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Manifiesto repartido por
el colectivo. | NURIA LABARI Menos
bodas reales y más gastos sociales. Así reza el lema del Movimiento
Popular contra la Boda Real, cuyo logo es una corona invertida. La mayoría
de nuestros lectores no conocerá este anti-mayo 2004, dado
que el pegamento que usan los republicanos es de mala calidad y, claro, los carteles
se caen. Solos. Así sucede al menos en Lavapiés, que amanece cada
mañana más limpio y se acuesta cada noche acartelado.
En Torrejón de Ardoz, en cambio, el pegamento es mejor,
así que los carteles no se caen sino que viene la 'policía secreta'
y te lleva a comisaría. Al menos eso les ocurrió anoche a tres jóvenes,
según ha informado Rocío García, compañera del Movimiento
Contra la Boda. Los chicos estaban estampando las paredes con fotografías
de la pareja real donde se leía parásitos. Y, según
relata García, fueron amenazados con severas multas y una condena
elevada por el cargo de ultraje a la corona, pero ya están en
la calle. A pesar de estos salvables obstáculos, la organización
de la anti-boda cuenta incluso con un manifiesto, que se reparte
de vez en cuando en Sol por voluntarios, que aunque así se autodenominan
no forman parte del voluntariado civil y participativo que ha presentado estos
días Ana Botella. Siete parrafitos son suficientes a juicio del Movimiento
para expresar la repulsa al enlace. El segundo reza como sigue: Denunciamos,
también, el burdo intento de manipulación de los criminales atentados
del 11 de marzo (
) Ya es suficiente escarnio sufrir la ostentación
continúa del estilo de vida degradado y derrochador de una minoría
ociosa (
), en momentos tan cercanos a aquellas dolorosas jornadas. Tener
que soportar, además, los cínicos homenajes a las víctimas
de una casa real que guardó silencio a pesar de su alta responsabilidad
estatal- cuando el pueblo se oponía masivamente a la agresión contra
Irak, lo consideramos un insulto. Por este motivo, además
de cometer la extravangancia de no encender el televisor durante el 22
de mayo ni salir a la calle a la caza de un abanico, han decidido festejar
su anti-enlace, con tanta elegancia como su presupuesto obrero les
permite. Porque quienes suscriben el manifiesto aseguran que no quieren ser testigos
de la historia, sino que, ya puestos, prefieren ser sus protagonistas.
Así, el viernes de 21 tienen previsto un pasacalles contra
la boda en Madrid a las 20:00 horas en la Puerta del Sol, que no está autorizado.
Y el sábado 22, sin necesidad de respetar ningún corsé social
se celebrará la Gran Comida Republicana, en Rivas Vaciamadrid,
aunque se servirá un aperitivo a las 12.00 horas en la Plaza del
Dos de Mayo. Estos dos últimos actos no requieren más invitación
que la presencia misma y están autorizados por el Ayuntamiento. Así
que la copiosa comida se prevé distendida. >>
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