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sábado, 19 de Abril de 1997
estreno

Se ha desarrollado para competir con el Mercedes Clase M. Equipa un motor de seis cilindros. Se presentará como coche de serie en el Salón de Detroit de 1998

LEXUS SLV
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SERGIO PICCIONE

El anuncio de la inminente introducción del Mercedes Clase M, el todoterreno que la marca alemana va a construir en Estados Unidos, ha puesto nerviosos a todos sus rivales. Su inquietud se nota en la actividad que están llevando a cabo sus departamentos de diseño y desarrollo de nuevos productos, que ya preparan modelos con los que parar la competencia que les haga el nuevo Mercedes. Una de las más rápidas en reaccionar ha sido Lexus, la división de coches de lujo de Toyota, que tiene en Estados Unidos su principal mercado y que presentó en el Salón de Chicago el prototipo SLV. Con un vehículo de este tipo espera poder contener mejor a sus rivales que con el aparatoso LX 450. Este es un avance de lo que será el todoterreno medio que quiere dar a conocer, preparado para la venta, en el próximo Salón de Detroit, en enero de 1998. Sus dimensiones encajan con las que tendrá el Mercedes. Tampoco están muy lejos de las del Land Rover Freelander, que se presentará en septiembre y que llegará a Estados Unidos al mismo tiempo que el Lexus.

El prototipo SLV tiene 4,57 metros de largo, 1,81 de ancho y 1,65 de alto. La distancia entre ejes es de 2,61 metros. Como referencia, el Mercedes medirá 4,60 metros. En el SLV se ha tomado la plataforma de la nueva berlina Camry, de la que Lexus tiene una variante que vende bajo la denominación ES 300. La utilización de esta plataforma facilitará su fabricación en Estados Unidos, mercado al que va destinado y en el que Toyota tiene una factoría de la que salen el Camry y el ES 300. El motor con que se dotó a este prototipo es el de tres litros, con una configuración de seis cilindros en V que, en el ES 300, desarrolla una potencia de 200 caballos.

El prototipo SLV ofrece una estética muy agradable y unas dimensiones contenidas.
Para funcionar en este vehículo todoterreno, ha sido modicado y equipado con un sistema de admisión variable, que mejora su capacidad de respuesta a velocidades bajas, algo muy necesario cuando se circula por pistas difíciles. La transmisión es permanente a las cuatro ruedas. Un diferencial central de tipo viscoso se encarga de repartir la potencia entre los ejes delantero y trasero. En condiciones de máxima adherencia de ambos, el reparto previsto es de un 25% delante y el resto detrás, a fin de optimizar su agilidad y buen comportamiento en carreteras asfaltadas, lo que figuraba como uno de los puntos importantes en el pliego de condiciones de los responsables comerciales de Lexus.

CONTROL TOTAL.

Con este objetivo, conviene decir que el eje posterior va dotado de un diferencial Torsen, con lo que el conjunto de la transmisión recuerda al que llevaban los antiguos Lancia Delta S4, que fueron diseñados para dominar en el Campeonato del Mundo de Rallys. El cambio de marchas previsto es automático, de cuatro velocidades, controlado electrónicamente por el mismo procesador que gestiona el motor. Un antibloqueo de frenos ABS, que no se puede desconectar, colabora para lograr una conducción fácil en cualquier circunstancia. La suspensión es independiente en las cuatro ruedas, y dispone de muelles y amortiguadores, una solución que, hasta el momento, pocos vehículos todoterreno habían adoptado. El acabado es el habitual de Lexus. Los interiores están tapizados en piel. Las butacas delanteras son independientes, y el asiento trasero corrido, que puede adelantarse o retrasarse con el fin de lograr más espacio para los pasajeros o mayor amplitud de carga. En el terreno de la seguridad, cuenta con airbag delanteros, frontales y laterales, para los ocupantes. El equipamiento se completa, en el prototipo, con un transmisor de datos y un monitor para poder conectarse a Internet, además de un sistema de navegación.

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