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sábado, 19 de Abril de 1997
análisis

NEUMATICOS. Para comprender la importancia que tienen estos elementos, piense en su coche desplazándose a gran velocidad por una superficie mojada. Se mantiene adherido y estable sobre la calzada por medio de cuatro superficies de apoyo, a pesar de que cada una de ellas tiene apenas la extensión de la palma de la mano

Los "zapatos" de su automóvil
Un juego de ruedas puede durar, en función del uso, entre 5.000 y 40.000 kilómetros
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FELIX CEREZO

Cuando usted se acerca hasta una zapatería, pide un modelo que le gusta, pero que sea de su número, le resulte cómodo y le sirva para un fin concreto. Nunca se le ocurriría comprar un zapato de vestir para hacer deporte. Probablemente acabaría con los tobillos destrozados, si es que las caídas no le han impedido completar su carrera. Aunque tampoco haría deporte con las zapatillas en mal estado o rotas. En su automóvil, los neumáticos hacen de zapatos. Puestos a cambiarle el calzado a su vehículo, no sólo debe buscar las ruedas idóneas de acuerdo a las características del coche, sino también en función del uso que se haga de éste. Conducción deportiva o tranquila, tipo de carreteras que utilice o nivel de carga que soporte el coche con frecuencia aconsejarán un neumático u otro. Pero es que, además, los neumáticos suponen un factor fundamental en la seguridad de sus desplazamientos. Son los elementos que ponen en contacto el coche con el asfalto: transmiten la fuerza del motor, dirigen la marcha, mantienen la adherencia y permiten frenar adecuadamente. De ahí que necesiten una atención especial y constante, no sólo en el momento de la compra, sino también en su mantenimiento.

Conocer las claves.

A esta importancia responde el embrollo de cifras y letras que ilustran el perfil de un neumático. No todos esos datos son realmente fundamentales para el conductor, pero algunos de ellos proporcionan una información esencial: por ejemplo, la medida de ese neumático, el diámetro de la llanta o el índice de velocidad para el que ha sido desarrollado. La medida viene dada por el ancho en milímetros y el perfil o serie. Estos parámetros admiten cierta variación, aunque supeditados a la llanta. Más anchura implica mayor adherencia, pero también más resistencia al rodamiento y, por tanto, más consumo y desgaste. Por otra parte, disminuir el perfil permite una mayor precisión en el pilotaje y más agarre, a cambio de reducir el confort y la duración de los neumáticos. Evidentemente, tampoco puede poner a su automóvil cualquier llanta, por mucho que le guste. Es el soporte del neumático y viene determinada por las características del vehículo. Y si al cambiarla, cuando es posible, varían sus medidas, necesitará ruedas nuevas.

Por último, el índice de velocidad refleja la velocidad máxima para la que se ha homologado ese neumático y, por tanto, conviene siempre montar ruedas que soporten más prestaciones de las que pueda dar su vehículo. Una vez que ha comprado los neumáticos adecuados, la atención se centra en un mantenimiento correcto. Se trata, sobre todo, de vigilar que la presión sea la indicada por el fabricante, considerando que ese valor es diferente cuando el coche va cargado a tope. En este aspecto, la anomalía más frecuente es circular con una presión de inflado de las ruedas inferior a la correcta. En estas condiciones, se resienten la estabilidad, el consumo, la vida útil del neumático y, lo que es más importante, la seguridad, al no poder asentar correctamente sobre la llanta. Conviene, además, vigilar el estado externo de la goma, que puede presentar cortes, impactos o abultamientos. Estos problemas pueden deberse a múltiples causas, por lo que es conveniente consultar a los especialistas. En cualquier caso, recuerde que, aunque no se usen, los neumáticos no duran siempre. El paso del tiempo los deteriora y hace que pierdan prestaciones. Su rendimiento dependerá del coche que use y de cómo lo haga. Según la firma Continental, en un vehículo que, por motor y por ruedas, admita todo tipo de conducción, el mismo juego de neumáticos puede recorrer entre 5.000 y 40.000 kilómetros.

Cómo leer un neumático

Comprobar las señales de la banda de rodadura

Balance

 

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