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sábado, 25 de enero de 1997
a escena

JAGUAR XK8. Los amantes de los Jaguar pueden soñar otra vez. Desde el cese de la producción del mítico Tipo E en 1973, esta marca británica no ha tenido un deportivo con el carisma suficiente para reemplazar, en el corazón de los aficionados, a automóviles tan legendarios como los XK 120 o el ya mencionado Tipo E.
Con el nuevo XK8, Jaguar recupera su tradición como fabricante de coches deportivos.Una tradición forjada en las pistas y convertida en leyenda por los innumerables éxitos del pasado.

El heredero del mítico Tipo E

Está disponible en versiones Coupé y Convertible y tiene una potencia de 294 caballos
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ALEJANDRO MOÑIZ

Sir William Lyons no pudo ver cumplido su sueño de poder crear un digno heredero del añorado Tipo E. Cuando el fundador de Jaguar murió, en 1985, esta marca británica atravesaba uno de los momentos más delicados de su historia.
Nacionalizada a finales de los setenta después de que la crisis energética hiciera mella en sus resultados, quedó bajo el control de British Leyland hasta que en 1984 fue privatizada gracias al entonces presidente de la compañía, John Egan, que la devolvió a los beneficios.

Cinco años más tarde General Motors y Ford se disputaron la adquisición de Jaguar para tener en su gama una marca de automóviles de lujo de contrastado prestigio. Ford se llevó el gato al agua y Jaguar obtuvo el espaldarazo definitivo para devolverla al lugar que merecía.
En todo este tiempo, los rectores de la multinacional norteamericana han mantenido e incluso potenciado la identidad de Jaguar como marca productora de automóviles de lujo. Del miedo inicial, al rechazar Ford todos los proyectos que tenía Jaguar, se pasó a la esperanza pues se comprobó que la marca del óvalo prentendía recuperar los valores tradicionales de la firma británica.
Hacía años que los clientes de estos elitistas coches y los amantes de Jaguar echaban de menos un deportivo que evocase la tradición de la marca en competición. Y es que desde que desapareció el mítico Tipo E en 1973, ningún vehículo de la firma había logrado reemplazarlo en el corazón de los aficionados.
 

El XJS nació en 1975 con la difícil papeleta de hacerlo olvidar, pero nunca lo consiguió. Por esta razón se aprobó en 1992 la puesta en marcha del proyecto X100, que tan sólo cuatro años más tarde ha dado lugar al espectacular XK8. En el pliego de condiciones para el desarrollo de este automóvil quedaban claras las intenciones de Jaguar de recuperar su herencia histórica: "El nuevo coche debe reflejar de forma actualizada el concepto clásico de los deportivos de la marca".

Herencia del pasado.

Por eso, desde el nacimiento del XK8 las referencias al pasado son obligadas, ya que este modelo comparte con el Tipo E incluso el lugar elegido para su presentación al público; este último en el Salón de Ginebra de 1961 y el XK8 Coupé en la pasada edición del certamen suizo.
En su aspecto externo también están presentes las similitudes, pero no sólo con el Tipo E, sino también con el XK 120 de 1951. Su agresivo frontal, acentuado por la tradicional calandra ovalada, el largo capó delantero o las grandes llantas, recuerdan poderosamente a los deportivos de más éxito de Jaguar.
 

El XK8 ofrece todo el lujo y refinamiento tradicionales de los productos Jaguar. La madera y el cuero están presentes hasta en el último rincón del habitáculo en una acertada combinación de colores. Para adaptarse a las necesidades y gustos del usuario se ofrecen dos alternativas: Deportiva y Classic. En la primera los paneles de madera de arce moteado tienen un tono gris oscuro. En la segunda, la madera de nogal se aplica también al pomo del cambio de marchas y a la parte superior e inferior del volante, otorgándole un elegante aspecto en sintonía con los más clásicos conductores.
No obstante, cada cliente puede definir exactamente la gama de tonalidades del interior entre una extensa variedad de pieles combinadas con distintos tipos de madera.
Los instrumentos circulares y el diseño ovalado del cuadro de mandos también rinden homenaje al pasado pero en su forma más moderna. Un display digital, situado discretamente bajo el velocímetro, informa de varias funciones e indica, hasta en once idiomas diferentes, que una puerta está abierta.
La postura de conducción es cómoda gracias a las múltiples posibilidades de regulación que tienen tanto el volante como el asiento. El espacio disponible es más que suficiente y en su interior no se sufre el agobio típico de algunos deportivos. Eso sí, las plazas traseras son simbólicas debido a su limitada altura.

Motor histórico.

Una de las características distintivas del XK8 es su motor, ya que se trata del primer ocho cilindros en V producido por Jaguar en toda su historia. Acoplado a un cambio automático, depara un rendimiento excepcional. Este, además, tiene una posición manual con un tacto similar al que ofrece una transmisión convencional.

El control de tracción y la suavidad y progresividad con que entrega los 294 caballos de potencia ayudan a no poner en aprietos a los conductores menos experimentados, pero les permite alcanzar unas prestaciones reservadas a los más avezados. El elaborado bastidor asegura una comportamiento ágil y seguro en cualquier circunstancia. Para los que deseen un temperamento aún más deportivo se ofrece como opción la suspensión CATS, que, además de tener una acertada denominación, controla la dureza de los amortiguadores y se suministra con un equipo de neumáticos y llantas de mayores dimensiones.
La conducción del XK8 se convierte en un auténtico placer por la imponente respuesta de su motor y por el alto grado de confort que ofrece a sus ocupantes. La cuidada insonorización y la calidad con que filtra la rodadura transmite la sensación de que circulamos por encima de una alfombra, mientras que del motor sólo se escucha un ligero bramido cuando éste sube a la zona alta de revoluciones. Estas características también son propias de la versión Convertible, ya que su capota, que se abre o cierra de forma eléctrica en veinte segundos, logra una inmejorable estanqueidad.
Con el XK8, Jaguar se reestablece como uno de los principales fabricantes de coches deportivos, pero sin renunciar al tradicional refinamiento de una marca de leyenda. El felino ha vuelto.

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