Alejandro Sanz, el fenómeno continúa


Alejandro Sanz, el fenómeno continúa

CUENTA que se le ha roto muchas veces el corazón. Pero aquella vez, en México, se le partió con mucho arte.

Monterrey. Año 1996. Alejandro Sanz, en gira, descansa en la habitación del hotel. Tiene miedo. "Esos hoteles americanos tan altos me dan pánico... Pienso en terremotos. Tengo la sensación de que me va a pasar algo. Y cuando me entran esos rollos no hay nada mejor que concentrarse y escribir".

Fue cuestión de un cuarto de hora. Ritmos flamencos, poperos y latinos, una letra algo desgarrada...: "Me salió de golpe. En un momento tuve la música y la letra del Corazón partío. El resto tardé un año en componerlo".

Aquel día nació una canción que haría historia. Así, como por casualidad, sin premeditación y casi sin confiar en ella, Alejandro Sanz dio con una fórmula, bendita fórmula, que se convertiría en mágica. Lo primero que pensó fue lo contrario: "Me acuerdo perfectamente de aquel momento. Me dije: `¡Qué putada! Esto no es para mí'. Siempre me pasa lo mismo, al principio me salen canciones muy flamencas. Ésta era una mezcla de muchas cosas. En esos momentos te confundes. Crees que siempre debes seguir un determinado estilo pero otra parte de ti, que es la que manda de verdad, te dice `venga tío p'alante'. Y entonces tienes que convencerte, primero a ti mismo, y después a todo tu equipo de que Corazón partío forma parte de tu evolución y va a ser bueno para tu carrera. Y lo de la evolución es complicado. Porque aunque a estas alturas nadie te dé órdenes, sí hay gente que te influye".

-Y ese corazón partío, ¿era el suyo?

-Probablemente. Siempre he tenido pequeñas grietas. Creo que todos tenemos el corazón astillado, más que partío. Los mejores muebles se sacan de las astillas ¿no? y no de las grandes encinas. Si tuviéramos que hacer una casa con los corazones de la gente tendríamos problemas de humedad. Hay mucha grieta por ahí. Todos tenemos el corazón partío y con muchos remaches, ¿quién tiene el corazón entero?.

Parece que la cosa funcionó. Que en España había mucho corazón partío dispuesto a contagiarse de ese ritmillo tirando a rumba. Gracias también a la guitarra maestra de Vicente Amigo. Un lujo. Pasó de ser una canción compuesta en una noche de miedo a formar parte de un disco que batiría récords, Más, publicado en agosto de 1997, y, después, a convertirse en himno nacional. Prácticamente.

-Pues fíjese, a mí no me da esa sensación, dice Alejandro.

-Será porque sale poco a la calle, los bares, fiestas, chiringuitos, discotecas, tiendas... Si ha vendido un millón y medio de copias del disco será por algo.

-El éxito ha sido esa melodía complicadamente fácil que tiene, lo que quiere decir que es una melodía difícil. Pero sobre todo esta canción me ha quitado el sambenito de Pisando fuerte, mi primer éxito importante. Prefiero que me digan que soy el del Corazón partío y, además, ahora me lo dicen de otra forma. El tropiezo con esta canción fue algo maravilloso. Se ha hecho popular y nadie se siente culpable al escucharla. Eso la diferencia de las llamadas canciones del verano. Ha hecho que cada vez más gente quiera ir a mis conciertos, que nadie sienta vergüenza por ser fan de Alejandro Sanz. Cuando veo a muchos tíos cantando conmigo me resulta raro y a la vez creo que tienen más cojones que los que yo tenía de joven cuando me hablaban de los Pecos o de Eros Ramazzotti. Quizás en esto influya también toda mi trayectoria. Ahora ya no está mal visto ir a un concierto de Alejandro Sanz, incluso es que no hay que perdérselo. Eso es lo bonito.

Su momento. "ya nadie siente vergüenza por ser fan mío. no está mal visto ir a mis con-ciertos, incluso no hay que perdérselos"

Más y el Corazón partío, con su fusión pop-flamenco, han sido la consolidación de un proceso. El que empezó en el año 1991 con su primer disco con la multinacional Warner, Viviendo deprisa (hubo algún escarceo anterior que pasó prácticamente desapercibido), y atraviesa ahora por el momento de la confirmación absoluta. Las cifras lo cuentan.

Desde agosto de 1997 hasta hoy un millón y medio de personas han comprado su disco en España (el más vendido de la historia en nuestro país) y más de tres millones en el mundo. Además, un millón de personas han asistido a sus conciertos en en los últimos tres meses durante lo que los medios españoles bautizaron como "la gira del verano".

OTROS CORAZONES

El fenómeno del Corazón partío ha desencadenado también una larga lista de versiones. Artistas y discográficas de todo el país han querido apuntarse a la gallina de los huevos de oro. La más afortunada en cuanto a respuesta del público ha sido la versión aflamencada que realizó a principios de 1998 el coro rociero sevillano Raya Real. Sus 25 miembros han hecho bailar a toda Andalucía al ritmo del Corazón partío en una opción más rumbera que elimina la percusión latina y refuerza los aspectos más flamencos. Más de 50.000 copias vendidas de su disco, Toda una vida bailando, demuestran que la fórmula fue acertada. No debe pensar lo mismo Alejandro Sanz que, un tanto sorprendido por la cantidad de versiones que se estaban editando de su "hija", como él la llama, se ha dirigido en varias ocasiones a la Sociedad General de Autores para mostrar su oposición a esta tendencia que, a su pesar, es completamente legal.

"Te juro que no me compensa ni por los derechos de autor que cobre ni por nada. Es muy fuerte esto. No estoy de acuerdo. La mejor versión es la canción en sí y siempre lo va a ser. Musicalmente la canción tiene un tiempo y en cuanto lo aceleras para que sea bailable, como hacen las más discotequeras, se convierte en un bodrio. Al menos a mí no me gusta. Y si a la gente le gusta bailarla así de rápido en la discoteca pues ahí tienen unas remezclas que hemos hecho nosotros, en mi compañía. La que más me gusta es una acid jazz. El rollo rumbero creo que la horteriza bastante. Y la salsa y el merengue, también". Le molestan las versiones en general porque dice que rara vez superan o mejoran la original, pero hace una honrosa excepción: "El único que ha hecho versiones buenas recientemente ha sido Miguel Bosé en su último disco recuperando grandes canciones latinas".

Warner ha editado, con la supervisión del propio Alejandro Sanz, el disco Corazón partío. Remezclas, que lleva vendidas 102.000 copias y que incluye tres variaciones de la canción (latin mix, club mix y club mix edit). A la vista de la superproducción de corazones partíos que ha indadido el mercado español, la compañía discográfica del artista se ha ocupado de resaltar con contundencia el sello que aparece en la carátula diciendo "versión original".

MEJOR HERIDO. "un corazón entero no vale un duro, me cuesta creer que haya gente dura que te dice que no llores ni sufras"

Otras interpretaciones, que no adaptaciones, ya que sólo se le ha cambiado el ritmo a la original, son la del Coro de la Hermandad de Coria, la de Rumbas sin fronteras o las que incluyen las discográficas Ginger y Max Music en sus recopilatorios veraniegos Calentito y Caribe Mix 98. Se puede escuchar también en discos de karaoke o en conciertos en directo de algunos flamencos que han encontrado en la canción una letra apropiada para sus cantes. La interpreta por ejemplo Bernardo, el hermano de las artistas sevillanas Irene y Chelo.

Entonces, lo decía Alejandro, debe ser verdad que el 90% de los españoles tiene el corazón partío. ¿Y el otro 10%? "Me sorprende ver la frialdad que pueden llegar a tener algunos. Hay personas por ahí que te dicen que no llores, que no sufras, que no... No sé, me cuesta creerlo, hay muy poca gente que sea entera de verdad. Un corazón entero no vale un duro. Es como lo de las ojeras. Si no las tuviera parecería que no he hecho nada en mi vida. Son el baúl de los recuerdos".

LA CICATRIZ

-Y después de tanto preguntarse quién le va a curar el corazón partío, ¿ha encontrado la fórmula?

-"Hombre, el corazón partío se cura con agua de mar, con sal, que es como lo curaba todo mi abuela. Lo suyo es que los remiendos no sean bonitos. Lo bonito es que quede la cicatriz, la que cierra la herida y abre el resto del alma y te permite sentir las cosas con más claridad. El corazón no se cura, se seca. Es frágil y se volverá a abrir".

-Usted propone en su letra algunas soluciones, las tiritas o un "miénteme aunque sea".

-Sí, la mentira es como la tirita. No te arregla la herida, evita que te roce. No cura, pero una vendita, aunque sea de seda, viene bien para no ver las cosas tan claras. Ya se sabe que muchas veces el engañarse a uno mismo hace que el dolor sea menos intenso. Todos nos engañamos alguna vez ¿no es verdad?.

La canción que nos ocupa es por supuesto la que cierra cada concierto de Alejandro Sanz.

Seis minutos de Corazón partío y la masa enfervorizada alza sus brazos al cielo en gesto flamenco y canta las estrofas completas. Él se mueve y casi, casi, se arranca por bulerías, que es lo que realmente querría. Un momento muy caliente. Alejandro se despide y se toca el corazón, "que se os quede algo aquí".

CÓMPLICES "en mis conciertos hay comunicación, buen rollo, pero no son empalagosos. complicidad con un poco de canalleo"

Hace unas horas terminó uno de sus conciertos. Ha cambiado el terno negro Hugo Boss por su atuendo habitual, camiseta y pantalón de algodón, muy, muy casero, zapatos "calaítos", que el calor aprieta, y la gorra hacia atrás.

Alejandro, que, ya saben, fuma en pipa, recupera ahora su imagen de chico de barrio. Y es lo que más le gusta del mundo, parecer de barrio, contar chistes, chascarrillos, anécdotas de viajes, risas, buen vino, amigos, marisco... Se hace dueño de la reunión. Y llega el momento de la reflexión.

"¿Feliz? Sí, soy feliz, aunque queden muchos problemas por resolver en mi vida. La felicidad completa debe ser como aquellos chicles que vendían a real, pegajosa... No debe existir, no debe ser simpática, sino un poco tensa. Bueno, la felicidad existe porque sabes que tienes cosas por las que luchar, tienes ilusiones. Digamos que soy moderadamente feliz".

-Tantos días cantando ante tanta gente. Variarán sus sensaciones, sus conclusiones según avanza este año, su año, en el que por cierto cumplirá los 30 (18 de diciembre).

-¿Sabes lo que realmente he sacado de todo esto? He reconfirmado, y lo digo así porque lo he confirmado muchas veces, que cuando uno hace lo que le gusta vive un proceso en su vida que al final le lleva a aparecer ante la gente como alguien sincero. Y lo eres en el fondo. De lo que más orgulloso me siento es de la trayectoria más que de la cosa puntual de este momento. La gente no es tonta y al final es el público mismo el que hace una especie de criba.

"NO QUIERO SER FAMOSO

Sincero y, además, estricto defensor de su intimidad ante la prensa del corazón. Hasta el momento con suerte. Así lo ha querido siempre. Alejandro Sanz, al que muchos desearían ver acompañado de los suyos, familiares, amigos o amores, al que persiguen los paparazzi cuando navega por Ibiza bien acompañado y al que continuamente le llueven rumores sobre su vida privada, no quiere ser encasillado como "famoso": "Yo nunca pagaría ese precio por la fama. Hay famosos, sobre todo los que se llaman así entre comillas, que son literalmente odiados. Sobre ellos caen comentarios agridulces, con cuchilla. Porque hay quien se siente con derecho a acuchillar. Sin embargo yo he tenido suerte en eso y quizás también otro tipo de educación. No me gusta salir en programas o revistas si no tengo nada que decir y mucho menos, vender unas fotos".

Alejandro Sanz actúa en Burgos (30 de agosto), Bilbao (4 de septiembre), Pamplona (5), San Sebastián (6), Madrid (9 y 10) y Barcelona (12).


Reportaje

El chico de los millones

Corazón Partío



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