AUDI A2 1.6 FSI ****
Una mecánica tan excelente como ruidosa __________________________________________
M. DOMÉNECH
A la oferta del A2 le hacía falta una mecánica más potente, y Audi se la ha concedido al tiempo que ha hecho que sea su primer coche en estrenar la inyección directa de gasolina. La suavidad de funcionamiento y la excelencia de su rendimiento son las claves de este pequeño pero potente motor. La capacidad de respuesta desde muy bajas revoluciones se combina con una facilidad pasmosa para alcanzar el régimen máximo, bien asistido por un cambio de desarrollos no muy largos. Con estas cualidades, no es de extrañar que logre unas prestaciones muy elevadas, sobre todo en recuperaciones, sin que eso se traduzca en un consumo exagerado. Su sistema de inyección hace que gaste muy poca gasolina si se utiliza dentro de los límites legales, pero tampoco crece de forma apreciable practicando una conducción deportiva que el coche permite. En todo caso, todo esto se ve traicionado por una elevada sonoridad que acaba resultando molesta en viajes largos. Con la aparición de esta versión, Audi ha evolucionado la seca suspensión del coche para mejorar el confort de los pasajeros. Lo han logrado en parte, porque aún mantiene una cierta sequedad en las irregularidades transversales de la carretera. Su comportamiento ha mejorado en estabilidad y en ausencia de balanceo. El FSI conserva la presentación interior de todos los A2, pero con mejor equipamiento, sobre todo en seguridad. Su precio es bastante elevado, pero se puede justificar por su exclusiva mecánica.
Precio. 20.670 euros Mecánica. De cuatro cilindros en línea, gasolina. Cilindrada: 1.598 cc. Potencia máxima: 110 caballos. Caja de cambios: manual de cinco marchas. Prestaciones. Velocidad máxima: 202 km/h. Recuperación 80/120 km/h. en 4ª/5ª: 9,8/13,9 segundos. Consumo medio: 6,9 litros cada 100 kilómetros.
VIRTUDES: Motor. Consumo. Seguridad.
DEFECTOS: Elevada sonoridad.
A la oferta del A2 le hacía falta una mecánica más potente, y Audi se la ha concedido al tiempo que ha hecho que sea su primer coche en estrenar la inyección directa de gasolina. La suavidad de funcionamiento y la excelencia de su rendimiento son las claves de este pequeño pero potente motor. La capacidad de respuesta desde muy bajas revoluciones se combina con una facilidad pasmosa para alcanzar el régimen máximo, bien asistido por un cambio de desarrollos no muy largos. Con estas cualidades, no es de extrañar que logre unas prestaciones muy elevadas, sobre todo en recuperaciones, sin que eso se traduzca en un consumo exagerado. Su sistema de inyección hace que gaste muy poca gasolina si se utiliza dentro de los límites legales, pero tampoco crece de forma apreciable practicando una conducción deportiva que el coche permite. En todo caso, todo esto se ve traicionado por una elevada sonoridad que acaba resultando molesta en viajes largos. Con la aparición de esta versión, Audi ha evolucionado la seca suspensión del coche para mejorar el confort de los pasajeros. Lo han logrado en parte, porque aún mantiene una cierta sequedad en las irregularidades transversales de la carretera. Su comportamiento ha mejorado en estabilidad y en ausencia de balanceo. El FSI conserva la presentación interior de todos los A2, pero con mejor equipamiento, sobre todo en seguridad. Su precio es bastante elevado, pero se puede justificar por su exclusiva mecánica.
