Ilustración: Luis Parejo.
PERFIL DEL CABECILLA DEL ATENTADO DEL 11-S
EL TERRORISTA PERFECTO (II)
PILAR PORTERO

< viene de página anterior ]

En realidad Atta es intachable hasta para encajar como un guante en el trastorno de personalidad esquizoide o desapegada. Pero la continuidad de su trama biográfica descarta una patología psiquiátrica -los terroristas no son enfermos mentales-. Sus compañeros del colegio de El Cairo, los de la universidad de Hamburgo y los de la escuela de vuelo en Florida comentan su gravedad crónica. Una seriedad rayana en la frialdad emocional y una actitud de reserva extrema que le aislaba de cualquiera que amenazara su intimidad. Mohamed parecía haberse trazado un camino tan inquebrantable como su fe, un ideal que fue alimentando hasta convertirlo en el eje de su psiquis alrededor de la que se estructura la personalidad y las acciones. Nada de alcohol, de música, de diversión ni de mujeres. Algunos expertos han creído observar una homosexualidad latente. Sin embargo, el psiquiatra y profesor de Psicopatología Benito Peral Ríos apunta el escaso o nulo interés por las relaciones sexuales, la incapacidad para sentir placer y la ausencia de relaciones personales íntimas como rasgos característicos de esa manera de ser anómala en la que la coherencia vital impide adivinar un plan tan elaborado como el que el cabecilla de la célula de Hamburgo materializó el 11S.

Los tres pilotos que completaban este grupo de jinetes del Apocalipsis aéreos se permitían más alegrías que el concentrado conductor del Boeing 767 de American Airlines, Boston- Los Angeles que penetró a las 8:45 en la torre Norte del World Trade Center. Marvan Al Shehhi, encargado de herir de muerte la torre sur, tenía diez años menos que su guía espiritual y un aspecto bonachón y risueño. El fiel escudero de Atta parecía más manipulable que Ziad Jarrah, un joven libanés de buena familia muy occidentalizado, simpático, amante de las juergas, el alcohol y la buena vida, atento y enamorado que se estrelló contra el suelo en Pennsylvania. De hecho, mientras sus colegas terroristas se alojaban en moteles durante el año y medio que duró su instrucción aeronáutica estadounidense, Jarrah prefería lujosos hoteles. Hani Hanjour, el suicida del Pentágono resulta el más gris del pantone.

Tan sólo en una ocasión existen testimonios que avalan un cambio en Atta. Fue durante los tres meses de verano de 1995 en los que junto a otros dos compañeros de carrera alemanes viaja a Egipto becado. Bromeaba y ejercía de cicerone. La insólita situación duró poco y el estudioso del urbanismo y la construcción en los países en vías de desarrollo -título de uno de sus alabados seminarios- sacrifica la diversión en aras de los preceptos más inflexibles y radicales. Quería proteger la cultura egipcia y pensaba que los bloques altos al estilo norteamericano destruían su país.

 
ANTERIOR SIGUE
 
>  Inicio 5  Golpe al turismo >  Más información
10  El terrorista perfecto 4  Las teorías de la Red A  Especiales 11-S
9  Historia del ataque 3  La ascensión de Internet B  El aniversario en EL MUNDO
8  La Caja de los Virus 2  Proyectos Zona Cero C  Enlaces
7  El nuevo puzzle mundial 1  La pista de Bin Laden D  Participación
6  Descalabro económico 0  Las imágenes más impactantes
 
© Mundinteractivos, S.A. Política de privacidad