|
Los Padrinos
José Manuel Gómez
RUN-DMC han regresado acompañados por una constelación de invitados bajo la supervisión de Clive Davis, responsable del «Supernatural» disco de Carlos Santana. Entrevista exclusiva con el grupo más influyente de la historia del rap, que ha tardado dos años en acabar un tremendo álbum en el que vuelven a combinar hip hop con rock duro.
Regresa la primera banda de rap que ganó un Grammy, la primera que se asomó a la portada de la revista Rolling Stone. Los primeros negros en recibir un disco de oro, los primeros en dar la murga en la MTV como si fueran cualquier-rockero-blanco-al-uso, para luego lucir sus cadenas doradas en programas de televisión como el archiconocido Saturday Night Live de la NBC. Estos tres neoyorquinos también espabilaron a la hora de ser los primeros en samplear guitarras en sus canciones, y los primeros en utilizar a unas viejas glorias del rock como Aerosmith para cambiar los destinos de las rimas callejeras. Su regreso con el impresionante disco Crown Royal es historia de la música y LA LUNA estuvo allí para contarlo.
Los tres miembros de Run-DMC crecen en el suburbio de Hollis (Queens, Nueva York). Joseph Simmons, apodado Run, y Darryl McDanields, alias DMC, reclutaron a Jason Mithchel como DJ bajo el nombre de Jam Master Jay tras graduarse en la escuela en 1982. No estaban solos. Rusell Simons, el hermano de Run, se ocupó de la logística y los primeros conciertos, para luego convertirse en uno de los fundadores del mítico sello Def Jam.
Su debut, Run-DMC (1984), abre el capítulo de las obras maestras del rap. Al año siguiente repitieron el prodigio con King of Rock para romper comercialmente con Raising Hell (1986), seguidos por obras de menor trascendencia, como Tougher Than Lether (1988). Con Back from Hell (1990) hicieron una gira por España: en Madrid tocaron en la sala Revolver teloneados por unos primerizos Def Con Dos.
Entonces comenzó su particular infierno. Sufren problemas de alcoholismo y Run es acusado de raptar a una seguidora de 22 años. Su último trabajo hasta el momento, Down with The King (1993), hablaba precisamente de la superación de todos estos contratiempos por medio de un fervoroso catolicismo. En la cultura del hip hop, donde lo fundamental es tener un ego tan reluciente como las cadenas de oro, Run-DMC también fue el primer grupo en arrepentirse de sus pecados. Lo que se dice un pionero.
LA CITA ES EN LONDRES. El taxista no encuentra la dirección de BMG y abandona al periodista a su suerte con 12 libras menos (unas 3.000 pesetas) después de media hora de dar vueltas. Me cruzo en la puerta de la discográfica con Jam Master Jay, el DJ encargado de bregar con la prensa, que ha decidido irse a cenar justo a la hora de nuestra cita. Me invitan a esperar en el bar junto a otros plumillas continentales, palabra con la que los británicos designan al resto de los europeos. Así que me encuentro en compañía de un surtido periodístico de nacionalidad italiana, austriaca y alemana. La siguiente mala noticia es que todos tenemos la cita exactamente a la misma hora.
Comienzan las explicaciones 120 minutos después por boca de un holandés que confirma que Jam Master Jay lleva todo el día hablando con la prensa local y que le ha entrado el apretón precisamente al llegar los guiris. En este negocio, los continentales somos segunda división. Esta es la tierra de los Beatles: los puñeteros ni siquiera pagan las cervezas ni ofrecen bocadillos.
Run-DMC es el ojito derecho de Clive Davis, mandamás y fundador del sello Arista. El hombre que lanzó a Carlos Santana a la cosecha de Grammy del año pasado y que repite jugada y concepto con Crown Royal, álbum que ha visto retrasada su publicación casi dos años. La culpa de semejante espera es de la multitud de colaboradores estelares que han negociado hasta el milímetro su aparición en los singles y respectivos vídeos. Cada canción tiene su invitado, desde emergentes raperos blancos (Fred Durst, de Limp Bizkit; Everlast Kid Rock Sugar Ray) a negratas estelares (Nas; Method Man, de Wu-Tang Clan) o underground (Prodigy, de Mobb Deep). Un torturante encaje de bolillos para las secciones legal y de marketing de Arista.
TRES HORAS DESPUÉS de lo previsto aparece Jam Master Jay frente a una mesa con varios centenares de singles de adelanto del nuevo álbum, garabateados personalmente (una tarea presumiblemente agotadora). Master Jay viste ropa deportiva sin marca visible (seguramente aún están pendientes de alguna oferta de mecenazgo, como hicieron en 1986 tras el éxito de My Adidas). El caso es que nuestro hombre no lleva mucho oro encima y no calza la marca de las tres rayas.
Lo inmediato es preguntar por los siete últimos años de silencio: «Llegamos a hacer 200 conciertos anuales; cruzando América, tocando en cada club de hip hop. Somos la vieja escuela» (old school, la primera generación del rap). En lugar de contestar a las preguntas, Jam Master Jay rapea alegremente. Parece más atento a la sonoridad de sus palabras que al contenido de las respuestas: «Nunca hemos dejado de trabajar desde que nos convertimos en estrellas en los 80. La gente piensa que hemos estado parados últimamente, pero llevamos mucho tiempo preparando este disco con Clive Davis».
RAP PARA TODOS LOS PÚBLICOS. Crown Royal ya está listo y tiene toda la pinta de que va a convertirse en un megaventas, que se abre con un tema operístico procedente de El Padrino III de Coppola, donde el invitado es Jermaine Dupri, quien reflexiona con Run sobre la historia de la banda. La primera impresión es que se trata del álbum más variado de la historia: «Tenemos un montón de temas en los que suenan guitarras, pero sigue siendo hip hop. Odio cuando llega un b-boy y me dice que hago rock. El hip hop es una cultura, el rock es una cultura, cada uno tiene un sonido. Cantar y rimar son dos cosas totalmente diferentes. Los chavales a los que no les gusta el rap tienen influencias del hip hop, Britney Spears baila hip hop. ¿Te imaginas a Britney en los tiempos de Barbra Streisand? ¿O el baile antes de Madonna? En los últimos 10 años, el hip hop ha calado en el mundo comercial, está en los anuncios de Pepsi y en los de Coca-Cola. El rap ha madurado, se ha hecho seguro y es cool».
Jam Master Jay parece haber seguido un máster en sociología de urgencia durante la última exposición Hip Hop Nation celebrada en Nueva York hace un par de años, y soslaya los temas candentes suscitados por la violencia del gangsta rap o la incorporación al mercado de jóvenes blancos malhablados como el omnipresente Eminem. Así que se concentra en los aliados que han reclutado para este CD como Everlast, que aparece en el clásico de la Steve Miller Band Take The Money and Run, o Kid Rock: «Nos llamó en 1999 para colaborar con él en una gala de la MTV, así que le devolvimos la llamada para The School of Old». Otra composición que entrará sin dificultades en cualquier emisora radiofónica. Un detalle más: este hombre no pone ningún énfasis racial, no habla de blancos y negros.
Parece que Crown Royal está limpio de polvo y paja y que no va a llevar la pegatina que advierte a los padres del lenguaje malsonante. ¿Es éste el primer CD de la historia del hip hop en el que no se conjuga el verbo to fuck? Jam Master Jay no llega a contestar la pregunta. De hecho, comienza a tartamudear al tratar de situar los tiempos en que hacía scracth con sus colegas y este momento en el que trabaja con toda la tecnología a su alcance. Él ha producido la mayoría de los cortes, incluida una incursión en la música latina (Ay Papi, con estribillo en español) que delata el carácter para todos los públicos del lanzamiento. Ellos cambiaron el destino del hip hop. Ahora vuelven dispuestos a recoger los beneficios.
El disco "Crown royal" ya está a la venta
Rap & Roll
Desde el punto de vista del hip hop, se entiende como crossover introducir instrumentos convencionales procedentes del rock como guitarras, bajos y baterías. De la misma manera, se han considerado fuera de este movimiento a los grupos de rock influidos por las rimas del rap. Sea como fuere, los encuentros se han multiplicado en los últimos 15 años. Ya sabes: no están todos los que son, ni son todos los que están...
RUN DMC & AEROSMITH (1986). El trío graba Walk This Way junto al vocalista Steve Tyler y el guitarrista Joe Perry. La canción llegó al número 5 en las listas USA después de que el vídeo entrara en las rotaciones de la MTV, y les convirtió en las primeras estrellas del hip hop de la historia.
AFRIKA BAMBATAA & PIL (1986). Después de grabar junto a James Brown, Bambataa se une en el tema World Destruction con el grupo de John Lydon, ex cantante de los Sex Pistols. Produjo el heterodoxo Bill Laswell.
ANTHRAX (1990). Al final de sus conciertos, la banda neoyorquina se arremangaba los pantalones y ofrecía un bis con una canción de Public Enemy ante el pasmo de los seguidores de Iron Maiden, a los que telonearon en más de una gira.
DEF CON DOS (1991). Telonearon a Run DMC en Madrid y los de Nueva York aparecieron en la tele con la camiseta de la banda de César Strawberry, que con los años llegaría a echarle la culpa de todo a Yoko Ono y a compartir festivales y meriendas en EEUU (en el certamen itinerante Warped Tour) con Chino Moreno, de los Deftones.
«JUDGEMENT NIGHT» (1993). La película no ha pasado a la historia del séptimo arte, pero acentuó la tendencia a juntar churras con merinas en su banda sonora. Las extrañas parejas resultantes fueron: Helmet & House of Pain, Teenage Fanclub con De la Soul reinterpretando Fallin de Tom Petty, Living Colour & Run-DMC, Biohazard & Onyx, Slayer & Ice T, Faith No More & Boo-Ya TRIBE, Sonic Youth & Cypress Hill, Mudhoney & Sir Mix-a-Lot, Dinosaur Jr & Del The Funky Homosapien, Therapy? & Fatal y Pearl jam & Cypress Hill.
RAGE AGAINST THE MACHINE (1992). Ha sido la bandera del rap metal de los últimos años (Tom Morello imita el scratch de los DJs con su guitarra y la tierra tiembla). En su disco de versiones-homenaje, Renegades (2000), adaptaban a Afrika Bambataa, Erik B & Rakim, Cypress Hill y EPMD.
CYPRESS HILL (2000). El rotundo doble CD Skulls & Bones presentaba un disco de hip hop y otro con los sonidos metálicos de un puñado de colaboradores como Dino Cazares (Fear Factory).
FEAR FACTORY & MUCHO MU (2001). La banda californiana ha grabado junto a Mucho Mu (el increíble hombre rimante de 7 Notas 7 Colores). «No tengo ni idea de lo que piensan hacer ni cuándo lo van a sacar». Veremos.
|
