas Artes y, al año
siguiente, la Medalla de Oro de la Academia de Cine, y
en 2000 le concedieron la Medalla de Oro al Mérito
del Trabajo. En 1995 la Universidad de Murcia le hizo
Doctor Honoris Causa.
Rabal, que
según sus propias palabras llevaba 55 años
escribiendo "sus cosillas", publicó en
1994 el libro 'Mis versos y mi copla' y más tarde,
con la colaboración del escritor Agustín
Cerezales, su biografía 'Si yo te contara'.
El padre de la cantante Teresa Rabal y del director Benito
Rabal, y abuelo del también actor Liberto Rabal,
ofreció en varias ciudades españolas, junto
a su mujer Asunción Balaguer, el recital poético
'Queridos poetas...', en el que recordó a muchos
de los grandes escritores en español y en catalán
del siglo pasado para recaudar fondos para la Casa del
Actor.
Su última aparición pública tuvo
lugar hace unos días en Montreal, donde recibió
un homenaje en el marco de la XXV edición del Festival
de Films du Monde de Montreal; en el mes de septiembre,
el Festival de Cine Internacional de San Sebastián,
en su 49 edición, tenía previsto entregarle
el Premio Donostia en reconocimiento a toda su carrera.