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Ana Bravo Cosmopolita, consagrada, 'chica Almodóvar' a
su manera, profeta en el extranjero y luego en su tierra... Cualquiera de estos
mimbres sirve para definir a Isabel Coixet. La chica de las gafas de pasta eligió
la Mostra de Venecia para presentar su quinto trabajo. Y es que 'La
vida secreta de las palabras' viene precedida del enorme éxito
de su anterior cinta, 'Mi vida sin mí', y con el respaldo de sus
protagonistas, Sarah Polley, su actriz fetiche, y Tim Robbins, el oscarizado actor
que renunció a caché y proyectos en Hollywood para rodar con ella. Otros
cuatro largometrajes, 'Demasiado viejo para morir joven' (1989), 'Cosas
que nunca te dije' (1996), 'A los que aman' (1998) y 'Mi vida sin
mí' (2003), y su participación en la película coral 'Hay
motivo' (2004) con el corto 'La insoportable levedad del carrito de compra',
jalonan la carrera cinematográfica de esta artista global. Comenzó
en el periodismo, como crítica de la revista 'Fotogramas', pero su actividad
se desplazó pronto hacia la publicidad, el teatro y el cine. En publicidad
ha sido directora creativa de las agencias JWT y TARGET. Y con su productora
Miss Wasabi Films ha dirigido varios documentales y video clips. También
a su manera es 'chica Almodóvar': sus dos últimas cintas llevan
el sello de El Deseo, la selecta productora del cineasta manchego que abandera
un cine de autor al margen de la tiranía de la taquilla. A través
de su 'alter ego', Miss Wasabi, Coixet ha expresado su fe en la ficción
como espejo de «lo que desearíamos que fuera real». De momento,
su cine de sentimientos y de personajes que afrontan situaciones límite
ya ha conquistado a críticos españoles y extranjeros. Y se ha ganado
el favor de la taquilla, que no es poco. |