El
patriotismo estadounidense llevado a su últimas
consecuencias, con un Mel Gibson que tiene un papel
hecho a su medida. Dos son los aspectos que más
destacan en esta película dirigida por Roland
Emmerich (en la foto), autor de Godzilla e Independence
day: su excelente fotografía y el realismo de
las escenas bélicas. No es casualidad que el
guionista sea el mismo que escribió Salvar al
soldado Ryan.
Mel Gibson es el protagonista absoluto de esta cinta
en la que se narran las peripecias de un militar estadounidense
retirado, cuya viudedad le ha acarreado el peso de una
familia numerosa.
Contrario en un principio al enfrentamiento con los
ingleses durante la guerra de la Independencia -debe
cuidar de su prole-, cambiará de opinión
cuando su hijo mayor muera a manos de un cruel y despiadado
oficial británico. La venganza, por tanto, queda
envuelta en el manto de las causas justas, lo que incluye
mucho flamear de banderas con las barras y las estrellas./
J.L.
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