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sábado, 31 de enero de 1998
tranvias

PROYECTO CIVIS. La congestión creciente del tráfico en las grandes urbes y el aumento de contaminación atmosférica y acústica que lleva parejos hacen que la sociedad vuelva su mirada hacia un nuevo transporte colectivo con soluciones tecnológicas de vanguardia

La era de los "megatrolebuses"
Estos vehículos se encuentran a medio camino entre los tranvías y los autobuses
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JORGE PALACIOS

Renault y Matra ponen a punto el Civis, un innovador sistema de transporte por zona reservada que se sitúa entre el tranvía y el autobús y que presenta numerosas ventajas en el plano económico y en términos de servicio. La solución elegida se caracteriza sobre todo por sus características de adaptabilidad. Una adaptabilidad que permite ofrecer una capacidad de transporte del orden de 3.000 pasajeros por hora y dirección, con un costo reducido en la medida de lo posible y una calidad de servicio acorde con los tiempos.

En los últimos Encuentros Franceses del Transporte Público, celebrados en la localidad francesa de Dijon y organizados por el Grupo de Autoridades Responsables del Transporte (GART), y las empresas Renault Vehículos Industriales y Matra Transporte Internacional, se presentó una maqueta a escala natural del prototipo Civis, un megatrolebús que constituye uno de los elementos esenciales del sistema de transporte urbano ligero por zona reservada que ha sido desarrollado conjuntamente por Renault y Matra.

A decir de sus constructores, el Civis toma la tecnología de las generaciones de autobuses más avanzadas, y del tranvía, el principio de conducción por zona reservada, aunque esa zona no sea una vía de rieles, ya que el Civis usa ruedas con neumáticos, sino un mero carril-bus.

Alternativa híbrida.

No obstante, tal limitación es parcial, pues aunque la primera versión del Civis se ha presentado sólo con tracción eléctrica, tomándose la corriente mediante troles de un tendido aéreo, Renault VI dispone de soluciones con propulsión híbrida, con motor de explosión diesel o de gas acoplado a un generador eléctrico que podrían permitir la impulsión del Civis por zonas periféricas en las que el problema de la contaminación no fuera tan crítico.

Estos sistemas de propulsión híbrida garantizan, al mismo tiempo, la continuidad del servicio en caso de que se produzca un fallo en el suministro eléctrico y la corriente no circule por los cables en que apoyan los troles. Además, así se puede suspender el tendido eléctrico aéreo en aquellas áreas de edificios cuya belleza arquitectónica lo haga contraproducente. El Civis circularía en estos tramos impulsado por un motor térmico de baja contaminación.

El hecho de utilizar muchos elementos comunes con los autobuses redunda en una sensible bajada de los costos, al beneficiarse así el Civis de importantes economías de escala.

En su primera aparición en público, el Civis ha pretendido sobre todo mostrar su funcionalidad, sus características de accesibilidad y su habitabilidad. La longitud total de este vehículo articulado es de 19,5 metros, ofreciendo una capacidad de transporte de hasta 140 personas. En el interior del primer coche destaca el uso de transportines que, una vez abiertos, ofrecen la comodidad de los asientos tradicionales, pero que, cerrados, muestran una serie de asideros para el pasaje, liberando en las horas punta espacio para más viajeros. Para aumentar el confort de éstos, el techo ofrece puntos de luz y los grandes ventanales se han hecho llegar todavía más abajo para que pueda verse mejor el exterior desde cualquier punto del interior.

En el futuro, la gama Civis incluirá vehículos rígidos de 12 metros de largo, articulados de 18 metros e incluso doblemente articulados, con tres coches, en los que la longitud puede llegar a los 24 metros, todos ellos con una anchura de 2,55 metros. En el Civis articulado de sólo dos coches, el diámetro de giro mínimo entre muros es de 24 metros.

Las capacidades respectivas de viajeros serían de 70, 110 y 150, con una densidad de cuatro pasajeros de pie por metro cuadrado de suelo. Si esa densidad se incrementara a ocho pasajeros de pie por metro cuadrado, las posibilidades de ocupación ascenderían hasta los 100, 160 y 220 viajeros. Todos los modelos rígidos disponen de dos o tres puertas, mientras que los artículados tienen tres o cuatro.

Enorme versatilidad.

Todos estos vehículos pueden incorporar una rampa escamoteable para el cómodo acceso de las sillas de ruedas y de los cochecitos para niños, aunque los técnicos que han desarrollado el Civis aseguran que, debido a la suspensión neumática que equipa, dispone de un sistema de arrodillamiento que basta para facilitar la subida y bajada no sólo de estos vehículos sino también de los niños pequeños, los ancianos y los discapacitados físicos.

Siendo el transporte subterráneo el método ideal para el desplazamiento urbano y periurbano de viajeros, las enormes inversiones que requiere la implantación de su infraestructura hacen que en muchas ocasiones resulte inviable su puesta en marcha en muchas ciudades. Renault y Matra aseguran que, en el caso del CIVIS, se da la premisa ideal para poder solucionar ese problema, ya que no se precisan más que unas infraestructuras ligeras, y las inversiones necesarias para su puesta en circulación son moderadas (menos de 50 millones de francos franceses, es decir, unos 1.250 millones de pesetas, por kilómetro) con relación a la que supone crear una línea completa para tranvías.

Además, las cocheras y los talleres para la reparación y el mantenimiento del Civis son muy sencillas, pues no se requieren vías férreas ni complicados cambios de vías o plataformas giratorias, y tampoco tendidos especiales de electrificación, lo que también contribuye a rebajar las inversiones en infraestructura.

Conducción automática

El Civis va dotado de un nuevo dispositivo de guía óptica, desarrollado por Matra Transporte Interncional, que usa una pequeña cámara colocada debajo del volante. Esta va leyendo una trayectoria ideal que se materializa en una línea codificada pintada sobre la calzada. Un microprocesador detecta las desviaciones que pueda experimentar el vehículo con respecto a esa trayectoria ideal y actúa sobre la dirección de éste para corregirlas. Naturalmente, el conductor del Civis puede tomar por sí mismo el control en el instante en que lo desee para pasar a la conducción manual clásica. El puesto de conducción se ha situado en el centro, y los tradicionales retrovisores se han sustituido por cámaras de televisión en circuito cerrado que permiten observar lo que ocurre tanto en el interior como en el exterior del vehículo a través de unas pantallas situadas a ambos lados del conductor.

La tracción se lleva a cabo mediante un innovador concepto de ruedas motorizadas, desarrollado por Renault VI, que montan neumáticos extraanchos y llevan un motor eléctrico acoplado dentro de cada una de sus respectivas llantas. Gracias a ello se ha podido conseguir un piso completamente plano y de sólo 320 milímetros de altura sobre el suelo. El conjunto de las ruedas va equipado de pequeños rodillos de seguridad, de manera que, en los lugares del trayecto en que el terreno disponible para el carril-bus es reducido y, sin embargo, pueden alcanzarse velocidades elevadas, se pueden instalar bordillos a ambos lados del carril-bus, en los que los rodillos pueden tomar apoyo eventualmente para corregir la trayectoria.


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