La primera reportera de guerra de nuestro país es una mujer satisfecha de haber recorrido el mundo de la miseria y los conflictos armados, de haber puesto en riesgo su vida y renunciado, como buena feminista, a una vida convencional. A sus 55 años, esta amante de la gran ciudad acaba de publicar Los excluidos, un nuevo compromiso con los marginados.
Por Carmen Rigalt. Fotografía de Chema Conesa
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