Reportaje

LA ETAPA NEGRA

Hace sólo 15 años, el Museo de Ciencias Naturales era pasto de las polillas y los ladrones. Abandonada a su suerte, la institución se desmoronaba sin que nadie pudiese hacer nada por ella.

Reportaje El robo de material bibliográfico en el mes de noviembre de 1986 fue el último capítulo de la crónica negra de un museo que atesora una larga lista de robos, desapariciones y abandonos. Se habían sucedido espectaculares hurtos, como el de la cola del esqueleto de un magnífico ejemplar de dinosaurio, que se alternaban con acciones tan deleznables como alimentar las calderas de la calefacción con viejas pieles de animales pertenecientes a las colecciones.

Cristales rotos, un edificio arruinado y unos jardines convertidos en pudrideros eran el preámbulo que daba paso a las lóbregas salas, en las que las polvorientas vitrinas estaban ocupadas por una decrépita colección de ejemplares devorados por las polillas. Estas fotografías, realizadas en 1985, nos enseñan la decadencia de un museo que fue absolutamente abandonado a su suerte. Desprendido de tan lúgrube pasado, a comienzos de la década de los 90 el centro emprendió una profunda reforma que le ha hecho recobrar parte de su antiguo esplendor.

Por Alfredo Merino



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