124 Motor & Viajes
sábado, 9 de octubre de 1999
viajes

Mosaico secular de culturas, la Península Ibérica atesora entre su valioso legado colectivo la huella que dejó la vida cotidiana de los viejos judíos españoles, expulsados en 1492 por los Reyes Católicos. Costumbres, leyendas y laberínticos trazados urbanos conforman esa singular herencia, cuyos vestigios se pueden aún rastrear entre umbrías callejas y sinagogas hoy reconvertidas en iglesias o museos. No sólamente eran unas comunidades minúsculas, sino auténticos gobiernos autónomos: las aljamas. En ellas contaban con sus rabinos, cementerios, baños rituales, carnicerías, hornos comunitarios, tribunales y hasta con hospitales para peregrinos y pobres

JUDIOS EN ESPAÑA
La huella nostálgica de Sefarad

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JOSE PAZ SAZ

A veces sorprende escuchar en un documental televisivo el habla, entre arcaica y barroca, de algún sefardí descendiente de aquellos judíos expulsados en 1492 de España. Los sefardíes aprendieron la lengua de sus mayores con una obstinación que puede parecernos casi mesiánica, como si quisieran confirmar esa sospecha platónica que dice que aprender es recordar. Del encuentro entusiasta entre un paisaje y una mirada, después convertida en memoria y palabras, han surgido quizá las más grandes elegías de la literatura.

Es posible que la tradición oral sefardita, transmitida de padres a hijos, buscara atrapar desesperadamente en el tiempo esas ciudades españolas que tuvieron que dejar y hacerlas imaginarias, volverlas inmortales y dar noticia de su desaparición. Hasta conseguir que sus descendientes hablen todavía hoy de aquel país con el convencimiento de que su nombre es casi lo único que permanece indemne: Sefarad. Rastros de la España judía quedan diseminados por doquier.

TOLEDO
LA GRAN JUDERIA DE OCCIDENTE

Fue el centro espiritual y administrativo del judaísmo occidental. Sus filósofos, científicos, traductores, recaudadores, poetas y comerciantes alcanzaron renombre universal y se convirtieron en representantes de los judíos españoles frente a la monarquía visigoda. A fines del siglo XIV había en Toledo al menos 10 sinagogas y cinco casas de oración y estudio, muestra de la influencia y poder que alcanzó la comunidad hebrea.

Santa María la Blanca, la sinagoga mayor, fue declarada monumento nacional a mediados del siglo XIX y es un edificio de estilo mudéjar con claras influencias almohades. Su bosque de columnas nos recordará a Córdoba y la mezquita-catedral. En los números 13 y 15 de la calle del Angel, viejo corazón de la judería, encontraremos los restos de unos baños rituales. Lo mismo que en la Sinagoga del Tránsito o de Samuel ha-Leví Abulafia, tesorero real de Pedro I de Castilla, que la mandó edificar en 1356, cuando ya regía la prohibición de construir nuevos templos. Conserva unas valiosas inscripciones hebraicas en las yeserías de sus muros y una rica techumbre en madera de cedro decorada con estrellas de ocho puntas. Desde 1964 acoge el Museo Sefardí: calle Samuel Leví, s/n. (925 22 36 65). Horario: laborables, de 10 a 13:45 y de 16 a 17:45 horas; festivos, de 10 a 13:45 horas. Lunes, cerrado. Precio: 400 pesetas. Sábados tarde y domingos entrada gratuita. Sinagoga de Santa María la Blanca: calle Reyes Católicos, 4. (925 22 72 57). Horario: de 10 a 14 y de 16 a 18 horas. Precio: 200 pesetas. Oficina de Turismo: 925 22 08 43.

CORDOBA
JUDIOS EN AL-ANDALUS

La aljama cordobesa guarda en sus calles sinuosas y estrechas el sabor de casco histórico propio del urbanismo medieval. Encajonada entre las puertas de Almodóvar, Campo Santo de los Mártires y la mezquita-catedral, la judería presenta el típico trazado islámico con dos calles transversales centrales y un laberinto de pequeñas calzadas que acaban, a veces, en callejones sin salida. El judaísmo en Al-Andalus conoció momentos de esplendor entre los siglos X y XII, y mantuvo una significativa influencia tras la conquista cristiana de Córdoba por Fernando III en 1236.

Acotada por una tapia de pobre aspecto, siguiendo la tradición oriental de todo hacia el interior, la sinagoga cordobesa es una pequeña joya mudéjar construida en 1315 por Isaq Moheb. Conserva la sala de oración, un tabernáculo para guardar los rollos de la Torá y la galería de mujeres, sobre la entrada. Sinagoga: calle Judíos, 20. (957 20 29 28). Horario: de martes a sábado, de 10 a 14 y de 15:30 a 17:30 horas. Domingos y festivos, de 10 a 13:30 horas. Entrada gratuita.

Torre de la Calahorra. Museo Vivo de Al-Andalus (Fundación Roger Garaudy): calle Puente Romano, s/n. (957 29 39 29). Horario: todos los días, de 10 a 18 horas. Precio: 500 pesetas; jubilados y estudiantes: 400 pesetas. Oficina de Turismo: 957 20 05 22.

GIRONA
MAESTROS DE LA CABALA

El call gerundense, con su empinado entramado de calles que desembocan junto a la catedral, sugiere un evocador paseo por el espacio de la antigua aljama. Los datos históricos desvelan una presencia judía de más de 500 años: notables familias dedicadas al comercio, la gestión económica y la cultura.

Así, su escuela cabalística, desarrollada por Nahmánides ­también conocido como Bonastruc ça Porta, Gran Rabí de Cataluña­, alcanzó gran renombre y proyección. Nahmánides escribió tratados didácticos que difundieron los conocimientos científicos de su tiempo y fue el primer poeta cabalístico español. La Escuela de la Cábala dejaría después de él un reguero de nombres ilustres, como David Kimhí, Abben Tibon, Jonás Ben Abraham e Isaac Haleví. La progresiva recuperación del conjunto histórico judío de la ciudad ha sido realizada por el Patronato Municipal Call de Girona, de la mano del Centro Bonastruc ça Porta. Su sede se encuentra en una casa situada en la calle de la Força, columna vertebral del call, en el lugar donde se levantó la última sinagoga.

Se accede a ella por un inverosímil callejón y cuenta con un recoleto jardín, una serie de salas de exposiciones y la biblioteca del Instituto de Estudios Nahmánides. En el futuro sus instalaciones acogerán el Museo de Historia de los Judíos en Cataluña. Centro Bonastruc ça Porta: calle Sant Llorenç, s/n. (972 21 67 61). Horario: laborables de 10 a 18 horas, domingos y festivos, de 10 a 15 horas. callgirona grn.es. Precio: 200 pesetas. Del 25 de octubre al 3 de noviembre se organizará la exposición de litografías Sinagogas en gloria y ruina. Oficina de Turismo: 972 22 65 75.

BESALU
BAÑOS DE PURIFICACION

Declarado monumento histórico-artístico, el conjunto medieval de esta población de la comarca de La Garrotxa (Girona) guarda una sorpresa en su subsuelo: los restos íntegros de un miqvé o baño de purificación judío. Fue descubierto casualmente en 1964 y en Europa sólo se conservan otros dos baños rituales similares.

Se trata de una sala subterránea situada en el lugar donde probablemente se hallaba la sinagoga del call de Besalú: los judíos lo utilizaban para la purificación física y espiritual previa a alguno de los momentos importantes de su vida. Oficina de Turismo: 972 59 12 40. Horario: todos los días de 10 a 14 y de 16 a 17 horas. Hay que pedir la llave de acceso al miqvé.

SEGOVIA
LOS SIETE ARCOS

En el siglo XIII, la comunidad judía suponía una parte importante de la población segoviana. Durante el siglo XIV los judíos estaban diseminados por toda la ciudad y sus arrabales, en casas arrendadas al cabildo catedralicio, si bien ya se detectaba un mayor número de ellos en torno a la Almuzara y a San Miguel. El barrio judío se localiza entre la antigua Sinagoga Mayor, reconvertida desde 1428 en iglesia del Corpus Christi, y la Canongía, y estaba delimitado por siete arcos de ladrillo. Tres de ellos se situaban en las manzanas destruidas en 1525 para construir la catedral.

La calle Mayor, hoy de la Judería Vieja, es el eje que guía cualquier recorrido por la misma y acaba en la Plaza del Rastrillo, donde se junta con la calle de la Judería Nueva. Oficina de Turismo: 921 46 03 34.

CACERES
UN RINCON INTRAMUROS

La judería vieja de Cáceres está en el barrio de San Antonio de la Quebrada. Su extensión no es muy grande, contrastando sus casas bajas y encaladas con el monumental entorno que gira alrededor de la Plaza de las Veletas y la de San Jorge. En el siglo XV, pocos años antes de la expulsión, se estima que la comunidad judía suponía una décima parte de la población. Hoy apenas quedan restos: la sinagoga fue derribada en 1470 para construir la ermita de San Antonio de Padua. La Judería Nueva creció en 1478 alrededor de la actual Plaza Mayor. Turismo: 927 24 63 47.

Entre las principales aljamas de la provincia de Cáceres se encuentra Trujillo. Su judería está situada en el Corral del Rey, en una esquina de la famosa y monumental Plaza Mayor.


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