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Sábado, 20 de marzo de 1999
Viajes


Semana Santa
El peso de la cruz
Seis destinos donde vivir la Pascua a lo grande. Para disfrutar del color andaluz, de la austeridad y el silencio castellano o del estruendo de los tambores en Calanda

Sevilla | Zamora | Cuenca | Valladolid | Málaga | Calanda
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ANGELES GRAU

Procesiones, cofradías, nazarenos, penitentes, madrugás, saetas, tambores, dolorosas o automortificaciones reaparecen por toda la geografía española durante una semana al año, bautizada como Santa, con afluencia masiva de público en busca de un esplendor de sentimientos y vivencias en los que la fe, el dolor, la penitencia y la reflexión hacen vibrar muchos corazones. Toda esta fiesta se mezcla con el inicio de la primavera, donde el resurgir de la naturaleza, el olor a vida y ­cómo no­, las vacaciones, invitan a viajar. Junto con la Navidad, los días de Semana Santa son uno de los momentos del año más sublimes para el mundo cristiano.

Es la semana religiosa por excelencia, donde los desfiles procesionales recorren todos los rincones de nuestra geografía caracterizados por la alegría y el dolor de Andalucía, con sus saetas y cantos tradicionales, la sobriedad y el silencio casi sepulcral de Castilla-León, el estremecedor atronar de tambores en Castilla La Mancha y Aragón, y la belleza y el barroquismo de Levante, donde hay verdaderas obras de arte del imaginería religiosa, como las delicadas piezas de Salcillo en Murcia. Y aún siendo la Semana Santa una celebración con fines comunes en todas partes, no faltan los lugares con toques de identidad propia como la procesión de las Turbas en Cuenca, la bendición por el Cristo articulado de la albaceteña localidad de Tobara, el juego de las Chapas en la zamorana Benavente, el desfile de la Diablesa en la alicantina Orihuela, el via crucis viviente con más de 500 personas en la vizcaína Balmaseda o el de la zamorana localidad de Bercianos de Aliste. Sólo por nombrar los más conocidos y coloristas.

Estas fiestas, sin fecha fija establecida, en marzo o en abril, dependiendo del calendario litúrgico, son el preludio de una época florida donde resurge el olor a azahar y la naturaleza entra en ebullición. En el interior o en la costa, ciudad o pueblo, allá donde se le ocurra desplazarse en estas fechas, respirará ese ambiente mezcla de dolor y sentimiento religioso que culminará con la explosión de los sentidos. Dicen que la Semana Santa española no tiene comparación con ninguna otra fiesta religiosa del mundo. Y es que las escenas de sentimientos que se viven son reales. Al menos sucede así durante estas fechas.

Con información de Ana Fernández Parrilla

SEVILLA
Esplendor popular de sentimientos

Su Semana Santa es la más popular y multitudinaria, donde se mezclan alegría y dolor, saetas y silencios, y en la que los costaleros al grito de "¡Al cielo con ella!" o "¡Vamos valientes!" enseñan, entre otras imágenes, al Cristo del Cachorro, a la Virgen Macarena o a la Esperanza de Triana. Desde el Domingo de Ramos al de Resurrección desfilan por las calles 56 cofradías. Las procesiones del Viernes Santo ­conocidas popularmente como La Madrugá­ son seguramente las más importante.

Las saetas, oración y quejío, y los costaleros con su caminar de rodillas, levantan auténticas oleadas de pasión, además de los típicos apretujamientos entre el público. Todas las procesiones desfilan por la carrera oficial donde se pueden alquilar sillas para contemplar cómodamente su belleza. Por las mañanas se pueden visitar los pasos que están preparados en sus capillas. No obstante, es conveniente conseguir el programa que incluye horarios y recorridos, de venta en quioscos.

DORMIR: Hacienda San Ygnacio. Tfno. 95 416 40 80. En Castilleja de la Cuesta, a menos de 10 minutos de Sevilla, un antiguo convento del XVIII con 18 habitaciones en torno a una patio de palmeras. Habitación doble: 21.500 pesetas.

COMER: Modesto. C/ Cano y Cueto 5. 911 441 68 11. En Santa Cruz, amplia terraza con veladores. Punta de solomillo, rosada empanada y coquinas. De 3.500 a 4.500 pesetas.

INFORMACION: Oficina Municipal de Turismo. Tfno. 95 423 44 65


ZAMORA
La más austera y la más solemne

La procesión del Entierro, la noche del jueves, es la más representativa. Recorre la parte vieja de Zamora, que queda a oscuras y en silencio mientras pasa la hermandad de Jesús Yacente. Sólo se escucha el eco de las pesadas cruces que llevan a hombros los cofrades para cumplir sus promesas. Momento sublime es la llegada a la plaza de Viriato, donde se canta el miserere. En Benavente es famoso el juego de las Chapas, cuyo origen está en el juego de los soldados que custodiaban a Jesús en la Cruz. La leyenda dice que Juana de Castilla autorizó el juego a los hermanos cofrades y los beneficios se destinaban a la compra y restauración de las imágenes. En Bercianos de Aliste la Semana Santa tiene un toque de identidad. Los penitentes de la Cofradía de la Santa Cruz, desde la Edad Media, desfilan con las que serán sus mortajas, produciéndose un acercamiento a la muerte. Así lo hace el cortejo acompañado por el canto del miserere hacia las tres cruces del calvario.

DORMIR: Casa de las Arribes. Carretera 527. Fermoselle. Tfno. 980 51 64 74. Casa antigua restaurada que dispone de un corral tradicional. También se alquilan habitaciones.

COMER. Casa Lorenzo. C/ Glez. Oliveros, 21. Vale la pena probar su congrio al ajoarriero. Buenos embutidos ibéricos. Catayo. C/ Jose María Cid,7. Tapas y cocina casera. Buena calidad y precios moderados.

INFORMACION: Oficina de Turismo. Tfno. 980 53 18 45.


CUENCA
Procesión de borrachos al ritmo del "resolí"

Esta Semana Santa está declarada de Interés Turístico Internacional. El recogimiento de las procesiones que se deslizan por las empinadas calles de la ciudad crean verdaderos momentos de belleza y plasticidad cuando asoman a las Hoces. El día de mayor esplendor es el Viernes Santo, con tres procesiones: la de las Turbas, la del Calvario y la del Santo Entierro. La más famosa es la de las Turbas, también llamada de los Borrachos, en la que los pasos van precedidos por los turbos, cortejo de cientos de personas que hacen sonar tambores y trompetas delante de la imagen de Jesús y el ciri- neo. Según la tradición, los turbos beben un licor típico llamado resolí, de ahí viene el nombre de los borrachos. También se canta el miserere. Todas las procesiones suben a la Plaza Mayor, lo que origina un grandísimo esfuerzo para los banceros, que cargan con tallas de varias toneladas. Son famosos porque pujan en subasta con grandes sumas para hacerse cargo de los banzos.

DORMIR. Hotel Cueva del Fraile. Tfno. 969 21 15 71. Habitaciones dobles y dúplex para 4 personas. En pleno campo, a siete kms. de la ciudad. Habitación doble: 14.800 pesetas.

COMER: La Ponderosa. C/ San Francisco, 20. 969 21 32 14. El bar-taberna-mesón más típico de la provincia. Ofrece magníficas mollejas, oreja de cerdo y setas de cardo y los mejores vinos de cada región. De 3.500 a 4.000 pesetas.

INFORMACION: Oficina de Turismo. Tfno. 969 24 01 41.


VALLADOLID
El arte de las imágenes toma las calles

El incalculable valor artístico de los pasos, su arraigada tradición y su sobriedad hacen de la Semana Santa vallisoletana una de las más importantes de España. El sermón de las siete palabras de Cristo a las 12 del mediodía del Viernes Santo en la Plaza Mayor y la procesión de la Sagrada Pasión del Redentor, en la que toman parte más de 5.000 cofrades, son los acontecimientos más destacados. Tallas como el Ecce Homo, el Descendimiento y la Vera Cruz, del gran escultor castellano Gregorio Fernández, y el grupo escultórico del Santo Entierro, o la Virgen de los Cuchillos, ambos de Juan de Juni, son algunos de los pasos más notables que recorren las calles. El punto y final a esta Semana Santa lo pone la Salve Popular, donde la multitud, acompañada de las bandas de música, entona este cántico como despedida a las fiestas. En esta provincia también son conocidas las celebraciones de Medina de Rioseco, Villavicencio de los Caballeros y Simancas.

DORMIR: Hotel Simancas. Tfno. 983 59 03 63. Habitaciones funcionales y jardín. Habitación doble: 6.000 pesetas. Parador de Tordesillas. (983 77 00 51). Rodeado por un pinar. El porche de entrada recuerda los soportales de las plazas castellanas. Habitación doble: 14.000 pesetas.

COMER: El Mirador. C/ Casa Nuevas,11. Tfno: 983 59 04 27. Simancas. Cocina casera y asados. Unas 3.500 pesetas.

INFORMACION: Oficina de Turismo de Castilla-León. Tfno. 983 41 19 00

MALAGA
La riqueza de unos buenos materiales

La segunda ciudad más grande de Andalucía celebra su Semana Santa de una forma peculiar. Es un correcto escenario donde sus actores, los múltiples malagueños que participan, son lo más importante. Abre la procesión la Cruz-guía, de madera noble y ricos metales, la siguen diferentes insignias, trabajadas con plata, bordados y marfiles. Cada cofradía se diferencia por los bastones de mando y cortos, las mazas, la pértiga o cetro ceremonial y los cetros cortos. Algunas hermandades, como la de Jesús El Rico, poseen cetros que datan del siglo XVIII. La presencia de los campanilleros es un rasgo peculiar de la Semana Santa malacitana. Estos singulares nazarenos marcan las paradas y avances de la procesión mediante uno o tres toques de campanilla, respectivamente. De su habilidad para coordinarse dependerá la correcta marcha de la multitud. Lo mejor es admirar la riqueza y colorido de las imágenes y los palios, de ricas telas y sorprendentes materiales.

DORMIR: Hostal Avalón. Tfno. 95 252 06 98. En Nerja, a 50 kilómetros de Málaga. Habitaciones con baño y, lo mejor, terraza con vistas. Habitación doble: 5.000 pesetas.

COMER. Marisquería Santa Paula. Avda. de los Guindos (95 223 65 57). Buen pescado al horno o a la sal. Unas 5.000 pts. Mesón Astorga. Gerona, 11. 95 234 68 32. Pruebe sus berenjenas con miel o sus postres caseros. Unas 3.500 pts.

INFORMACION: Oficina de Turismo de Málaga. Tfno: 95 221 34 45.

CALANDA
Una tamborrada descrita por Buñuel

Al igual que en otros pueblos de Aragón o Castilla La Mancha, el tambor y su estremecedor sonido tiene estos días un papel privilegiado. Conocida es la tamborrada que se produce en Calanda (Teruel) a las 12 del mediodía del Viernes Santo. Esta arraigada tradición queda bien descrita por el cineasta y escritor calandino Luis Buñuel, en su libro de memorias, titulado El último suspiro, donde dejó constancia de estas fiestas. Buñuel escribe: "A las doce de la mañana la hora quedará rota y los tambores, fenómeno asombroso, arrollador, cósmico, que roza el inconsciente colectivo, hace temblar el suelo bajo los pies. Al amanecer las manos sangran de tanto redoblar". En Calanda, no hay que dejar de visitar la Iglesia del Salvador y su Catedral. Y perderse por los Montes Universales o aprovechar para echar un vistazo a la joya de Albarracín. Si le gusta el cordero, éste puede ser el mejor momento para degustarlo. Pero también hay pescado.

DORMIR: Parador de la Concordia. Tfno. 978 83 04 40. En Alcañiz, a 15 kms. de Calanda. Antiguo castillo que se convirtió en sede de los Calatravos. Habitaciones bien equipadas.

COMER: Restaurante Meseguer. Avda. Maestrazgo, 9. Tfno: 978 83 10 02. Preparan como nadie las alubias con perdiz y el albadejo albardado con verduras. Como colofón, montados de nata con ciruelas al armagnac. Unas 4.000 pts.

INFORMACION: Oficina de Turismo de Teruel. 978 60 22 79.


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