Telef—nica

PERFIL


Al cielo... desde Durango

Jesús María Pedrosa Urquiza es el primer miembro del Partido Popular asesinado por ETA desde que el pasado 3 de diciembre la banda terrorista diera por terminada la tregua decretada 14 meses atrás. Pedrosa, de 57 años, militaba en el sindicato nacionalista ELA. Estaba casado y tenía dos hijas. Una de ellas había fijado la fecha de su boda para el próximo mes.

Amenazado desde tiempo atrás (pasquines con su nombre, llamadas telefónicas a casa...), el edil no llevaba escolta. No quería orí hablar de ello. Menos aún de marcharse de Durango. Había rechazado cualquier tipo de protección porque, según había asegurado hasta el hartazgo, se sentía muy seguro en su pueblo.

«Con guardaespaldas o sin guardaespaldas, iremos todos los días al Ayuntamiento a hacerlo lo mejor que podamos», le había manifestado a Carlos Herrera, en radio Nacional, en una reciente entrevista. «No sé si voy a ir al cielo o al infierno; procuraré ir al cielo. Lo que sí sé es que voy a ir desde Durango».

Amigos, familiares y vecinos le demostraron siempre su apoyo y solidaridad. En más de una ocasión le pararon por la calle para pedirle que siguiera adelante, luchando, sin miedo.

Pero a pesar de los principios y las convicciones, hay sentimientos que no se pueden evitar. «Pues miedo, miedo... somos humanos, miedo no tengo, pero muchas veces sí que me pongo a pensar en ello», había reconocido en la entrevista.

En la misma entrevista donde recordaba que el último día de Navidad que ha celebrado recibió una botella de agua vacía con una pegatina donde le recordaba que mientras él iba a cenar tranquilo, había decenas de etarras que lo iban a pasar en la cárcel.

El concejal popular, como queriendo conjurar el miedo y las amenazas, realizaba todos los días el mismo recorrido. Y todos los días pasaba por el mismo lugar donde ha caído abatido por los disparos de sus verdugos.



VOLVER