El consorcio automovilístico alemán Volkswagen se ha convertido esta semana en el primer productor europeo que coloca en el mercado 100 millones de vehículos. Como homenaje a su automóvil fetiche, el "Escarabajo", el coche 100 millones, ha sido un New Beetle, el sucesor del legendario vehículo que todavía se fabrica en la factoría de México. Una trayectoria que está estrechamente ligada a la historia reciente de Alemania

Celebracion
La familia europea más numerosa
El Grupo VW, con Audi, Seat y Skoda, rompe la barrera de los 100 millones de coches
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ANA ALONSO MONTES

En el podium de los automóviles con más éxito del consorcio alemán se lleva la medalla de oro el Escarabajo: con una producción de 21,4 millones de unidades, es el coche más vendido del mundo. La plata es, también por méritos propios, para el Golf con 19,3 millones de unidades fabricadas, y el Passat consigue el bronce con 9,5 millones.

Entre los 20 modelos de mayor demanda del grupo figuran el Polo (6,2 millones), los Audi A4 (6,1 millones) y A6 (4,1 millones) y varios modelos de Seat como el Ibiza (2,2 millones), el Toledo (600.000) o el Córdoba (medio millón). A pesar de su juventud, el heredero del mítico Escarabajo, el New Beetle, arranca con fuerza. Prueba de ello son las más de 200.000 unidades que Volkswagen ha vendido de este modelo desde que en 1998 inició su comercialización.

De los 100 millones de ejemplares que el consorcio alemán ha construido -y que ahora celebra- 81 millones llevan el emblema Volkswagen, 12 millones son Audi, cinco Seat y dos Skoda. Los selectos Lamborghini, Bentley y Rolls Royce apenas llegan a las 2.000 unidades.

La historia de Volkswagen, que en alemán quiere decir literalmente coche popular, está íntimamente ligada a la historia de Alemania.

Pasado y futuro.

Ahora que se estrena Berlín como sede del gobierno, el consorcio ha querido presentar su automóvil número 100 millones en pleno corazón de la célebre Unter den Linden, la arteria que va a parar a la Puerta de Brandeburgo, una calle que hasta hace 10 años se enclavaba en otro país y otro sistema político. Al igual que Berlín, una renovada ciudad con un gran legado histórico, el New Beetle engarza el pasado con el futuro del consorcio.

Como recordó el patrón del consorcio alemán, Ferdinand Piëch, con motivo del aniversario de la firma, todo empezó cuando, el 17 de enero de 1934, su abuelo Ferdinand Porsche presentó al gobierno (ya se había instaurado el régimen nazi) un proyecto para la construcción de un coche popular (Volkswagen).

En octubre de 1935 estaba listo el primer modelo de la marca. El régimen nazi condujo a Alemania a la guerra, con lo que la historia del consorcio volvió a empezar en 1945, al final del conflicto con la colaboración de los aliados. Un año más tarde Volkswagen había producido 10.000 automóviles.

Al tiempo que Alemania apuntalaba su moneda, el deutsche mark, símbolo de la reconstrucción, y daba sus primeros pasos el llamado milagro económico, los modelos con el sello Volkswagen comenzaban a hacerse con las calles.

En 1950 se llegó a los 100.000 vehículos. Un año antes, la República Federal de Alemania renacía como estado democrático y aprobaba su Ley Fundamental. Los 100.000 Volkswagen coincidieron con la economía social de mercado, proclamada por el ministro de Economía, Ludwig Erhard. En 1953, cuando los panzer soviéticos reprimieron una importante protesta popular en Berlín este, ya había medio millón de automóviles del fabricante germano circulando por las calles. Ese mismo año moría el líder soviético Josef Stalin.

El primer millón de automóviles VW se alcanzó en 1955, 10 años después de la guerra y fecha de la creación del Pacto de Varsovia. Entonces los actos conmemoratios se celebraron en Wolfsburg, la sede central del consorcio, y asistieron unos 100.000 invitados. Una década más tarde Volkswagen logró los diez millones de unidades. Berlín, la ciudad que ahora ha dado cobijo a las celebraciones del aniversario de los cien millones, llevaba cuatro años dividida por el llamado muro de la vergüenza.

5.000.000 al año.

Como símbolo del carácter transfronterizo del consorcio, se celebró en México en 1981 el nacimiento del Escarabajo 20 millones. Volkswagen se instaló en áquel país hace 35 años y allí sigue fabricando su legendario vehículo en la factoría que tiene en Puebla (a unos 200 kilómetros de México DF). Actualmente, el consorcio alemán produce automóviles en 18 países diferentes, a un ritmo de cinco millones de coches al año.

Desde 1986 la española Seat pertenece al grupo alemán y desde 1991 también la checa Skoda. En España trabajan unas 21.000 personas en las plantas de Barcelona, Martorell, Pamplona y El Prat. El consorcio Volkswagen, el mayor productor europeo de automóviles y el tercero mundial, da empleo a unos 300.000 trabajadores que fabrican unos 20.000 vehículos diarios de nueve marcas y 50 modelos diferentes en las fábricas situadas en cuatro continentes.

Después de una larga espera, apareció en escena el automóvil 100 millones de Volkswagen, un New Beetle plateado recién llegado de México. Debajo de una lluvia de purpurina, los 100 dobles de personajes famosos acompañaban a la auténtica estrella del acto, que se celebró el martes en la sede berlinesa de la compañía alemana, en plena Unter den Linden. Ejecutivos, periodistas y diplomáticos pasaron al anonimato entre el centenar de dobles de políticos, cantantes, músicos y actores. Desde Elvis Presley hasta la familia real británica, incluida Lady Di, acudieron a la fiesta de aniversario. Después de confundir a los berlineses durante todo el día, al final de la tarde los 100 dobles posaron ante la Puerta de Brandeburgo y así pasaron a la posteridad del libro Guinnes de los Récords. Entre las estrellas invitadas a este homenaje no estuvo presente ningún clónico de algún personaje español. La fiesta de aniversario de Volkswagen comenzó a las siete de la tarde con los discursos del presidente Ferdinand Piëch y de Robert Büchelhofer. Primero enseñaron a los invitados el coche número 99.999.999, un Passat Limousine TDI de color índigo, y el 100.000.001, un Golf GTI rojo. Después presentaron al público a sus propietarios: el Passat pertenecía a Manfred Müller, un arquitecto de 45 años, y el Golf a Petra Sommerhäuser, una piloto de 30 años. Algunos incluso temían quedarse sin ver el modelo más esperado, el 100 millones. Finalmente, se confirmaron las previsiones y apareció un New Beetle, como los que durante toda la jornada habían inundado la ciudad alemana con el lema "100 dobles para 100 millones". El bufé, rico en salmón ahumado, y el ritmo trepidante del grupo Power Percussion despidieron una noche que transcurrió sobre ruedas.