| DIRECTORIO |
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Viernes 20 de junio de 2003 , número 227
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| VENENO EN LA PIEL |
| Ojú con las niñas |
| La respuesta hispánica al soul rapero de EEUU viene de este trío sevillano fresco y vacilón |
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Por José Manuel Gómez. Foto de Jerónimo Álvarez
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CONTRA LA PARED. El trío sevillano posa en la zona de la universidad, junto al mural que le hicieron unos grafitteros del barrio. |
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«Ojú» no es otro «aserejé», aunque sea pegadizo. Toma nota de la temática: el euro, un piercing, Bush, Gescartera, Operación Triunfo, Argentina... y un estribillo que nos recuerda: «¡No a la guerra!/que la guerra es muy perra». «¿No somos chicas guerreras y con actitud?», pregunta Aurora Power durante la sesión de fotos frente al mural con el graffiti que lleva el nombre del grupo, situado en la zona de la universidad de su Sevilla natal. «Grabamos el videoclip aquí sin pedir permiso a nadie, los monos (policías) estaban liaos con el fútbol y los escoceses (de la final de la copa de la UEFA)». Aurora intenta una pose retadora, pero se relaja: «Es que hace seis meses que he tenido a mi hija».
Recapitulemos: Las Niñas (Aurora, Alba y Vicky) hacen R&B a la sevillana y su disco ha sido producido por Andreas Lutz y Charlie Cepeda, cantante de O’Funk’illo y guitarrista de Kiko Veneno, respectivamente. «Soy suizo, pero me vine a Sevilla cuando enfermé de esclerosis múltiple», explica con el exótico acento de guiri-con-muchos-años-en-Sevilla el padre de Andreas, que nos acompaña en coche a la sesión de fotos. «A mí lo único que no me gusta del disco es eso del sexo: en mi tiempos no se podían decir esas cosas». El bonus track escondido al final de Ojú conecta con la tradición guarra de la música negra, puritito R&B sinuoso, descarado y caliente: «Me lo como to,/ me lo tiro to».
Ellas son:
Vicky (en el centro en la foto). Parece la más convencional del trío, nació en Córdoba, su novio es músico, empezó Derecho, «pero me torcí».
Aurora Power (a la izquierda en la foto). Lenguaraz y decidida, estuvo en el grupo Furor Uterino, domina las artes de la calle y ha tenido una hija con Andreas. «Venimos del colectivo de músicos Artelojazz» (que pronunciado sureñamente suena al punkie haztelo tú mismo).
Alba Molina. Nació en el barrio de Triana, en i978, de padres gitanos universales y tiene una hija de año y medio. «Mi madre (Lole) está encantada con el grupo; mi padre (Manuel) –hace una pausa y se lo piensa– está más serio. Cree que es una gamberrada». Vicky tercia: «Pero nos ha ayudado mucho».
De pronto Alba mira el reloj y se le cambia el semblante: «Tengo que recoger a la niña en la guardería. Ya verás cómo no me va a dejar hablar». La cría se abraza a ella y pasa de las monerías de la concurrencia; cuando se relaja, ya en el restaurante que han elegido para comer, su primera palabra es el grito de guerra del single: «¡Ojú!».
«SEXO, SEXO, DAME SEXO, SEXO PARA REVENTAR». Alba y Aurora han tenido sendas hijas con sendos productores del álbum. Pregunto sobre el matrimonio. «Yo no estoy casada con nadie», salta Alba como un rayo. Excusas. «Yo te lo explico –tercia la Power–. Todos nos conocemos de Sevilla, los productores son de nuestra familia y da la casualidad de que uno es mi marido (Andreas) y el otro es el padre de su hija (Charlie Cepeda). La cosa se ha quedado en casa porque nos movemos entre músicos. ¡Oye! ¿No irás a poner que nos hemos tirado a los productores? Porque va a ser verdad». Risas. Vuelve la seriedad: Alba lo intenta aclarar: «Da la casualidad de que sí, pero no tiene nada que ver». Aurora resume: «Bueno, yo tampoco estoy casada». ¡Ojú!
El gazpacho llega a tiempo para cambiar de tema. Hablemos de música. «Decimos que hacemos R&B porque tenemos más raíces del soul y del funky que del pop», explica Aurora, «…y no podemos asegurar que hagamos hip hop aunque haya elementos», tercia Vicky, «…porque el público hiphopero nos diría con razón que no lo es», completa Aurora. ¿Y Alba, qué opina? «Yo mi rollo flamenco no lo voy a perder».
Las Niñas tienen claro que el directo da la medida de la supervivencia de una banda. «Hemos hecho 25 conciertos sin tener el álbum en la calle, tanto en el colectivo Artelojazz como en O’Funk’illo y Las Niñas lo que queremos es hacer buenos discos y ponerlos en el panorama. Hemos tocado con Hamlet, Narco... y el otro día en un festival salimos las últimas detrás de Loquillo y no se fue nadie. Nosotras nos sentimos muy bien cantando juntas». Ese feeling natural es lo que más acerca al trío a las formaciones de R&B. Alba se levanta de la mesa y pregunta: «Oye, ¿tú me quieres preguntar algo más a mí?, porque me tengo que llevar a la niña». Sugiero que añada lo que quiera y se marca un rapeao. ¡Ojú! «Lo que queremos reivindicar son guarderías», suelta al hilo Aurora. «Tenemos en mente –explica Vicky– comprar una roulotte e irnos de gira con las niñas (pequeñas)».
Otra conexión más con el R&B: la familia que canta unida, armoniza mejor (a no ser que seas Marvin Gaye, asesinado a manos de su papá predicador mosqueado por la vida disoluta del cantante).
NIÑAS DE LA CALLE. «Cuando nos juntamos hace un año, hablábamos de cómo íbamos vestidas cuando teníamos 14 y éramos las pintas más macarras que te puedas imaginar». La Power es de barrio y cuando dice lo de buscarse la vida, no es sólo una manera de hablar. «Me he criado en un barrio (entre las Tres Mil Viviendas y los Pajaritos) donde la alternativa es ser yonqui o lo que fuera. Me dije, voy a estudiar, aguanté porque no tenía medios ni recursos ni na. Era eso o ir de cabeza al agujero. Estudiar Pedagogía me mantenía viva, pero siempre me ha gustado la música. Pensé, he hecho un carrera, voy a dedicarme a eso, pero no pude. Un día me arriesgué y lo mande to a tomar por culo».
Aurora se indigna con el juicio que le pusieron a Narco por hablar de la Virgen de la Macarena: «Resulta que la Virgen tiene copyright y nadie puede hablar de ella. También me parece mal el boicot que se está haciendo a Soziedad Alkohólika».
Vicky vuelve sobre los asuntos legales. «Desde que aprobé Derecho Administrativo han cambiado un montón de leyes, lo bueno es que hay compañeros de facultad que están con las oposiciones para juez, así pa que nos saquen de los marrones».
La tradición de los tríos femeninos de R&B parece reciente (TLC, Destiny’s Child), pero se remonta a las décadas de los 60 y 70 con Supremes, Marvelettes, Emotions o Labelle. Las Niñas vuelcan sus experiencias en armonía con los músicos del colectivo Artelojazz y es evidente que le tienen pillado el ritmillo y el tran tran al lenguaje: «Pilla un taxi mejor, Niña ¡Vaya tela! /Paga tú que yo no llevo pelas».
Aurora y Vicky han conocido la vida nada glamourosa de una banda de directo como O’ Funk’ illo. Alba grabó dos discos de flamenquito con canciones de Alejandro Sanz, Pedro Guerra y a medias con su padre, Manuel Molina, pero no concede entrevistas en solitario. Tiene un carácter fuerte. Una reportera de televisión plantea si el Ojú es como el Aserejé de Las Ketchup. Alba se mosquea y pregunta: «¿Tú te has escuchao el disco? ¿Cómo puedes preguntar eso?». «Vicky, Aurora y Alba... shhh... calma / y sigue tocando las palmas. ¡Olé con Olé! / Somos Las Niñas y estamos sembrás, ¡copón!».
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| R&B a la española: el sonido del verano |
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| Por Luis Lapuente |
LOS RITMOS DEL BARRIO. Los nuevos capítulos televisivos de UPA Dance ya asoman la nariz en reportajes de consumo masivo en colegios de pago, mientras el empalagoso Tony Santos, de la segunda Operación Triunfo, amenaza con reciclarse en paladín nacional del r’n’b (pronúnciese aranbí). Advertencia: ¡No asomarse! Este ritmillo tórrido será el sonido de este verano, pero no en tan funestas manos, pues tanto unos como otro se limitan a fotocopiar con cierto descaro ritmos y actitudes importadas de la MTV y de los últimos trabajos de Michael Jackson con The Neptunes. Pop negro adulterado para consumo de quinceañeras pijas: nada que ver con los R. Kelly, Erykah Badu, TLC o D’Angelo, ni siquiera con los auténticos practicantes del nu soul ibérico, que aún pelean por escapar de las catacumbas del mercado desde compañías independientes como Avoid o Zona Bruta.
Los primeros que apostaron hace cuatro años por incorporar modernos ritmos urbanos al pop español fueron dos grupos ya disueltos: Master Plan y Buen Color. El barcelonés de origen árabe Eddine Saïd perteneció a estos últimos y ahora se postula en solitario con un álbum sorprendente titulado Onírica, que mezcla con acierto soul vocal y rap, instrumentos y bases programadas, jazz, reggae, swingbeat y flamenco. Saïd ha colaborado con Frank T y otros creyentes en el celebrado álbum de debut de los madrileños Guateque All Stars (Guateque All Stars), los más divertidos abanderados del género.
Como Las Niñas, Sulman también es gitano. Se llama Juan Martínez Bermúdez y vive en Valencia, pero las canciones de su primer trabajo suenan a rumba y a funk, a rap vestido con camisa de chorreras. Sulman creció vendiendo ropa en mercadillos de pueblo y ahora vende rimas y ritmos mestizos, sabiamente producidos por un amigo de apellido ilustre, Israel Amador, y respaldado por la multinacional Universal.
Las chicas aún apuntan más arriba y con más descaro. Por ejemplo, Silvia Amal, con Palabras de libertad, un disco lleno de proclamas feministas y fuerte sabor a soul contemporáneo. O la sensacional Dnoe, nuestra Erykah Badu particular, una vocalista de origen africano que despierta pasiones en escena por su imagen atrevida y sensual (cabeza rapada, gafas de sol fashion, pose provocadora) y sus textos militantes. En su álbum de debut, Qué piensan las mujeres 1: personal, han participado, entre otros, La Mala Rodríguez, Frank T y J Mayúscula.
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