117 Motor & Viajes
sábado, 24 de julio de 1999
análisis

Este equipamiento se ha vuelto imprescindible para buena parte de los usuarios españoles con el paso de los años. El calor de esta época convierte a muchos coches en auténticos hornos, por lo que para los que no lo tienen, nunca es tarde para instalarlo. Resulta caro, pero compensa con creces

AIRE ACONDICIONADO
Del infierno al paraíso con sólo pulsar un botón

El coste medio de una instalación de este tipo ronda las 240.000 pesetas
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FELIX CEREZO

El asfalto parece derretirse por momentos mientras el termómetro marca temperaturas propias del desierto, y lo peor es que el atasco apenas avanza. Puede ser Madrid, Sevilla o Barcelona; ayer, hoy o pasado mañana. En esta época y con este calor, muchos coches se acaban convirtiendo en improvisadas saunas para sus conductores. Al menos para los que no tienen aire acondicionado, un accesorio que en los últimos años se ha convertido casi en obligatorio.

De ello han tomado buena cuenta la marcas de automóviles. Cuando no lo ofrecen de serie, lo regalan. Así, la gran mayoría de los coches que se vendieron el pasado año en España lo montaban (ver balance). Con todo, aún quedan muchos sin él. Bien porque sus propietarios no lo quisieron (o no lo pudieron pagar) o porque son modelos de ocho, 10 o más años a los que no les llegó a tiempo esta fiebre por el aire. Instalarlo en un taller especializado o recurrir a los concesionarios oficiales es la solución. Cara, pero la única.

Instalación.

En principio, se puede instalar un equipo de aire acondicionado en cualquier coche, hasta en un pequeño Smart de sólo 600 centímetros cúbicos. Como señala José Costales, gerente de Diavia Aire, "la única restricción es el diseño del propio automóvil, ya que hay que colocar unas partes en el compartimento del motor y otras en el interior del habitáculo. En algunas ocasiones, o bien no hay espacio suficiente para hacerlo, o bien hay que cambiar tantos componentes de sitio que resultaría demasiado caro".

En los coches pequeños, el mayor problema puede ser la merma de potencia (entre uno y siete caballos) que absorbe el aire acondicionado, en función del tamaño del equipo o de las revoluciones del motor. Este inconveniente se ha solucionado en gran medida con la llegada de sistemas que utilizan compresores variables que evitan esas pérdidas de potencia o que, se desconectan de forma automática cuando se pisa el acelerador a fondo o al arrancar.

Normalmente, los equipos que instalan estas empresas suelen ser muy parecidos en sus componentes y rendimiento, cuando no iguales, a los que se montan de serie en los coches nuevos. Para asegurarse, lo mejor es recurrir a marcas de calidad y equipos homologados de los muchos que existen en el mercado. En el caso de Diavia esta posibilidad no se ofrece, ya que como indica Costales, "sólo se instala un sistema para cada coche, diseñado específicamente para él, de forma que ofrezca el máximo rendimiento posible. La única opción es elegir entre mandos manuales o climatizador electrónico".

Coste.

El precio del montaje puede variar mucho en función de la preparación necesaria y del tipo del vehículo. Así, el coste de los equipos va desde las 160.000 hasta las 260.000 pesetas mientras que el tiempo de instalación varía entre las seis y las 18 horas. Estas diferencias no dependen del precio o del tamaño del vehículo, e incluso puede ocurrir que el coste sea inferior en un modelo de gama alta que en un utilitario, peor preparado para trabajar que aquél o con un espacio más limitado. De esta forma, se da el caso de coches que valen el doble que otros pero en los que el montaje del equipo del aire resulta un 30% más barato.

Como orientación, en un vehículo medio por tamaño y dificultad de instalación puede salir por unas 240.000 pesetas, incluyendo la mano de obra. Bastante más de lo que cuesta como opción en un automóvil nuevo (unas 150.000 pesetas como media), por lo que a quien se vaya a comprar uno le conviene, por si acaso, pedirlo con él de serie. De cualquier forma, como en todas las operaciones de taller, pida presupuesto previo del trabajo. Por último, la garantía normal que se ofrece para este tipo de componentes es de un año en piezas y mano de obra. En algunos casos puede ampliarse hasta los dos años, siempre que el fabricante del equipo la respalde.


BALANCE

VENTAJAS
El aire acondicionado permite viajar frescos, lo que mejora significativamente el confort y la seguridad en la conducción. Además, deshumidifica el aire del habitáculo, impidiendo la condensación de las lunas; retiene buena parte de las impurezas del aire que entra del exterior; se puede ir con las ventanillas cerradas, lo que disminuye el ruido en el interior del vehículo y reduce el consumo de combustible. Por último, al no sufrir el calor, se puede viajar en las horas centrales del día, cuando hay menos tráfico.

MANTENIMIENTO
Lo más importante es poner en marcha el sistema al menos una vez a la semana, durante dos o tres minutos y aunque sea invierno. De esta forma, se mantienen lubricadas las uniones y se evitan posibles ruidos. Si se circula a gran velocidad no conviene tener el aire al mínimo ya que esto favorece la formación de hielo en el equipo con lo que disminuye notablemente su rendimiento. Por supuesto, mantener las tomas de aire limpias de hielo, nieve u hojas y cargar el gas cada dos años, operación que cuesta entre 8.000 y 10.000 pesetas.

MERCADO
Año tras año, el parque de automóviles con aire acondicionado no para de crecer. En 1998, más de seis millones de los coches vendidos en Europa (el 50% del total) lo montaban, de serie o como extra. En España esa penetración subió hasta el 60% (750.000 automóviles). En el mercado postventa, es decir los montajes hechos en automóviles ya matriculados, se realizaron un total de 28.000 instalaciones de equipos de aire acondicionado en España.

LO MAS AVANZADO
Los modelos más básicos de este tipo de equipos sólo introducen aire frio, sin posibilidad de regular su temperatura. Esto sí se puede hacer con un climatizador. Los más avanzados permiten que el conductor y su acompañante seleccionen cada uno la temperatura deseada y en coches como el último Mercedes Clase S incluso los ocupantes de la parte trasera disponen de regulador propio. También hay automóviles como el Mazda Xedos 9, con detectores solares que intensifican la potencia de funcionamiento del equipo si el coche ha estado aparcado mucho tiempo al sol.

FILTROS ANTIOLORES
La empresa japonesa Mazda ha desarrollado un filtro que acaba con los malos olores en el interior del automóvil y que son, en buen parte, provocados por unos compuestos químicos denominados aldehídos. Presentes en el humo del tabaco, en materiales de construcción y en el aire contaminado, estos elementos son muy desagradables y pueden llegar a marear. El invento de Mazda consta de tres capas de absorción que acaban con ellos. Los filtros convencionales, con sólo dos, no lo consiguen en su totalidad.


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