Resulta evidente el parecido físico entre estos hermanos, pero las similitudes se amplían al poder de comunicación que poseen ambos, el amor que les profesa la cámara, y aunque sea irrelevante es curioso que los dos iniciaran su carrera periodística especializándose en temas deportivos. Sin embargo, su estilo expresivo no guarda demasiadas coincidencias.

A cualquier profesional que da la cara cotidianamente en la televisión se le atribuye lógicamente entre sus funciones la misión de interpretar un papel, de crear un personaje, de transmitir según un guión escrito o improvisado. El público puede llegar a identificar a ese actor o actriz que realiza mejor o peor su trabajo (los malos histriones duran poco) con su personalidad auténtica, a creer ciegamente que todo es lo que parece. Mercedes Milá, una mujer inteligente, con incontestable personalidad, culta, en posesión de estilo, lleva muchos años ofreciendo cursos magistrales de interpretación en sus casi siempre triunfantes programas. Yo la situaría en la escuela del Actor's Studio. Abusa de la gestualidad, adora la intensidad, es vocacional o estratégicamente agresiva, permanentemente coqueta, sinuosa detrás de sus aparentes sinceridad y desgarro, manipuladora con clase, demagoga con calculada afectación, llena de agilidad mental, una profesional de primera clase que puede alardear en su brillante currículum de más aciertos que equivocaciones.

Lorenzo Milá, modélico presentador del muy digno e insólito informativo de La 2 Noticias ha optado por la calidez, el tono familiar, la ausencia de afectación y solemnidad, la misión de que el cultivado espectador crea que le están hablando de tú a tú. Evidentemente, este chico desencorbatado y elegante, de modales impecables y sutiles, es el conductor ideal de un programa que huye de las ruedas de prensa, el sensacionalismo vendible, la información aséptica con vocación de trascendencia y a cambio vuelca su amor en temas tan progresistas como el medio ambiente, los movimientos alternativos, la cultura sin mayúsculas, la gente de la calle con cierto status social. Conscientemente, no se propone enamorar a esa cosa tan abstracta llamada mayoría, pero sí a las notables minorías. Este fulano posee presente y futuro. Su hermana tiene pasado, ignoro su presente, pero no hay duda de que si le propone siempre tendrá futuro.