12
sábado, 19 de Abril de 1997
viajes

VEINTE MILLONES DE COCHES. Los Angeles, con todas las pequeñas localidades que la circundan y que conforman la gran urbe, tiene una extensión de más de 180 millas en sentido longitudinal y otras 80 si se cruza transversalmente. Es una ciudad que ha sido pensada para el automóvil, un medio de transporte que se utiliza hasta para el más mínimo desplazamiento

Una ciudad sobre ruedas
El cine es la principal atracción turística de este sofisticado enclave del Pacífico
________________________________________________________
CARLOS CANCELA

Cuando en Los Angeles se pregunta por la distancia que separa a dos localidades, automáticamente el encuestado contesta también por el tiempo que lleva hacer ese recorrido en coche. Y es que la meca del cine es, ante todo, una ciudad pensada para el automóvil. Bien es verdad que existe transporte público, compuesto por una pequeña red de autobuses y una exigua red de metro, que cubre la zona más céntrica de la ciudad, el llamado Down Town.

Vista general de Los Angeles desde la terraza del Hotel Mondrian, con el Downtown al fondo de la imagen.
Para hacerse una idea de la macrociudad de la que estamos hablando hay que señalar que más de 1.000 kilómetros de autopista siembran su tierra, cuenta con siete aeropuertos, algo más de 23 millones de habitantes y, según las últimas estadísticas, una cifra muy próxima a los 20 millones de automóviles. Por todo ello, lo más aconsejable es alquilar un vehículo nada más llegar al aeropuerto. Las tarifas son muy económicas. Un coche pequeño cuesta unos 90 dólares a la semana (unas 12.960 pesetas) y un minibús de 15 plazas 540 dólares (77.760 pesetas) por semana. También es conveniente comprar un mapa de carreteras que nos ayudará a ubicarnos en esa jungla de autopistas. Visitar Los Angeles en profundidad requiere tiempo. Uno de los destinos obligados es Hollywood, la meca de la industria cinematográfica. Situada en la zona norte de la ciudad, es el paraíso de las estrellas de la pantalla grande. En Hollywood están los estudios de las compañías cinematográficas más importantes, entre los que destaca Universal Studios.

Un día con King Kong.

La visita a los estudios Universal es casi una cita obligada. La entrada cuesta 33 dólares (4.750 pesetas) e incluye todas las atracciones. El día promete ser inolvidable y lleno de sorpresas: paseando junto a King Kong o viendo como el Tiburón se come al pobre George mientras pescaba tranquilamente en un lago. Un impresionante viaje en el coche de Regreso al futuro y un recorrido por Parque Jurásico pueden hacer que los más pequeños disfruten a lo grande. Hollywood también es sede de los estudios Paramount, en los que se han realizado más de 3.000 películas desde el año 1926, época en que fueron construidos.Se encuentran en la Avenida Melrose. Otra de las muchas atracciones que incluye esta ciudad es su Museo de Cera. Ubicado en el Hollywood Boulevard, ofrece un verdadero recorrido a través de la historia del cine americano.

Uno de los lugares míticos y rodeado de mayor sofisticación en la meca del cine es el Sunset Boulevard: allí se encuentran estampadas las firmas y las marcas de los pies o de las manos de algunos de los más importantes personajes de la industria de Hollywood. El último galardonado fue David Bowie, quien descubrió su premio en forma de estrella el pasado mes de febrero. Ya en la zona costera están La Marina, Santa Mónica o Long Beach, por citar sólo las de mayor interés. En la primera se construyó en 1963 el puerto deportivo más grande del mundo, y continúa siendo todavía uno de los más importantes. Continuando en dirección sur, en la zona de Long Beach, se encuentra atracado el Queen Mary, convertido ahora en un impresionante hotel. Seguimos hacia Santa Mónica, escenario de la popular serie televisiva Los Vigilantes de la playa. Es interesante dar un paseo por el espigón, en el que hay un parque de atracciones y diversas tiendas de souvenirs para el turista. A unos pocos metros de distancia se encuentra el House of blues, un lugar muy recomendable que tiene actuaciones en directo todos los días y un ambiente agradable. Su aspecto exterior es el de una casa vieja y descuidada, un efecto especial más de los magos del cine, ya que en realidad su construcción es totalmente nueva.

De compras.

Para hacer algunas compras lo mejor es acercarse al Beverly Center, un centro comercial a escala americana, con más de 250 tiendas.

En Hungry Valley hay zonas para practicar todoterreno a cualquier nivel.
Aunque con un dólar que cotiza a 145 pesetas es difícil encontrar productos que para los españoles tengan un precio interesante. Como tampoco lo es la zona de tiendas situada en el barrio de Beverly Hills. Allí están los mejores diseñadores y estilistas europeos: Hermes, Gucci o Chanel, con sus últimas novedades lanzadas incluso antes de que lleguen al mercado europeo, pero con unos precios absolutamente prohibitivos. La presencia en la zona de impresionantes Rolls Royce, Mercedes, Porsche o Ferrari hace pensar que estamos en Europa, cuando en realidad nos separan más de 10.000 kilómetros. También es muy interesante dar un paseo en coche por la zona de Beverly Hills para ver algunas de sus impresionantes casas. Aunque si nos sorprende el nivel económico que existe allí, lo mejor es seguir el recorrido hacia Holby Hills, una de las localidades más ricas de la zona, en donde se encuentran las fortalezas más lujosas. Es espectacular en todos los sentidos. El precio de partida de una de esas mansiones puede estar por encima de los cinco millones de dólares (720 millones de pesetas), aunque hay alguna que supera los 25 millones (3.600 millones).

La ciudad del automóvil esconde también un paraíso para los amantes del todoterreno, que podrán adentrarse en uno de los parques más bonitos de la zona a los mandos de un vehículo de tipo 4x4. Se trata de Hungry Valley, al norte de Los Angeles, un lugar al que se puede llegar tomando la carretera interestatal número 5 hasta Gorman y desde ese punto seguir las numerosas indicaciones que hay para llegar a esa zona. En Hungry Valley se puede hacer desde un todoterreno suave, ideal para principiantes, hasta adentrarse en zonas muy complicadas, en las que parece imposible que pueda pasar un coche. Pero hay otras muchas opciones para un turista en Los Angeles. A menos de 300 millas está Las Vegas, la ciudad del juego por excelencia. Y a menos de 100 kilómetros está el Valle de Temécula, con la ciudad de Murrieta, donde se encuentran los mejores y más famosos viñedos del estado de California. Es interesante visitar esta zona, donde existen algunos museos del vino y de su industria.

Una "carrera" por el Museo Petersen


gastronomía

dormir

compras

mapa

arriba