Parecía que el fenómeno de los musicales que llegó a España, y más concretamente a la Gran Vía madrileña, con tanta fuerza hace unos años, sería producto de las modas y tal vez no acabaría de cuajar entre el público español. Pero el triunfo de este género en nuestros teatros es ya una realidad incontestable y ahora el reto de la industria del espectáculo se centra en crear nuevas historias e incluso productos genuinamente nacionales que consigan entusiasmar al público.

De momento, ante la falta de ideas, la tendencia en todos los escenarios del mundo, desde Broadway hasta Madrid, es la de recurrir a las canciones de iconos musicales de otras épocas para ambientar una historia que, dicho sea de paso, nada tiene que ver con la biografía de estos grupos musicales que sirven como reclamo.

Tanto en Broadway como en el West End londinense ya han explotado esta fórmula con éxito. Lo han hecho con Taboo, un espectáculo que cuenta con canciones de Boy George; Movin' Out, que utiliza temas de Billy Joel, Drive All Night, un espectáculo basado en la música de Bruce Springsteen, o We will rock you, con los himnos inmortales de Queen, un montaje que también ha pasado por nuestros escenarios.

Además, se empieza a anunciar en Broadway un nuevo musical, Colour my World, que estará basado en canciones del grupo Chicago; el espectáculo The Wall, que tiene como base el disco homónimo de Pink Floyd y que contará con canciones como Another Brick in the Wall o Hey You; el musical Good Vibrations, con los bailones ritmos de los Beach Boys, que llegará a la mítica avenida neoyorquina a principios del próximo año para explotar un filón que ha demostrado dar buenos resultados. Y hasta los temas del rey del rock, Elvis Presley, darán forma al musical All Shook Up. España no se queda fuera de esta corriente revivalista. En los próximos meses se incorporarán a la cartelera madrileña dos nuevos títulos musicales que siguen esta línea: uno made in Londres y otro 100% español.

Este ejercicio de nostalgia lo llevará a cabo Mamma mia!, un espectáculo basado en las canciones de Abba, la mítica banda sueca que popularizó temas como Waterloo o Chiquitita, y que ya ha sido visto por 17 millones de espectadores en el mundo. Ahora, a partir del 11 de noviembre desembarcará en el Teatro Lope de Vega de Madrid para tratar de repetir la suerte que corrió durante los dos años que estuvo en cartel en el mismo teatro El fantasma de la ópera.

Sobre las tablas estará Nina, que ha decidido cambiar las aulas de la academia catódica más famosa de los últimos años por el escenario del Lope de Vega. Será la estrella de este montaje en el que también participan Marta Valverde (que deja Cabaret para pasar a Mamma mia!), Paula Sebastián y Bruno Squarcia, entre otros. Canciones reconocibles por todo tipo de público, que forman parte de la vida de más de una generación, servirán para aderezar una historia de humor que no pretende ser, en absoluto, la historia de Abba.

La productora

Una de las principales responsables de que pueda verse en España este espectáculo, que ha recorrido tres continentes, es la productora Cie Stage Holding, la empresa que más musicales ha montado en nuestro país. En su momento apostaron por traer a Madrid títulos como La bella y la bestia, My fair lady, El fantasma de la ópera, Cats o Cabaret (éstas dos últimas aún permanecen en cartel), con el coste económico que un montaje de estas características requiere. Por ejemplo Cats, el espectáculo más caro, obligó a desembolsar a la compañía unos 7 millones de euros. Ahora siguen otorgándole su confianza a versiones de títulos que ya han triunfado fuera de nuestras fronteras. (Las entradas para Mamma mia! ya están a la venta en El Corte Inglés).

Producto 100% español

Por su parte, en España también han querido echar la vista atrás los ideólogos de Hoy no me puedo levantar, un musical de corte netamente español en el que Nacho Cano se ha propuesto rescatar algunas de las canciones de Mecano para dar forma a un musical de aires ochenteros.

El ex componente de Mecano dirige y David Serrano, guionista de El otro lado de la cama y Días de fútbol (de la que también es director), ha escrito el libreto de un montaje que repasa los emblemáticos años 80 a través de algunas de las canciones más sonadas de Mecano, al tiempo que narra la historia de un grupo de jóvenes que aterriza en Madrid persiguiendo un sueño: triunfar con su música. Nacho Cano no se cansa de repetir que la historia no tiene nada de autobiográfica.

El sabor español se dejará notar en referencias imprescindibles para los que hayan vivido esa época, como las de la Bola de cristal, el 12-1 de España a Malta o el famoso Naranjito. Aunque tantas alusiones locales podrían hacer pensar que el producto puede ser difícilmente exportable a otros países, no es así. La productora Drive Enterteinment, responsable de este espectáculo, ya tiene ofertas sobre la mesa para que el musical de Mecano pueda estrenarse en otros países de Europa, Latinoamérica y en Estados Unidos, aprovechando el éxito internacional que tuvo el grupo en los 80.

Los actores que brillarán en el cartel del musical aún no tienen nombre. Las audiciones que se están celebrando en Madrid desde el pasado lunes pretenden tener seleccionado en torno al 10 de octubre a un grupo de 30 artistas jóvenes capaces de transmitir la magia de los 80 sobre el escenario de los antiguos Cines Rialto. Este edificio, que data de 1920, está siendo remodelado de arriba abajo por la propia compañía para volver a transformarlo en teatro y que pueda acoger el próximo 1 de marzo el estreno de Hoy no me puedo levantar. De entrada, no hay nadie preseleccionado, así que todos los integrantes del reparto saldrán del casting que se está celebrando en estos días para así poder descubrir a nuevos talentos y evitar que los actores de musicales sean siempre los mismos, rotando de un espectáculo a otro.

Canciones de Abba frente a canciones de Mecano, Nina frente a los que fueron o pudieron ser sus alumnos en la Academia de Operación Triunfo, los 70 frente a los 80...Un duelo musical cuyo resultado es todo un interrogante, pero que confirma que el musical ha llegado a España para quedarse.