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Prólogo de Juan Antonio Cebrián
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La cima del cine espectacular
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Las 'timbas' de Sophia Loren
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De Hollywood a Las Rozas y de Madrid a Roma
A finales de los 50 el productor norteamericano Samuel
Bronston consiguió que diversas compañías
participasen en la financiación de una serie
de superproducciones a rodar en España y que
serían distribuidas mundialmente. La caída
del imperio romano fue una de las más afamadas.
Contó con un director excelente, Anthony Mann,
y un reparto en el que figuraban Stephen Boyd (en la
foto), James Mason, Alec Guinnes y una espléndida
Sofía Loren.
La película es uno de los mejores ejemplos del
llamado cineóespectáculo, con llamativas
escenas de acción y acertados y grandiosos decorados.
Se trata de los títulos esenciales del subgénero
de romanos, junto a filmes como BenóHur, Espartaco
o Cleopatra. La caída del imperio romano a diferencia
de la mayor parte de películas que se refieren
al tema, no se contenta con la espectacularidad de sus
secuencias y se adentra en la personalidad de los personajes
que conforman la decadencia de la Roma imperial. / E.
M.
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