Después de 20 años al frente de la comunidad, el tiempo no parece haber hecho mella en Bono. Muy al contrario, el socialista ha incrementado en tres su número de diputados (llegando a 29) en relación con las elecciones del 99 en las que obtuvo 26. La política de Bono ha sido centrista, moderada, pecando en muchas ocasiones de populista -con medidas como la paridad en las listas electorales o la publicación de los nombres de los maltratadores-. Pese a ser uno de los principales líderes del PSOE, el presidente regional ha dejado a un lado las ideologías a la hora de firmar acuerdos que beneficiaran a su comunidad, como el convenio de construcción del AVE Madrid-Valencia. Tampoco ha dudado en apoyar el polémico Plan Hidrológico Nacional, en contra de las tesis de su partido. No obstante, el batacazo del PP no se puede achacar en exclusiva al huracán Bono. La elección del candidato 'popular' ha tenido mucho que ver en la pérdida de tres escaños respecto a las elecciones del 99. Y es que Suárez Illana no ha convencido. Antes de su designación, su vinculación a Castilla-La Mancha se reducía a unas cuantas novilladas por obra y gracia de su suegro, el ganadero albaceteño Samuel Flores. A este hecho se unen sus desafortunadas intervenciones en los medios, como aquella ocasión en la que dio el pésame a la familia de un guardia civil asesinado por ETA lamentando que ya no pudiera «disfrutar de las cebollas rellenas de Sama de Langreo», o cuando vinculó a los manifestantes pacifistas con aquéllos que «andan abriendo cabezas». Izquierda Unida, encabezada por Ángeles Yagüe, vuelve ha quedarse sin representación en las Cortes, en una comunidad caracterizada por el bipartidismo. |
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