137 | sábado, 22 de enero de 2000 |
prueba | ||
La versión coupé del Honda Accord está basada en la berlina desarrollada para el mercado norteamericano, que es un poco más larga y ancha que la que se comercializa en Europa. No son diferencias importantes, pero sin duda deben tener su influencia en que la habitabilidad del vehículo sea bastante buena. Esto, en un coupé, supone tanto como decir que se puede pensar que en su interior viajen cuatro adultos sin que dos de ellos, a quienes les toque el asiento posterior, vayan muy incómodos. Completando el capítulo de la habitabilidad, hay que añadir que dispone de un generoso maletero, más grande incluso que el de la berlina, que se abre desde el interior. La línea es más afilada que la de aquella, siete centímetros más corta. Este detalle le permite una mejor aerodinámica. Sin embargo, su estilo es un poco inconexo. Las formas redondeadas y fluidas de su parte delantera no se corresponden bien con las de la parte trasera, más rectas y cortantes. Excelente respuesta. Bajo el capó, la única alternativa mecánica que se ofrece en el coupé es la última versión del motor de seis cilindros en V de Honda, que ha crecido hasta los tres litros de capacidad. No es excesivamente potente, si tenemos en cuenta que hay competidores que ofrecen rendimientos un 10% y un 15% superiores, pero a cambio, es muy suave de funcionamiento y tiene una excelente respuesta a bajas revoluciones. Algo a lo que ayuda el cambio automático de cuatro marchas que es, también, la única opción en este sentido. Este apoyo a las prestaciones del motor es la principal virtud de esta caja de cambios que, para el mercado europeo, se ha quedado algo atrasada. Una marcha más y un programa que facilitara el cambio manual en ciertas circustancias, como ha hecho Mercedes en sus cajas automáticas de última generación, aumentarían en ocasiones el placer de su conducción y el carácter deportivo que en Europa tiene un coupé. Nada que decir en cambio en lo que a prestaciones se refiere -l coche puede correr mucho y responde con prontitud-y tiene unos consumos relativamente bajos. Suspensión blanda. El comportamiento es bueno. El coche se muestra muy dócil a las solicitudes del conductor. No obstante, hay que señalar que, cuando se pretende circular rápido por una carretera de montaña, hay dos elementos que hacen que el coche muestre que sus preferencias son los largos recorridos en autopista y autovía. Uno, es el cambio automático de sólo cuatro marchas que en algunos momentos impone, o rodar a tope de revoluciones, en segunda, o a un régimen demasiado bajo, lo que supone una menor capacidad de recuperación. El otro, y más importante, atañe a la suspensión, más blanda que la de la berlina, lo que le resta algo de agilidad en los recorridos sinuosos. Sin embargo, en esos largos recorridos por autopista o autovía, el Accord Coupé corre a sus anchas, transportando a sus ocupantes de forma rápida y confortable. Su mecánica resulta silenciosa y el aislamiento acústico de las vibraciones procedentes de la rodadura está muy logrado. Sólo queda por mencionar que la dirección es muy suave, pero no hasta el extremo de carecer de tacto y que los frenos resultan tan potentes como progresivos. HABITACULO La accesibilidad a las plazas posteriores es mediocre, aunque los asientos delanteros avancen para facilitarla. Lo bajo del techo obliga a contorsionarse excesivamente. Una vez dentro, si los ocupantes de los asientos delanteros tienen estaturas normales, hay espacio suficiente para las piernas. Además, existe una respetable altura con respecto al techo gracias, en buena parte, a que la banqueta va muy baja. BASTIDOR El coche ha pasado con buenas calificaciones las pruebas de choque que se exigen en Estados Unidos, más rigurosas que las que se realizan en la UE. Lleva doble airbag delantero y dos laterales. El ABS se combina con un control de tracción que evita pérdidas de adherencia en caso de arrancar o circular sobre piso deslizante. El motor va montado en forma transversal, ligeramente inclinado hacia delante. SALPICADERO Su diseño es muy norteamericano, pero perfectamente aceptable para el gusto de los europeos. No obstante, en la unidad probada, era de color beis, que aunque combina bien con los perfiles de madera, es menos aceptado por los españoles, que prefieren tonos oscuros, más sobrios. El cuadro de instrumentos es completo, fácil de leer y sin ángulos muertos. Los mandos están al alcance de quien conduce. A lo sumo se puede criticar la excesiva proximidad de los que regulan la climatización con los del equipo de sonido. Ficha Técnica
+ EL MOTOR. No es el más potente pero su capacidad para recuperarse desde bajas velocidades es excelente y sus consumos no resultan exagerados. - LA CAJA DE CAMBIOS. Resulta demasiado turístico para ser utilizado en un coche que en Europa no deja de tener una cierta componente deportiva. Conclusión *** Potente, confortable, relativamente amplio, y bien presentado, al Accord Coupé le traiciona, en el mercado europeo, su carácter muy americano. Una mayor firmeza en las suspensiones y un cambio algo más deportivo le harían subir de cotización. En su contra pesa también el menor precio del Ford Cougar y el diseño Pininfarina que tiene el Peugeot 406. |
| Motor &Viajes | El Mundo | |