Un rascacielos europeo y gótico. 1260

La catedral medieval de Chartres, resumen de la arquitectura del pasado y adelantada al futuro

EL CENTRO ARQUITECTÓNICO del segundo milenio son las catedrales, y la de Chartres, consagrada en 1260, es resumen y cima de la arquitectura medieval. Se citan otras (la de Sevilla, la de Notre Dame, la de Colonia), como dignas émulas de aquélla y la discusión prosigue. Una cosa es cierta en todo caso: el primer rascacielos moderno no fue neoyorquino, sino europeo y gótico.

Algunos han visto en las catedrales medievales una síntesis en piedra de los grandes bosques germánicos de donde salieron los bárbaros que destruyeron el imperio romano, y cierto es que el amplio espacio abierto circundado de columnas del interior de las catedrales parece un gran claro de bosque nórdico. Pero la mente humana es como los vasos comunicantes, que se influyen mutuamente sin tocarse, de modo que los arquitectos medievales deben gratitud, sin sospecharlo siquiera, a otros pueblos constructores de los que, en algunos casos, no tenían noticia.

Por ejemplo, los zigurats babilonios (de 2200 a 500 antes de Cristo), o las pirámides truncas de los mayas (entre el siglo VIII antes de Cristo y el XII de nuestra era), o la cúpula de Santa Sofía (537), o la mezquita de Córdoba (siglo VIII de nuestra era ), o el gran templo funerario camboyano de Angkor Vat (1150), macizo montañoso geométricamente perfecto, entre barroco y modernista. Todo esto se resume, para más de un filósofo del arte, en las líneas pesadas y volantes de la catedral medieval europea.

Foto. Catedral de Chartres.