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sábado, 9 de enero de 1999
viajes

España natural. En la parte interior del occidente astur existe una comarca perdida entre la bruma que resbala por sus bosques y brañas. Se trata de una tierra en la que perviven olvidadas costumbres heredadas de los buscadores de oro celtas y romanos
NAVELGAS
Mucho más que oro

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ALFREDO MERINO

No podía ser menos. El pasado mes de noviembre, una cuadrilla de obreros de Navelgas alcanzó las semifinales del Campeonato del Mundo de Buscadores de Oro, celebrado en California. Fueron ocho asturianos capitaneados por los tres hermanos Sanfiz: Ismael, Luis y Carlos, veteranos en estas lides, que aprendieron el oficio de su padre, uno de los más antiguos oreros asturianos.

Todos ellos pertenecen a la asociación Barciaecus, nombre tomado de los antiguos romanos, quienes primero rebuscaron por estos recónditos parajes las pepitas y laminillas de oro que arrastran sus ríos. Algo que ya hicieron mucho antes los pueblos celtas aquí asentados. Gracias a tan singular arte, Navelgas comienza a salir de las densas brumas que parecen haberla difuminado durante mucho tiempo. Aunque, si hay alguien que merezca citarse por intentar sacar a la comarca de su ancestral olvido, no es otro que el pintor Manuel García Linares.

Con su humildad característica se declara simple manager amateur de sus paisanos bateadores. Aunque todos ellos se deshacen en reconocimientos para quien trabaja en la puesta en marcha de la que ya se conoce como Ruta del Oro, y que sueña con que su pueblo reciba el próximo milenio celebrando el Campeonato del Mundo de Buscadores de Oro del año 2000. Para ello no ha dudado en traerse a batear las arenas del Navelgas al vicepresidente del Gobierno Francisco Alvarez Cascos quien, según cuentan en el pueblo, tomó buena nota de tales pretensiones.

Al margen del turismo.

La comarca permanece fuera de las actuales corrientes turísticas rurales, que en Asturias son más que abundantes. Es precisamente éste uno de los mayores atractivos de Navelgas. Abundan en esta comarca hórreos y paneras, estas últimas de seis patas. En Navelgas de Arriba, en torno al remozado templo parroquial perviven varios de ellos. Monumentales y macizos, se apoyan unos a otros, como para darse fuerzas. Pero el conjunto más importante de la zona se encuentra en Foyedo. En esta cercana aldea las paneras son inmensas y algunas siguen con su tradicional uso. Sin embargo, la sensación de abandono y olvido que las inunda arruina sin piedad sus ordenadas tejas y pudre las trabajadas balconadas de unos edificios que claman a voces su rehabilitación.

No lejos de allí, en la aldea de Villar, Claudio Fernández entretiene su tiempo libre en labrar madreñas. Lo hace por afición, aunque bien podría ganarse la vida tallando tan típico calzado. Pero este antiguo emigrante no lo necesita. Lo hace porque le gusta. Quien suba hasta su casa podrá ver el milagro de un artesano que es capaz de sacar de un mendrugo de madera unas perfectas madreñas en menos de un par de horas al tiempo que chapurrea el alemán.

Hay en la comarca media docena de vetustos molinos de agua, que siguen con su monótono trabajo. Uno de ellos se encuentra en Rellanos donde, tras ver la molienda, puede pegarse la hebra en el bar-colmado del pueblo, al tiempo que se degusta una merienda a base de chorizo con huevos.

También debe visitarse alguna de las altas brañas donde vivían los vaqueiros, un pueblo ganadero marginado. Las iglesias de la zona tenían una viga que señalaba el lugar que debía ocupar esta etnia. Todavía en la iglesia de San Martín de Luiña hay una piedra con la leyenda "De aquí no pasan los vaqueiros". Sus herederos aún pueblan alquerías como las del Alto de Braiñas o las de Leirosa. Son humildes ganaderos que se agarran a las encaramadas vaquerizas, sobreviviendo de las vacas y la leña del monte. Gente arraigada a su tierra, con una forma de vida ancestral que pervive de espaldas a estos tiempos. Navelgas, oro y mucho más que oro.


Guía práctica

COMO LLEGAR
Navelgas pertenece al término municipal de Tineo, situado en el interior de Asturias. El mejor camino para llegar parte de la localidad costera de Luarca, a través de la AS-219. Esta carretera lleva en 26 kilómetros, tras cruzar Aritébano y Naraval, a Navelgas. También puede accederse por la AS-218. Ayuntamiento de Tineo: 98 580 02 32.

COMER

DORMIR

QUE VER

Son muy interesantes las Minas Romanas de Navelgas y la iglesia parroquial de Calleras, con un monumental retablo barroco, así como los monasterios románicos de Bárcena del Monasterio y Obona. Los conjuntos de hórreos de Foyedo y las brañas de Monterizo, Bustellán, Brañascarden y Burgazal. La asociación Barciaceus posee una Escuela de Bateadores donde se organizan cursillos para buscar oro. Información en el Tfno.: 98 580 60 41.

 

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