VIAJES | DESIERTO DE ATACAMA
Luna de miel de lujo en medio de la nada
No les proponemos un viaje de novios convencional con playas, palmeras y miles de turistas. La ocasión bien merece una propuesta exclusiva, con atenciones de lujo y rodeados de una naturaleza sobrecogedora. El desierto de Atacama, al norte de Chile, es un destino en alza que combina tranquilidad, naturaleza, deporte, cultura y exquisitas comodidades para una pareja de recién casados.
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| Vista del patio central del hotel, desde el que se distribuyen las 42 habitaciones. |
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por Ismael Quintana, fotografía de Jaime Travezán
Actrices como Enma Thompson o Salma Hayek que buscan tranquilidad después de pesadas giras promocionales, ejecutivos que quieren liberarse del estrés cotidiano, políticos que necesitan unas jornadas de descanso tras duras negociaciones oficiales, millonarios a la caza de paraísos desconocidos... Éstos son algunos de los turistas que visitan Atacama y se alojan en el hotel Explora Larache. Situado al norte de Chile, entre el océano Pacífico y los volcanes de casi 6.000 metros de la cordillera de los Andes, Atacama está considerado el desierto más árido del mundo, un desierto salpicado de pequeños pueblos y oasis que resulta inabarcable por su extensión y extremecedor por sus paisajes.
Vía de entrada de las culturas del altiplano al sur de América, por Atacama pasaron, entre otros, los incas y los tiwuanacus, dando origen a una de las más ricas culturas andinas, la atacameña. Allí, hace más de 400 años, un grupo de españoles fundó una misión en un fértil oasis, San Pedro de Atacama. La llegada al pueblo no es fácil, requiere viajar a Santiago de Chile y desde allí volar hasta Calama (con escala en Antofagasta), desde donde el viajero empieza a adentrarse en el desierto y recorre más de 100 kilómetros en coche antes de pisar suelo del pequeño pueblo de calles sin asfaltar, situado a 2.443 metros sobre el nivel del mar. Pero el largo viaje reserva enormes sorpresas al visitante, que ya va intuyendo durante el recorrido hasta llegar a San Pedro.
Junto al pueblo se encuentra el hotel Explora, uno de esos escasos hoteles realmente especiales que hay por el mundo. Ofrece un particular concepto de máximo lujo sin ostentación alguna y combina todo tipo de comodidades con deportes de aventura o excursiones a parajes espectaculares. Inaugurado en 1998, el hotel cuenta con 52 habitaciones, cuatro piscinas descubiertas (una de ellas climatizada debido a la bajada de las temperaturas por la noche) y cuadras de caballos propias. El Explora tiene grupos de guías que ofrecen todas las visitas imaginables por las diferentes zonas del desierto, ya que la filosofía de la empresa es acercar al huésped la naturaleza y la cultura de una zona remota de América sin que éste tenga que renunciar a la comodidad, una tarea que resuelven con esmero el matrimonio del inglés Paul Rodwell y la española Noemí Jordana, directores del hotel. El huésped descubre y vive así la aventura que le proporciona el entorno natural y las tradiciones de un lugar tan apartado, pero con la libertad de saber que al regreso le esperan una habitación confortable, un reconfortante jacuzzi y una buena cena con vinos chilenos. A diario se pueden elegir de ocho a 10 alternativas en grupo máximo de 10 personas. Se llevan a cabo a pie, en furgoneta, en todoterreno, a caballo o en bicicleta de montaña. Bosques de cactus, conos volcánicos casi perfectos como el del enigmático Licancabur, géiseres, cascadas y otras maravillas se esconden en este lugar lleno de fuerza y misterio.
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