Hugo
Chávez irrumpió en la escena política venezolana como artífice
de un golpe de Estado frustrado contra el presidente Carlos Andrés
Pérez, en febrero de 1992, que lo llevó a la cárcel pero
lo lanzó a la arena política y al triunfo electoral en diciembre
de 1998. En 10 años, ha pasado de ser un frustrado militar golpista
a dilapidar el mayor caudal de popularidad conseguido por un mandatario venezolano,
acusado por muchos de autoritarismo y de llevar al país a la ruina.
Hugo
Rafael Chávez Frías nació en Sabaneta (en el estado centro
occidental de Barinas) el 28 de julio de 1954, hijo de un matrimonio de maestros.
Se graduó como subteniente en 1975, en la Academia Militar de Venezuela,
tras licenciarse en Ciencias y Artes Militares. En
1982, Chávez y otros dos capitanes del Ejército de Tierra, Ernesto
Urdaneta Hernández y Felipe Acosta, organizaron el Movimiento Bolivariano
Revolucionario-200. En 1991 fue ascendido a teniente coronel al mando de un
regimiento de paracaidistas. El 4 de febrero de 1992, encabezó junto a
otros cuatro comandantes una fallida intentona de golpe de Estado contra el gobierno
de Carlos Andrés Pérez. El episodio golpista dejó un saldo
de 17 soldados muertos y 50 heridos, y le costó dos años de cárcel.
El mismo día, apareció en televisión para asumir la responsabilidad
de lo ocurrido y pedir a sus correligionarios que depusieran su actitud. Su alocución,
que duró tan solo un minuto, contribuyó a convertirle en uno de
los personajes más populares de Venezuela. LA CARRERA
POLÍTICA Chávez abandonó
la milicia en 1994 a cambio de la libertad. Entró de lleno en la lucha
política y fundó el Movimiento V República (MVR). Evitó
definirse de derechas o de izquierdas hasta ganar las elecciones del 6 de diciembre
de 1998. Con un 56,2% de los votos, apoyado por el sector izquierdista tradicional,
Hugo Chávez se convertía en el presidente más joven de
Venezuela. Tras tomar posesión, el 2 de febrero de 1999, anunció
un referéndum sobre la necesidad de poner en marcha un proceso constituyente
y la concesión al mandatario de poderes excepcionales. En la consulta
popular, celebrada el 25 de abril de ese año, el 87,95% de los votantes
aprobó el proceso propuesto por Chávez y el 81,62% se mostró
a favor de otorgar poderes especiales para el presidente. En
las elecciones del 25 de julio de 1999, el Polo Patriótico, la coalición
que apoyó a Chávez, obtuvo 120 de los 128 escaños de la Asamblea
Nacional Constituyente (ANC), y Chávez volvió a jurar su cargo el
11 de agosto. El 15 de diciembre se aprobó la Constitución Bolivariana
con el 71% de los votos, y una abstención del 54%. PROMESAS POPULISTAS
A principios del año 2000, se convocaron elecciones
presidenciales y legislativas, y Chávez inició su campaña
con promesas como la expropiación de latifundios. Pero pronto empezaron
a salir a la luz las diferencias entre representantes civiles y militares del
MVR, con acusaciones mutuas de corrupción. Chávez respaldó
al sector civil, lo que motivó la salida y alejamiento de algunos compañeros
golpistas, y se resquebrajó la alianza por la exclusión de algunos
candidatos. El 30 de julio de 2000, fue reelegido
con el 59% de los votos, frente al 37% de Francisco Arias, antiguo amigo y compañero
golpista. Ese mismo año, la Asamblea Nacional le otorgó por segunda
vez poderes especiales para legislar por decreto durante un año
en materias económica, social y de administración pública. LA CRISIS
La crisis de gobernabilidad más fuerte desde que
asumió el poder comenzó a fraguarse tras la promulgación
de un paquete de 49 leyes en noviembre de 2001, al amparo de los poderes
especiales que le cedió la Asamblea Nacional. El contenido de algunos de
esos textos enfureció al sector empresarial, que organizó
una huelga general, el 10 de diciembre, con el apoyo de la Confederación
de Trabajadores de Venezuela (CTV), y que consiguió
un seguimiento del 90%. Las protestas
iniciadas en diciembre continuaron, con una gran manifestación -el
23 de enero de 2002- y con la aparición de voces disidentes entre los oficiales
de alta graduación, que pedían su salida del poder. La
situación se complicó aún más cuando los altos ejecutivos
del grupo estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) decidieron no reconocer
a la nueva directiva que, conforme a la ley, nombró el Gobierno. El problema
de PDVSA se interconectó con el de la patronal Fedecámaras y la
CTV, hasta el punto de que formaron una sola crisis política que alcanzó
su punto culminante con la huelga general indefinida, que empezó
el 9 de abril y con la gran manifestación popular que se celebró
dos días después, que pidió su salida del poder. La
sociedad civil que le encumbró en 1998 se rebeló el 12 de abril
de 2001, apoyada por el Ejército. Pero, 48 horas más tarde,
Chávez salía airoso del golpe de Estado y volvía a asumir
la presidencia de la república gracias al respaldo de los militares. Desde
entonces, Venezuela ha sido escenario de la confrontación entre
'chavistas' y los opositores al régimen. En diciembre de 2002, el presidente
venezolano afrontaba una nueva crisis: el paro cívico convocado para el
2 de diciembre se transformó en una huelga general indefinida de
63 días que pretendía forzar su salida del poder.
El
referéndum
revocatorio celebrado el 16 de agosto de 2004 volvió a poner de manifiesto
la fractura civil existente en la sociedad venezolana: apoyado por el 58% de los
votantes, Hugo Chávez ganó la batalla a la oposición que pretendía
desalojarle del Palacio de Miraflores.
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