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Domingo 12 de octubre de 2003 | |
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El Rey y la Corona
TÍTULO SEGUNDO “De la Corona”| 10 artículos| Significado y función| Herederos| Derechos y deberes| Moderador de las instituciones| Asignación económica
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ANA RUIZ
La Monarquía volvió a España de la mano de Franco cuando en 1969 nombró oficialmente sucesor a Juan Carlos de Borbón a título de rey. El hecho de ser elegido por el dictador hizo que muchas personas desconfiaran de él. Las palabras de Santiago Carrillo con motivo del 25 aniversario de la coronación resumen este sentimiento: “Los que veníamos de una tradición republicana, al principio desconfiábamos de los propósitos del Rey, por la razón de que lo había designado Franco. Temíamos, dado este origen, que se propusiese continuar el régimen dictatorial”.
Pero a lo largo de estos años el monarca se ha ganado la confianza de todos, como demuestran los sondeos de opinión. Una encuesta del CIS a los 10 años de la Constitución indicaba que el 67% de los españoles consideraba que la Monarquía estaba enraizada en la Historia española. En 2000, los resultados de una encuesta de Sigma Dos para El Mundo otorgaban a la Monarquía una nota de 7,49 sobre 10 y un 82,9% pensaba que el Rey fue imprescindible en la instauración de la democracia.
Sin embargo, no todos los aspectos eran tan favorables: el 45,1% consideraba que la institución resultaba cara. Así, la partida destinada a la Casa Real para 2003 es de 7,22 millones de euros, un 3,5% más que en el ejercicio anterior, que ascendió a 6,98 millones de euros. En 1979 fue de 157 millones de pesetas.
El Príncipe de Asturias representa el futuro de esta Monarquía que nació con la Constitución de 1978. En el décimo aniversario de su promulgación, un estudio del CIS recogía que el 75% de los españoles pensaba que la educación del heredero era la adecuada para un futuro rey. Doce años después, en una encuesta de Sigma Dos para El Mundo, esta cifra ascendía a un 91,6%.
Las diferentes acompañantes de Don Felipe también han sido motivo de comentario. En 1997, una encuesta realizada para El Mundo indicaba que el 66% de los españoles pensaba que el Príncipe debería casarse con quien quisiera. En marzo de 2001, un 61,9% de los españoles aceptaba que Eva Sannum fuera la futura reina. Tres meses después, los que veían bien la boda eran sólo el 44,7%. Finalmente, en enero de 2002, otra encuesta de Sigma Dos para El Mundo mostraba que un 71,6% de los españoles pensaba que el Príncipe debería casarse por amor.
La Constitución
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