Melanie Griffith y Tippi Hedren


Melanie Griffith y Tippi Hedren


Existió un hombre muy gordo, director fascinantemente inteligente, soterradamente romántico y consecuentemente atormentado, vocacionalmente perverso y cínico, que sentía pasión por un tipo determinado de mujer y de actriz. Hembras rubias y elegantes, aparentemente inaccesibles, damas con clase y anatomía perfecta. Alfred Hitchcock, que así se llamaba el feo y frustrado amador, le encargaba al inmensamente seductor Cary Grant o a otros tipos de incuestionable atractivo que encarnaran al galán que él hubiera deseado ser y las enamoraran y castigaran en sus películas. Una de ellas fue Tippi Hedren, señora en la que cada gesto revelaba su distinguida crianza, consciente de su belleza, amurallada y fría. La utilizó en "Los pájaros" y en "Marnie, la ladrona". En la primera jugaba a niña rica y caprichosa colgada del inicialmente desdeñoso Rod Taylor en medio del apocalipsis. En la segunda, su enigmática frigidez y su tenaz cleptomanía enloquecían de angustia y deseo al gran macho Sean Connery. Tippi Hedren se retiró prematuramente del cine, fue discreta en su vida privada, gozó de una prestigiosa y fugaz popularidad y asumió sin estridencias el anonimato.


Las comparaciones no siempre son odiosas


El aristocrático iceberg Tippi Hedren parió a Melannie Griffith, nena prematuramente volcánica, sensual, problemática, morbosa, con encanto. Sin relación con los valores maternos. Algo evidente desde que a los 19 años realizó una aparición inquietante en la sólida, negrísima y muy triste "La noche se mueve". Su exhibicionista vida se rebozó con todos los gozosos excesos y golosas transgresiones, algo que siempre exige factura y provoca resaca, mientras que su carrera cinematográfica evidenciaba que además de erotismo, esta actriz poseía talento, sobre todo para la comedia. Estuvo gloriosa e inolvidable con su disfraz de mujer fatal, juguetona y finalmente tierna en la maravillosa tragicomedia "Algo salvaje" y mucho más que convincente en el hábil cuento de hadas "Armas de mujer". Ha atravesado baches y le ha fallado en variadas ocasiones el olfato al elegir guiones, pero nunca ha pasado desapercibida. En los últimos tiempos se ha limitado a ser la tópica y típica norteamericana enamorada de su "latin-lover" Antonio Banderas. Woody Allen acaba de reclamarla. Nos puede dar muchas y gratas sorpresas.


Reportaje



Hombres, la píldora para no fallar / Doñana, el paraíso herido/ Banderas reinventa a Melanie / Entrevista: Jostein Gaarder / Niños entre rejas / Chantilly, base española / Alba Molina / 200 años, Napoleón descubre Egipto / Almanaque / La mirada de Francisco Umbral / Gentes / Cuaderno rosa de Ana Rosa Quintana / El tablón / Mesa y Mantel / Restaurante / Vino / Recetas / Ruta / Hotel / Horóscopo / Adivinación / Conéctate / Si yo fuera presidente /

Fauna: Golondrina común / Flora: Fresno

TOP LA REVISTA VOLVER