CORTIJO DE LA PLATA/ ZAHARA DE LOS ATUNES (CÁDIZ)
Piedra, cal y arena para el descanso
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Manuel Mateo Pérez
 ¿Un cortijo al lado del mar? Eso es algo inhabitual en la arquitectura andaluza. Pero en Zahara de los Atunes, en una de las playas más íntimas y recogidas del litoral gaditano, hay uno. Sus dueños lo han dado en llamar el Cortijo de la Plata y pasa por ser uno de los hotelitos más deliciosos de cuantos se han abierto en la actualidad por las anchas playas de Cádiz.
La historia cuenta que el edificio que lo alberga se levantó en 1883, y que desde un principio acogió una caballeriza militar cuya misión era controlar esa parte de la costa gaditana. Su arquitectura de piedra, cal y arena responde a los mismos postulados estéticos de los cortijos que el viajero encuentra en medio de las campiñas y de las solanas andaluzas.
Su tipología sigue el fiel ejemplo de estas construcciones ligadas a la agricultura y la ganadería. De hecho, en Cádiz hay censados hasta 350 cortijos, haciendas y lagares que conforman un patrimonio rural de incuestionable valor histórico.
Desde hace unos años la familia Castrillón está empeñada en hacer del Cortijo de la Plata un lugar idílico para el descanso y el esparcimiento. Lo han conseguido conviertiendo las viejas dependencias del cortijo en 14 espaciosas y luminosas habitaciones que han sido decoradas con todo tipo de objetos antiguos y con un mobiliario de genuino aroma colonial.
Desde las ventanas de buena parte de estas habitaciones se divisa la playa de Zahara de los Atunes. Recostado en las faldas de Atlanterra, el Cortijo de la Plata luce tejados de tejas moras, recios muros de piedra, arriates perfumados por buganvillas, rosales y jazmines y un patio central empedrado donde no falta un pozo.
Además la familia Castrillón demuestra su buen hacer culinario en el restaurante, que abre a la hora del almuerzo y la cena. Lo mejor será dejarse aconsejar por ellos. No pierda de vista los arroces marineros, los pescados frescos de la bahía o los guisos de cuchara. Los postres son un reclamo divino para los más golosos. El restaurante posee deliciosas vistas hacia la piscina, la zona de jardines y la playa. texto y fotos:
En los alrededores...
PLAYA DE BOLONIA. Al lado del conjunto arqueológico romano de Bolonia, donde destacan el ágora, el anfiteatro y la fábrica de salazones hay una playa en forma de arco cuya arena fina cubre una ancha zona de dunas.
BARBATE. La población marinera vive desde su fundación del mar. En ciertas épocas del año se procede a la pesca del atún por medio de un arte de pesca milenaria. Se trata de la almadraba. Es un espectáculo contemplar estas faenas marineras.
CAÑOS DE MECA. Una de las playas míticas del litoral gaditano. Posee zona nudista. Desde los años 60 fue lugar de peregrinación de hippies y bohemios. Al lado está el cabo de Trafalgar. Un faro alumbra este trozo de mar y playa.
TARIFA. En la playa de los Lances –paraje natural protegido– raro es el día que no hay windsurfistas. Tarifa es famosa por el viento de levante que hincha las velas de estas tablas. Abundan los campeonatos de surf en verano. |
