220 Motor & Viajes
Martes 13 de noviembre de 2001
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Parece un Cherokee, pero no lo es. Parece un todoterreno ligero, pero tampoco lo es. Entonces, ¿qué es? Es un nuevo vehículo que tan sólo conserva un nombre que ya se ha convertido en mito, y que se configura como un todoterreno puro y duro a pesar del aspecto atractivo y desenfadado de su carrocería

JEEP CHEROKEE 2.5 CRD
No hay que fiarse de las apariencias

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MANUEL DOMÉNECH

Está claro que el nuevo coche no se parece en nada a un Cherokee por la forma de su carrocería. Ha dejado de ser un automóvil con diseño de ranchera para convertirse en un auténtico todoterreno. Y si el nombre se mantiene es porque se ha preferido al de Liberty que utiliza en el mercado norteamericano, por eso de que Cherokee se asocia con más rapidez a Jeep. Además, en principio, estaba previsto, aparte de este Liberty/Cherokee, el desarrollo de un auténtico sucesor del Cherokee, proyecto que, por el momento, se ha parado.

Hecha esta salvedad, y anteponiendo que este nuevo todoterreno de Jeep –de nombre Cherokee– es totalmente original y nada tiene que ver con el antiguo Cherokee, al no existir un relevo de éste, no hay más remedio que compararlos.

Herencia. Así las cosas, ¿qué lega el coche que ha dejado de producirse en favor del nuevo modelo? Pues algunos defectos, no importantes, pero que sí afectan al confort. Se trata, en primer lugar, de un pedalier en el que no hay apoyo para el pie izquierdo. Este asunto tiene una explicación fácil. Es un coche estadounidense que, como el antiguo Cherokee, está pensado para llevar una transmisión automática que no necesita pedal de embrague. En ese caso sí hay sitio para colocar el pie. Al usar un cambio manual ese espacio desaparece. Lo que sí es cierto es que es muy incómodo y produce cansancio en el conductor. También lo es que la palanca de cambios tenga un accionamiento muy duro y no sea del todo precisa, como ocurría en el antiguo coche. Y lo mismo sucede con el túnel de transmisión donde se ubican esa palanca y la de las reductoras y la tracción total, que es demasiado ancho. En definitiva, modos de hacer que no han evolucionado como sería de desear.

Pero el nuevo coche ofrece cosas nuevas y buenas, empezando por su diseño. Se trata de un coche que parece compacto, pero que, una vez más, engaña, ya que es más largo, 25 centímetros, en parte debido a que la rueda de repuesto está situada en la parte exterior del portón trasero, y la distancia entre sus ejes es ocho centímetros mayor. Y qué decir de la altura, nada menos que 23 centímetros superior.

Su estilo, derivado del aplicado a los prototipos Jeepster y Dakar, y repetido en los prototipos Wyllis y Wyllis II, es desenfadado, moderno y juvenil. Dos faros redondos rodean a una calandra compuesta por siete elementos verticales, y unos grandes aletines le dan un aspecto muy agresivo.

La parte trasera está personalizada por la rueda de repuesto –un rasgo típico de un verdadero todoterreno– y por unos grupos ópticos de formas redondeadas. El portón se abre en sentido lateral, y la luneta lo hace de forma independiente, lo que resulta muy cómodo.

Motor eficiente. Ese portón da acceso a un maletero que, si no ha crecido en anchura y profundidad con respecto al viejo Cherokee, sí lo ha hecho, y mucho, en altura, con el beneficio añadido de no verse estorbado por la rueda de repuesto. Sus formas son muy regulares y aprovechables, y los 475 litros que admite, suficientes.

El motor sigue siendo un turbodiesel de 2,5 litros, de origen Detroit Diesel, pero mucho más moderno, al llevar inyección directa a alta presión con raíl común y culata de 16 válvulas, que el anterior. Eso significa más potencia –27 caballos más– y más fuerza para mover el coche, que no es precisamente ligero, casi 1.900 kilos.

Es un propulsor de excelente rendimiento, progresivo en bajas revoluciones y potente en altas. Permite lograr unas prestaciones muy dignas con un consumo que no nos ha parecido nada exagerado. Lo único que se le puede achacar es una sonoridad elevada.

En cuanto al comportamiento, el esquema de suspensión elegido funciona tan bien dentro como fuera de la carretera. Es un coche muy ágil en el campo, incluso en las zonas más difíciles gracias a las reductoras, y muy equilibrado en carretera, con muy poco balanceo de carrocería. La trayectoria en curva es muy limpia, lo que le permite un paso más rápido de lo normal. La dirección es suave y precisa, no así el cambio, que además resulta lento. Los frenos, aunque pueden con el coche y tienen un buen rendimiento, piden a gritos la ayuda de un ABS que sólo se ofrece como opción en la versión Limited.

HABITÁCULO
Incluso el interior está sujeto a apariencias, pues parece más pequeño que el del antiguo Cherokee sin serlo. La anchura es idéntica delante y detrás, pero no la longitud, que es mayor, lo que crea más espacio para las piernas. Los pasajeros de la zona delantera disponen de unas butacas amplias pero cortas de banqueta. Los de la trasera, acceden con dificultad a un asiento también corto.

PUESTO DE CONDUCCIÓN
Ante el conductor, que goza de una buena postura ante el volante, se despliega un salpicadero estrecho y de buena factura. Se caracteriza por la sencillez de su diseño y por la calidad de los materiales utilizados para su realización. El fondo blanco de los relojes del cuadro de instrumentos aporta un cierto toque deportivo. Una pequeña guantera se complementa por un reposabrazos central hueco.


Ficha Técnica / 4.980.000 pesetas

Motor : Delantero longitudinal de cuatro cilindros en línea. 16 válvulas.
Cilindrada : 2.500 centímetros cúbicos.
Alimentación : Inyección directa, raíl común y turbo.
Potencia : 143 caballos a 4.000 rpm.
Transmisión : Tracción trasera, acoplable a las cuatro.
Caja de cambios : Manual de cinco marchas.
Suspensiones : Delantera independiente. Trasera de eje rígido.
Dirección : De cremallera, asistida. Diámetro de giro, 10,94 metros.
Frenos : Discos ventilados delante y tambores detrás.
Peso : 1.891 kilos.
Capacidad maletero : 475 litros.
Depósito de combustible : 70 litros.

VELOCIDAD : 170 km/h.
CONSUMOS : Urbano, 13,4 litros / 100 kms. Extraurbano, 9. Medio, 11,2.
ACELERACIONES : 400 metros. salida parada, 19,4 seg. 1.000 metros, 35,6 seg.
RECUPERACIONES : De 80 a 120 km/h. en 4ª, 11,7; en 5ª, 15,3.

+ POLIVALENCIA .Su comportamiento dinámico es tan bueno en campo, por su transmisión con reductoras, como fuera de él. Su estética convence.
- PRECIO Y EQUIPAMIENTO. Cuesta casi cinco millones de pesetas, lo que no se justifica con un equipamiento con importantes lagunas.

Conclusión ***
Un precio demasiado alto debido a ciertos fallos de equipamiento y un confort mejorable deslucen la valoración de un coche muy interesante por su estética, con un comportamiento excelente y un buen motor.

 



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