101 Motor & Viajes
sábado, 27 de marzo de 1999
viajes

¿Qué se puede hacer después de visitar el Guggenheim? Queda una ciudad con muchos rincones por descubrir: un curioso casco antiguo, un espectacular ensanche de principios de siglo o una ría con mucha historia. "El Botxo" espera

Bilbao
Mucho mas que titanio...

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ANGELES GRAU

Cuando uno llega a Bilbao es fácil sentirse extranjero, pero no hay más que recorrer sus calles para que la sensación desaparezca. Basta un talante abierto y desterrar tópicos. Así que quién esté interesado en conocer el Guggenheim debe saber que, además del titanio, Bilbao ofrece muchas posibilidades diurnas y nocturnas para el turista curioso. Desde visitar monumentos históricos, descubrir tiendas pintorescas, degustar platos exquisitos o disfrutar de veladas intensas con ambientes muy diversos. Es una ciudad viva, donde se junta lo antiguo y lo moderno en perfecta armonía, y cuyo valor principal quizá sea su gente de carácter abierto y alegre que sabe acoger a todo aquel que le visita.

Casco viejo.

La parte vieja de Bilbao, llamada las Siete Calles, es el corazón de la ciudad. Está situada en la margen derecha de la ría, entre el puente de San Antón y la Iglesia de San Nicolás. Estas calles, muchas peatonales, acercan a la historia viva del Botxo (como llaman los bilbaínos a su ciudad). Es una zona de pequeños comercios y lugar de esparcimiento y ocio para disfrutarla día y noche.

Callejear por Correo, Víctor, Artecalle, Somera, Barrencalle o Tendería es encontrarse desde las tiendas más pintorescas y tradicionales (Bacalao, txapelas ­boinas­, albarcas, productos agrícolas, arte vasco, anticuarios...) hasta las más innovadoras (ropa ultramoderna, tatuajes o body-piercing), además de restaurantes para degustar la cocina vasca (angulas, merluza, bacalao, chuletón de buey, chipirones...) e infinidad de tabernas típicas (Casa Montes, Café Bilbao...) donde txikitear (tomar vinos) o saborear los típicos pintxos (tapas). La Plaza Nueva y sus alrededores, llenos de locales con solera, ofrecen una gran variedad de estas tapas y de vinos para reponer fuerzas. No hay que olvidar que también es una zona nocturna, con cafetines (Lamiak) o concurridos bares de copas abiertos hasta altas horas (Consorcio, K2...).

En pleno centro del Casco Viejo está la Catedral de Santiago, del siglo XV y estilo gótico, así como el Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco, que nos acerca a esta cultura. También destacan las iglesias de San Antón y San Nicolás, que ya existían a finales de la Edad Media y que son buen reflejo de la historia de la villa.

La ribera.

unto al puente de San Antón y bordeando la ría está el Mercado de la Ribera, un templo de la gastronomía y de los productos de esta tierra. Es uno de los más grandes de Europa y son famosas sus coloridas y luminosas vidrieras. Su ambiente fue descrito por Bécquer: "Nada puede concebirse más animado y pintoresco que el golpe de vista que ofrece el Mercado de Bilbao, cuando bajan las aldeanas, trayendo ésta un cesto de frutas, aquélla un par de gallinas, la de más allá un brazado de legumbres". A continuación, y siguiendo la margen derecha, se encuentra el Teatro Arriaga, un edificio neoclásico magnífico, inspirado en la ópera de París, hoy centro de innumerables actividades culturales. Merece la pena visitar el café Boulevard, conocido por sus tertulias literarias, que se encuentra enfrente mismo del Arriaga.

A partir de ahí, empieza el Arenal, un gran paseo poblado de árboles. Es el escenario principal de la Aste Nagusia (Semana Grande) y de otros festejos. Al final del Arenal está el Ayuntamiento, inaugurado en 1892. Muy cerca hay un funicular ­antiguo transporte que se utilizaba para llegar a los barrios construidos en las laderas empinadas­ que sube al monte Artxanda, que además de ser todo un pulmón, es una gran zona de ocio, con restaurantes, paseos y otras atracciones, y donde se divisan unas bonitas vistas de la ciudad.

Desde el Ayuntamiento comienza un agradable paseo que bordea la ría y llega a la Universidad de Deusto, al tiempo que permite contemplar todas las nuevas construcciones de la villa, desde el acorazado de titanio, el Guggen ­como le han bautizado familiarmente los bilbaínos­, baluarte de modernidad, hasta el recién inaugurado Palacio de Euskalduna o los puentes de aire futurista que nada tienen que ver con aquel puente de Deusto que se abría, a modo de reverencia, para dejar paso a los buques que venían a descargar a los muelles de Uribitarte.

Ensanche.

Con el crecimiento demográfico y económico, la ciudad acabó expandiéndose al otro lado del Nervión. La nueva zona se llamó ensanche. Y su urbanismo nada tiene que ver con la parte vieja. Está formado por calles anchas y elegantes edificios con cierto toque inglés. La Gran Vía es la arteria principal, plagada de centros comerciales, bancos y hoteles. Es la city financiera. Va desde la Plaza Circular hasta la Plaza del Sagrado Corazón. Lo que no hay que perderse es la estatua de don Diego López de Haro, fundador de Bilbao, el Palacio de la Diputación de 1891, la Estación de Abando con una vidriera gigantesca que recrea las tradiciones vascas, el parque de doña Casilda, de estilo inglés y el Museo de Bellas Artes, una de las mejores pinacotecas de España.

Jardines de Albia es otra zona con calles para txikitear (Ledesma, Astarloa, Diputación...), bares de copas (Alameda Mazarredo...), restaurantes de todo tipo o discotecas instaladas en antiguas fábricas.

Todos estos recorridos son agradables y se pueden hacer a pie, ya que están en pleno centro de la ciudad. Viendo las posibilidades que ofrece el Botxo, si lo que puede atraer en un primer momento es su colosal museo Guggenheim, nos iremos pensando en volver para conocer más y seguramente con algún que otro nuevo amigo.


Desde modernos "pintxos" a templos del "house"

DORMIR

Hotel Ercilla. Ercilla, 37. 94 470 57 00. En pleno centro. Su restaurante tiene gran prestigio e innumerables premios. Desde 15.000 pesetas.

Hotel Igeretxe. Playa Ereaga, s/n. 94 460 70 00. Bonito edificio balneario de 1894 junto al mar, a 20 kilómetros de Bilbao. Desde 9.000 pesetas.

Albergue Aterpetxea. Ctra. Bilbao-Kastrexana, 70. 94 427 00 54. En las afueras. Abierto recientemente, es cómodo, económico y de gran capacidad.

COMER

La Taberna de los Mundos. Luchana, 1. 94 416 81 81. Menús del día imaginativos (unas 2.300 pts.).

La Gabarra. Botica Vieja, 18. 94 447 70 62. Un buen asador con dos protagonistas: besugo y chuleta.

Casa Víctor Montes. Plaza Nueva, 8. 94 415 56 03. Lugar emblemático del viejo Bilbao donde paladear un buen vino con pintxos. 4.500 pesetas.

LA NOCHE

El Café Iruña (Jardines de Albia) es un precioso café con decoración mudejar. A Votre Santé (San Vicente, 1) tiene buen trato y ambiente acogedor. Para bullicios alternativos, Bilborock la Merced (Muelle de la Merced, 1) es una antigua iglesia donde se celebran conciertos. Y para incombustibles, el templo del house Distrito 9 (Recalde, 18).


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