n
BUSQUEDAS
 
Noticias Edición impresa Tu correo Suplementos Servicios Multimedia Charlas Tienda Clasificados  
# 166 Viernes 15 de Marzo de 2002
.
MÚSICA


Los nuevos reyes del mambo

Javier Blánquez

Vale Music, la discográfica de «Operación Triunfo», King África y Sonia y Selena, ha revolucionado la industria española a base de marketing agresivo, mucho riesgo y ningún prejuicio.

PAN Y CIRCO. A la industria de la música no le preocupa qué pone en las tiendas; sólo le importa que venda, cuanto más mejor. En una célebre entrevista en televisión, Beyoncé Knowles justificó la expulsión de una de las componentes de Destiny’s Child con la lapidaria frase: «Todavía hay amor entre nosotras… pero el negocio es el negocio».

Y esa orientación de empresa, completamente acorde con la lógica capitalista, es la que guía el éxito inapelable de Vale Music: en esta entrevista, que graban «porque de esta gente nunca te puedes fiar» (sic), se refieren las más de las veces a los discos como producto y aseguran estudiar el mercado al que se dirigen con agresivas técnicas de marketing y un criterio artístico propio del fast food.

Como los emperadores romanos, dan pan y circo a un público que lo pide, o, como apunta Frédéric Beigbeder en su muy destroyer novela 13’99 euros, que «cree que lo necesita». Es por ello que ya han colocado tres millones y medio de derivados de Operación Triunfo, han copado los cuatro éxitos del verano 2001, acaparan la música de Gran Hermano y arrasan con sus recopilatorios de grandes éxitos dance y verbena. Han conseguido sacar oro del barro y, a día de hoy, han hecho de la suya la discográfica más rentable del país. Y eso, por supuesto, merece también un respeto.

«Tenemos la suerte de que, al ser una compañía independiente, las decisiones se toman al momento, somos mucho más ágiles que las multinacionales», explica Narcís Rebollo (a la derecha en la foto), cabeza visible, junto a Ricardo Campoy, de un pequeño imperio que ocupa dos plantas de un inmueble barcelonés, emplea a 80 personas e irrumpe en el mercado discográfico por todos los flancos posibles, aunque en el principio la que dictó los pasos a seguir fue la música de baile («El dance es un estilo que nos interesa mucho, el que más amamos y cuidamos», según Campoy; la marca Vale también se asocia a Ministry of Sound, Technics y Subliminal).

EL GRAN MIX. Vale nació en 1997 tras la escisión de Max Music (ahora Tempo) y con la publicidad no deseada en prensa que supuso el famoso y nada grato affaire de los tres sicarios mexicanos contratados por Miquel Degà, socio principal de Max, para asesinar a Campoy, aunque al final, y por error, quien acabó secuestrado y apaleado fue el DJ Josep María Castells. Eran los días de decadencia de la mákina: con la misma facilidad con que hoy se asocia rave con fiesta de polideportivo, ayer se emparentaba el Bolero Mix con las pistolas, y en Vale se optó por otro tipo de áreas.

Una de ellas ha sido la de fomentar caras anónimas para hacer con ellas el jit del verano. Con lo que se ahorran en royalties, producciones costosas y caprichitos de estrella se invierte en rotación en radiofórmulas y promoción abrasiva. Rebollo reconoce que «a veces hemos hecho apuestas de hasta un 25%, mientras que las majors tienen el presupuesto de promo entre el 15 y el 20%».

Otra arriesgada táctica ha sido la entrada en TV por la vía que nunca nadie había imaginado. «Es el product placement musical. Igual que para según qué producto utilizamos toda la red de discotecas y DJs como soporte, hemos demostrado que en TV hay algo más que la publicidad».

Cada cinco minutos, en Gran Hermano sonaban Sonia y Selena o David Civera. En Operación Triunfo todo el programa es una gigantesca publicidad. Crónicas Marcianas fue la rampa de lanzamiento de Coyote Dax y King África (de quien Ricardo Campoy se declara fan, textualmente).

El Crónicas Marcianas Mix, igual que Disco Estrella, vendió medio millón de copias. A base de insistir, la gente se queda con la canción y, por puro mecanismo de perro de Paulov, acaba comprando. Semejante campaña sólo puede ser obra de un genio de los negocios y tiene como aliado un socio nada despreciable: la productora de televisión Gestmusic. La relación con la empresa de La Trinca se remonta a 1997 y ha sido un golpe de efecto sin precedentes.

AMISTADES PELIGROSAS. Por supuesto, el filón aún funciona. Vale ya ha contratado la música de Gran Hermano 2002 (por la del año pasado se rumorea que pagaron 100 millones de pesetas) y se espera que de ahí salgan las canciones del verano, algunas hasta interpretadas por concursantes de Operación Triunfo. Esta semana ya ha aparecido el disco de Natalia (producido al estilo pop teen por Brian Rawling) y el objetivo inmediato es el debut de Bustamante con el apoyo de Sergio Dalma y el ídolo latino Cristian, con el que quieren que comparta gira por EEUU y España. Las previsiones podrían marcar un techo histórico en un sello que aún no conoce límites: «Puede vender fácilmente dos millones de copias en todo el mundo», se moja Rebollo. ¿Alguien apuesta lo contrario?





LA LUNA es un suplemento de
.
Noticias Edición impresa Tu correo Suplementos Servicios Multimedia Charlas Tienda Clasificados