PERFIL

ROBERT MUGABE | PRESIDENTE DE ZIMBABUE

Líder de la independencia, líder de la revuelta racial

EL MUNDO

Veinte años de independencia de Zimbabue, 20 años de poder de Robert Mugabe, un hombre de formación académica profunda, leído y culto, elevado a los altares por Occidente cuando su país, la antigua Rodesia, se independizó de la Corona británica.

La comunidad negra era consciente de que los colonos (en su mayoría británicos) habían ocupado las mejores tierras del país: un 30% del mejor suelo cuando Mugabe llegó al poder en unas elecciones (multiraciales) en las que el pueblo le otorgó la mayoría absoluta. Entonces, lanzó su mano conciliadora hacia la comunidad blanca: la invitó a quedarse, a no abandonar esas tierras que él había prometido durante la campaña a los africanos negros.

Mugabe, de formación marxista-leninista (lo han llegado a llamar el «Lenin negro», estuvo encarcelado en Rodesia durante una década: de 1964 a 1974. A su salida de prisión, fue nombrado presidente de la Unión de Pueblos Africanos de Zimbabue. Dos años después se alió con Houa Nkomo en el Frente Patriótico, de tendencia liberal y partidario de la lucha armada para librar al país de los colonizadores británicos encabezados por Ian Smith.

Aupado al poder

Tras permanecer algún tiempo fuera del país, en 1980 regresó a Harare, capital de Zimbabue, donde se puso al frente del Partido Unión Nacional de Zimbabue-Frente Patriótico -tras un pacto para que Nkomo se mantuviera en un segundo plano- y lideró la campaña electoral que lo llevaría a la Presidencia.

Dede entonces, no ha abandonado el poder y, además, lo ha ido reforzando elección tras elección hasta llegar a la dictadura encubierta. Así hasta que el pasado mes de febrero perdió un referéndum con el que pretendía conseguir el respaldo mayoritario para reformar la Constitución y mantenerse en el Gobierno durante 10 años más.

Lo perdió, salió ampliamente derrotado y su Gobierno, su actitud, cambiaron. Con la amenaza cierta de una derrota en las próximas elecciones generales, que se van a celebrar en mayo tras ser aplazadas, Mugabe ha dado una vuelta de tuerca a su política de convivencia: acaba de declarar «enemigos del país» a los mismos blancos a los que hace 20 años prometió la paz. Enemigos porque, según dice, como tales se han comportado desde siempre.

Detrás del estallido de violencia

Al tiempo, el presidente zimbabuo ha dejado claro que esas tierras son de los africanos negros, apelando a los sentimientos más puros de su gente, a los que ha exaltado, provocando el consiguiente estallido de violencia racial.

Mugabe ha sido presidente del Movimiento de los Países No Alineados (1986-1989); ha recibido el Premio Internacional de Derechos Humanos de la Universidad de Howard (Washington) y es doctor "honoris causa" por las universidades de Lagos (NIgeria) y Edimburgo (Escocia).

Este mismo Mugabe, el «Lenin negro» respetado hasta ahora por la comunidad internacional, quiere aferrarse al liderazgo del país llamando a la revuelta, a la lucha contra el último vestigio de colonialismo que él mismo ha defendido durante décadas: la ocupación de tierras por granjeros blancos.


Un especial de EL MUNDO