12
sábado, 19 de Abril de 1997
lifting

El más GTi de los diesel

AUDI A3 TDi
________________________________________________________
ALEJANDRO MOÑIZ

Después de conducir la última versión llegada al mercado español de la familia A3 de Audi, uno se pregunta qué futuro tienen los motores de gasolina frente a mecánicas tan eficientes como la que equipa el modelo objeto de esta prueba. La receta no puede ser más sugestiva, ya que el fabricante de Ingolstadt ha utilizado productos de primera calidad; el conocido motor turbodiesel de inyección directa, con 110 caballos de potencia, ofrece unos consumos ridículos y unas prestaciones de auténtico GTi. Otros ingredientes son un bastidor de impecable comportamiento y un interior con una terminación propia de una berlina de representación. El aliño final lo pone un equipamiento en el que no falta detalle. Esta versión del A3 se sitúa entre las dos variantes de gasolina de 125 y 150 caballos de potencia. Si bien por prestaciones, está a la altura de la primera de ellas, a la que supera con claridad en recuperaciones. Sin embargo, por precio de venta se acerca, y mucho, a la segunda. El funcionamiento de esta mecánica es excepcional. Desde poco más de 1.000 vueltas, empuja sin desfallecer hasta casi las 4.500 revoluciones por minuto. Los acertados desarrollos de la caja de cambios permiten aprovechar todo el potencial del motor que, como hemos dicho, hace posible el logro de unas prestaciones propias de modelos de gasolina de superior categoría. Pero lo más sorprendente es que, incluso abusando del acelerador, los consumos se mantienen siempre en unas cifras irrisorias. La versión probada, que pertenece al nivel de acabado Ambiente, no lleva la suspensión deportiva, que se reserva a la variante Ambition. Pero eso no significa, en cualquier caso, que el comportamiento del bastidor no sea extraordinario, ya que asume con total seguridad el nivel de prestaciones, ofreciendo, a la vez, un elevado confort de marcha para los ocupantes y un alto nivel de estabilidad. La calidad de terminación, la cuidada insonorización del habitáculo y el completo equipamiento ponen la guinda a un modelo al que sólo se le puede achacar el que su precio de venta sea demasiado elevado.

arriba