Europa: La tercera vía

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EL MUNDO les ofrece la transcripción en español del documento firmado por el primer ministro británico Tony Blair y el canciller alemán Gerhard Schröeder que recoge las líneas maestras de la nueva socialdemocracia, bajo el título:

Europa: La tercera vía.

II. Nuevos programas para realidades distintas

Ideas para que la izquierda no se convierta nunca en una camisa de fuerza.

La política del Nuevo Centro y la Tercera Vía consiste en responder a las preocupaciones de las personas que viven en sociedades que han experimentado un rpido cambio, y que se enfrentan a ellas, ya sean ganadores o perdedores. En el nuevo mundo emergente, la gente quiere políticos que se aproximen a los problemas sin prejuicios ideológicos y que, aplicando sus valores y principios, busquen soluciones prácticas para sus problemas mediante políticas pragmáticas, honradas y bien diseñadas. Los votantes, que en su vida diaria tienen que mostrar iniciativa y adaptabilidad frente a los cambios sociales y económicos, esperan lo mismo de sus gobiernos y de sus políticos.

- En un mundo de globalización y de cambios científicos cada vez más rápidos, debemos crear las condiciones para que los negocios ya existentes puedan prosperar y adaptarse, y para que se puedan establecer y consolidar nuevos negocios.

- Las nuevas tecnologías han cambiado drásticamente la naturaleza del trabajo y han internacionalizado la organización de la producción. Con una mano, destruyen algunos negocios o los hacen obsoletos; con la otra, crean nuevos negocios y oportunidades vocacionales. La tarea más importante de modernización estriba en invertir en capital humano: hacer que individuos y negocios encajen la economía, basada en los conocimientos, del futuro.

- Tener un trabajo para toda la vida es cosa del pasado. Los socialdemócratas deben acomodar las crecientes demandas de flexibilidad y al mismo tiempo deben mantener ciertos niveles sociales mínimos, ayudar a las familias a enfrentarse a los cambios y crear nuevas oportunidades para los que no son capaces de mantener el ritmo.

- Nos enfrentamos al creciente reto de reconciliar la responsabilidad medioambiental hacia las generaciones futuras con el progreso económico de la sociedad. Debemos unir la responsabilidad medioambiental con una aproximación moderna basada en el mercado. En la protección del medio ambiente, las tecnologías más modernas consumen menos recursos, abren nuevos mercados y crean nuevos trabajos.

- El gasto público como proporción del ingreso nacional ha alcanzado más o menos los límites de lo aceptable. Los impedimentos de la política de "impuestos y gasto" obligan a modernizar el sector público y a reformar los servicios públicos para conseguir que el dinero valga más. El sector público debe servir al ciudadano: no dudaremos en promover los conceptos de eficacia, competitividad y alto rendimiento.

-Los sistemas de seguridad social deben adaptarse a los cambios en las expectativas de vida, a las estructuras familiares y al papel de la mujer. Los socialdemócratas deben encontrar vías de combatir los cada vez más acuciantes problemas de la delincuencia, la desintegración social y el consumo de drogas. Tenemos que liderar el proceso para conformar una sociedad con igualdad de derechos para mujeres y hombres.

-La delincuencia es un asunto político vital para los socialdemócratas modernos. Consideramos que la seguridad callejera es un derecho civil. Una política dirigida a hacer que las ciudades sean sitios en los que merezca la pena vivir, con espíritu comunitario, crea nuevos trabajos y hace que las zonas residenciales sean más seguras.

-La pobreza sigue siendo una preocupación central, sobre todo entre las familias con hijos. Necesitamos medidas especiales para los que están más amenazados por la marginalización y por la exclusión social.

Esto también requiere una aproximación moderna a las tareas de gobierno:

-El estado no debe remar, sino llevar el timón: no tanto control como retos. Debemos encontrar soluciones a los problemas.

-Se debe reducir la burocracia en el sector público, en todos los niveles; se deben formular objetivos de rendimiento; se debe vigilar de forma rigurosa la calidad de los servicios públicos; y se debe eliminar el rendimiento insuficiente.

-Los socialdemócratas modernos resuelven los problemas con las soluciones adecuadas. Hay problemas que actualmente sólo se pueden resolver a nivel europeo: otros, como las recientes crisis financieras, exigen de una cooperación internacional creciente. Pero, como principio general, se debe devolver el poder al nivel más bajo posible.

Para que las nuevas políticas tengan éxito, se debe promover una mentalidad positiva y un espíritu emprendedor en todos los niveles de la sociedad. Eso requiere:

-Una fuerza laboral competente y bien formada dispuesta a asumir nuevas responsabilidades.

-Un sistema de seguridad social que abra nuevas oportunidades y que premie la iniciativa, la creatividad y la disposición a enfrentarse a nuevos retos.

-Un clima positivo para la independencia emprendedora y para la iniciativa. Se debe facilitar la creación de pequeñas empresas y mejorar sus posibilidades de supervivencia.

-Queremos una sociedad que celebre el éxito de los emprendedores, tal y como hace con los artistas y los futbolistas, y que valore la creatividad en todos los aspectos de la vida.

Nuestros países tienen diferentes tradiciones en lo relativo a las relaciones entre el estado, la industria, los sindicatos y los agentes sociales, pero compartimos una convicción: que se deben superar los tradicionales conflictos laborales. Esto significa, sobre todo, que se cree un espíritu comunitario y solidario, que se refuerce la asociación y el diálogo entre todos los grupos de la sociedad y que se desarrolle un nuevo consenso para cambiar y reformar. Queremos que todos los grupos sociales compartan nuestro compromiso con las nuevas directrices establecidas en esta declaración.

Inmediatamente después de llegar al gobierno, el nuevo gobierno socialdemócrata de Alemania se reunió alrededor de una mesa con los representantes más importantes de la política, el mundo empresarial y los sindicatos para forjar una Alianza por el empleo, la formación y la competitividad.

Queremos ver una verdadera asociación en el mundo laboral, con trabajadores que tengan la oportunidad de compartir la recompensa del éxito con los empresarios.

-Apoyamos a los modernos sindicatos que protegen a los individuos contra el comportamiento arbitrario, y que trabajan en cooperación con los empresarios para gestionar cambios y crear prosperidad a largo plazo.

-Seguiremos luchando en Europa, bajo el paraguas de un pacto europeo por el empleo, para conseguir un diálogo duradero con los agentes sociales que apoyen, no que obstaculicen, los cambios económicos necesarios.

 


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