267 Motor & Viajes
Domingo 1 de diciembre de 2002
a escena
 
       


El sastre de las Harley-Davidson
NACHO SANZ. Donde otros sólo ven un pedazo de aluminio, este madrileño de 32 años esculpe una motocicleta. En Custom Art, su estudio de diseño, este sastre por encargo sólo atiende modelos Harley-Davidson y es capaz de crear una moto desde 24.000 euros, eso sí, siempre bajo el más puro estilo de las «vacas de Milwaukee»
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JOSÉ LUIS CANO

El aspecto de las instalaciones de Custom Art no tiene nada que ver con el taller prefabricado en el que William S. Harley y Arthur Davidson construyeron su primera motocicleta en 1903. Lo que sí que tienen en común ambos negocios es la filosofía que dio origen a su nacimiento: convertir, a través de un proceso artesanal, una larga lista de piezas sin personalidad en un producto único. Casi 100 años después de la aparición de la primera Harley-Davidson, y con esta marca convertida en una máquina industrial de hacer dinero, un joven español reivindica ese espíritu individualista desde su estudio madrileño. Convertido en un sastre por encargo, esculpe el acero y el aluminio con el único fin de crear motos exclusivas y únicas. Eso sí, sólo atiende modelos con el sello de Milwaukee y los presupuestos de sus creaciones comienzan en los 24.000 euros.

Una vez que se cruza el umbral de la puerta, los centímetros se convierten en pulgadas y los litros pasan a ser galones. Es como un trocito de Estados Unidos en el distrito de Tetuán. Custom Art no es exactamente un taller de Harley-Davidson en Madrid. En realidad se trata de una clínica de cirugía estética de las motocicletas norteamericanas. Son muchos los clientes que cuando llegan a este estudio de diseño preguntan por «el doctor». Se trata de Nacho Sanz, un joven que ha sustituido el habitual mono azul por una elegante e impoluta bata con el logotipo bordado y unos guantes de vinilo, similares a los que se utilizan en Medicina. Éste, no sólo se dedica a reparar y mantener estos modelos de Milwaukee, sino que además es un escultor del acero y el aluminio, un artista que siente la necesidad de crear e inventar motocicletas de la nada.

Los clientes más deseados son aquellos que llegan con la idea de ser diferentes. Ellos tienen en la cabeza cómo sería la moto de sus sueños y buscan en este estudio algo más que un mecánico. En realidad quieren un artista, un creador que realice un buen trabajo y que además le guste innovar. «Cuando alguien desea una moto exclusiva, nos reunimos con él, le enseñamos todas las revistas, catálogos e imágenes y así éste puede decidir qué tipo de motocicleta quiere. Tenemos que conocer las preferencias del cliente para que el producto final le guste. Lo que nosotros le aseguramos es que tendrá un modelo único, ya que nunca repetimos las creaciones», comenta el sastre a medida de las Harley. Una vez definido el proyecto, ahora toca llenarse las manos de grasa. En Custom Art la fabricación es artesanal y las diferentes partes de estos vehículos no se montan, se miman. Si es necesario un chasis o una pieza con unas medidas especiales se encarga, y si no la tienen, Custom Art la fabrica. Sin embargo, no vale todo… Nacho Sanz ha declarado su particular guerra a la cadena de montaje. Muchas de sus creaciones utilizan una técnica conocida como «billet», que consiste en crear los elementos de uno en uno, partiendo de un bloque entero de acero o aluminio. «Estas piezas no se obtienen de un molde, cada una de ellas es tallada en una máquina fresadora», afirma Nacho.

El estudio de creación, situado en el número 15 de la madrileña calle Robledo, es un lugar cuanto menos curioso. Exteriormente no dispone de ningún cartel publicitario y la puerta de entrada está casi siempre entornada. «Queremos dar la imagen de realizar un trabajo artesanal y de encargo. Si dejásemos ver lo que hacemos dentro, continuamente estarían entrando personas, se subirían a las motos… y eso no es lo que pretendemos», señala el doctor Nacho. Asimismo, el interior de este estudio también es diferente. Llama la atención en primer lugar su limpieza. A pesar de que estas motocicletas de Milwaukee suelen marcar su territorio tirando aceite, en Custom Art no hay ni una gota de este líquido en el suelo. A simple vista, este «taller» tiene un estilo yanki, no sólo por la cantidad de ornamentos relacionados con Harley-Davidson, sino también por los carteles de películas como «Easy Rider», en la que aparecen Dennis Hopper y Peter Fonda cruzando los Estados Unidos sobre dos Harleys.

PRÓXIMO DESTINO: EEUU
A pesar de que Custom Art acaba de cumplir su quinto aniversario, este proyecto emprendedor se gestó en 1.995. Por entonces, Nacho Sanz ya tenía en la cabeza la idea de desplazarse a Estados Unidos. Sin embargo, el destino del viaje no era para realizar un curso de piloto de aviación profesional, siguiendo el deseo de su familia, sino que este joven quería aprender todos los secretos de Harley-Davidson, para poder desarrollar luego su experiencia en España. Tras las primeras negativas, finalmente Nacho Sanz consiguió la aprobación familiar y cogió un avión para cruzar el Atlántico. Una vez allí, en la Escuela Oficial de Harley de Orlando, consiguió el título americano de Técnico Profesional de Motocicletas y posteriormente se especializó en la marca de Milwaukee, realizando los cursos de Harley Antigua, Harley Moderna y Preparación. Con posterioridad a la estancia de Nacho en la escuela, Harley inauguró el curso de Twin Cam (motor con doble árbol de levas). Este periplo estadounidense fue una experiencia crucial. Allí no sólo se empapó de toda la teoría sino que además recopiló los manuales y un sinfín de apuntes de cada uno de los modelos.

Sin embargo, Nacho Sanz sabía que la formación no era suficiente. Para poner en práctica todo lo aprendido en la escuela de las Harley-Davidson, tenía que hacer un desembolso importante en material y más concretamente en herramientas. Por este motivo aprovechó su estancia, de alrededor de dos años en Estados Unidos, para hacerse con una larga lista de útiles, que posteriormente serían necesarios en el día a día. Desde instrumentos insólitos, hasta un vacuómetro para regular carburadores realizado por la NASA. Fue en este país donde este artista también aprendió la filosofía de la mayoría de los talleres de la marca: si es Harley lo tenemos, si no lo compramos, y si no existe, lo engendramos. Y este lema no sólo lo ha aplicado a la creación de piezas, sino también a la fabricación de sus propias herramientas. Este es el caso de un dispositivo realizado específicamente para abrir cárteres y colocar el rodamiento del cigüeñal o el de una máquina que sirve para lavar las piezas de la moto con petróleo. Estos son sólo algunos de los elementos que este genio de las Harley ha fabricado.

VISIÓN DEL NEGOCIO
Tras finalizar su periplo por Estados Unidos, Nacho Sanz regresó a Madrid y comenzó a trabajar en un taller de reparación y preparación de Harleys. Sin embargo, el dueño de esta empresa —Pierre Leroux— decidió cerrar este comercio en 1997. Fue entonces cuando Nacho tomó las riendas del taller y lo convirtió en Custom Art. Desde el inicio de la aventura empresarial, el «doctor» tenía clara su particular idea sobre el negocio. En este estudio sólo serían bien recibidas las motocicletas de la marca de Milwaukee y el trabajo allí realizado no podría ser comparable con el de ningún otro taller mecánico. Por ello, Nacho instauró el eslogan «Trabajos finos para Harley-Davidson» y aprobó la única directriz principal por la que se rige esta empresa: cualquier moto que llegue debe salir en mejores condiciones que el modelo de fábrica.

Este estudio de diseño está integrado por tres emprendedores. Junto a Nacho Sanz, trabaja Delia Guerrero, una abogada que dejó el bufete para integrarse en Custom Art. Ella se encarga del trabajo «no grasa», que es así como define el doctor a la tarea de gestionar la cartera de clientes y las labores propias de la administración de una compañía. El último vértice es Julio, un mecánico de plena confianza. Éste ha pasado de ser cliente de Custom Art, a empleado. «Yo traía mi moto a este taller —afirma Julio— y me sorprendía su forma de trabajar. Un día le dije: cuando tengas un hueco llámame y me vengo contigo. Y así fue». Cinco años después de crear Custom Art, esta particular clínica ha sido testigo de numerosos alumbramientos. El arte del doctor Sanz no sólo ha quedado patente en la belleza de las criaturas, sino también en los nombres con los que han sido bautizadas.

EL DURO TRABAJO DE SER UN ARTISTA
A pesar de que Nacho Sanz es un virtuoso, son pocos los clientes que piden la fabricación de una motocicleta. Hasta el momento este madrileño sólo ha podido crear íntegramente dos modelos (Just Black y Sportster XXL). Su elevado coste (desde 24.000 euros) le obliga a dedicar gran parte de su tarea diaria a la realización de reparaciones y mantenimiento de las Harley-Davidson, dejando apartada así su faceta creativa. «Es una pena que Nacho no pueda inventar más modelos», señalan sus más allegados. Sin embargo, desde un punto de vista empresarial, Nacho ha sabido diversificar correctamente el negocio de Custom Art. La mayor parte de los clientes suelen llevar sus Harleys a este estudio para realizar las revisiones y el mantenimiento (una tarea que se lleva a cabo cada 4.000 kilómetros aproximadamente). En este sentido, Nacho afirma que en Custom Art realizan unas revisiones exhaustivas (cambio de aceite y del filtro del aire, revisión de pastillas de freno, engrase, etcétera) y no un simple lavado de cara. Los precios de esta tarea están en sintonía con el mercado (algo menos de 200 euros). Otra vía de ingresos muy importante y que además sirve de incentivo para el desarrollo de la originalidad de Custom Art son las preparaciones. Se trata de transformaciones, tanto estéticas como técnicas, de modelos originales de la marca Harley-Davidson. Los clientes que encargan estos trabajos quieren sobre todo exclusividad. Otros, y a pesar de que el usuario de la marca de Milwaukee suele ser poco apasionado de las prestaciones puras, también piden una mayor potencia y aceleración, y más eficacia en el frenado.




JUST BLACK
Se trata de una fabricación íntegra realizada por Custom Art. Es el primer modelo creado por Nacho Sanz. Para su realización se partió de una larga lista de piezas de diferentes motos, acumuladas por el cliente a lo largo de varios años. Estos elementos se completaron con algunas otras piezas procedentes de catálogo. La mayor dificultad a la hora de dar a luz esta motocicleta fue el hecho de adaptar todas las piezas, dada su diversidad y procedencia. Fue encargada por el popular tatuador Mao.
MODELO ORIGINAL. No existe, es de nueva creación.
AÑO Y DURACIÓN DE LA FABRICACIÓN. 1998 / 4 meses.
MOTOR. Big Twin, 1.340 centímetros cúbicos Evolution.
TRANSMISIÓN FINAL. Por cadena.

SERENIDAD AZUL
Es una transformación del modelo Sportster 1.200 con la intención de obtener un aire «retro», aunque de realización contemporánea. La aleta delantera ha sido fabricada a mano con chapa y está inspirada en Harley. El depósito es de un modelo de la marca de Milwaukee de los años 70 y en la aleta trasera se ha integrado un faro de auténtico cristal de acero inoxidable, utilizado por Ford en 1939. Además de una mejora estética, se realizó una transformación técnica con llantas de aluminio, recortadas con fresadora.
MODELO ORIGINAL. Harley-Davidson Sportster 1.200 Sport.
AÑO Y DURACIÓN DE LA FABRICACIÓN. 1999 / 3 meses.
MOTOR. Tipo Sportster 1.200 centímetros cúbicos.
TRANSMISIÓN FINAL. Por correa de neopreno y kevlar.

LA MADRE
Es una actualización de este modelo de Harley-Davidson del año 1975. A diferencia de la restauración, Custom Art ha realizado en esta motocicleta una preparación, por lo que no se han mantenido las piezas originales. Pese a que sí se conserva la cilindrada, todos los elementos del motor fueron sustituidos por otros semejantes, de procedencia norteamericana, y con una mayor calidad. Las prestaciones se vieron ligeramente aumentadas incorporando un árbol de levas y un carburador de la firma S&S.
MODELO ORIGINAL. Harley-Davidson FLH 1.200 (1975)
AÑO Y DURACIÓN DE LA FABRICACIÓN. 1997 / 3 meses.
MOTOR. Big Twin Shovelhead 1.200 centímetros cúbicos.
TRANSMISIÓN FINAL. Por cadena.

BLUE FASCINATION
Modificación completa del modelo original. Se trabajó en la carrocería, en el motor y en la parte cíclica. La aleta trasera tiene un moldeado especial para acoplar el asiento y en ella se ha integrado totalmente el piloto trasero, que está iluminado por pequeñas bombillas. El depósito se sustituyó por uno de mayor capacidad y se alargó para fundirlo con la línea de la moto. Lleva llantas de aluminio realizadas con fresadora y los intermitentes están en los extremos del manillar.
MODELO ORIGINAL. Harley-Davidson Heritage Softail.
AÑO Y DURACIÓN DE LA FABRICACIÓN. 2001 / 2 meses.
MOTOR. Big Twin 1.340 centímetros cúbicos Evolution.
TRANSMISIÓN FINAL. Por correa.

SPORTSTER XXL
Es la segunda creación íntegra realizada por Custom Art. Se partió de un chasis original Harley, que fue modificado. Incorpora un motor de 1.460 centímetros cúbicos construido por Nacho Sanz. Los árboles de levas fueron fabricados en Estados Unidos. Los escapes están inspirados en las carreras de Dirt Track y el depósito de gasolina ha sido fabricado en aluminio. La horquilla invertida es Ceriani y las llantas, también de aluminio, han sido talladas con fresadora.
MODELO ORIGINAL. No existe, es de nueva creación.
AÑO Y DURACIÓN DE LA FABRICACIÓN. 2002 / 12 meses.
MOTOR. Tipo Sportser 1.460 centímetros cúbicos preparado.
TRANSMISIÓN FINAL. Por cadena.

 



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