Martes, 4 de abril de 2000

COMPETENCIA
"Microsoft ejerció su poder monopolístico por medios restrictivos de la competencia"

Resumen del fallo condenatorio del juez Jackson (I)

JUAN GONZALO

MADRID.- La sentencia del juez Jackson contiene uno de los alegatos más demoledores contra el mayor fabricante de programas informáticos del mundo, Microsoft. Sus consecuencias afectan, virtualmente, a todos los usuarios del sistema operativo Windows en sus diferentes versiones, pero su alcance va mucho más allá: en una sociedad cuyos cimientos económicos están cada vez más integrados en Internet y en las tecnologías de la información en general, las empresas con una posición dominante tienen ahora la certeza de que la Justicia no está dispuesta a quedarse con los brazos cruzados si considera que la libre competencia de un sector tan estratégico está amenazada.

Primero, los puntos esenciales. El juez Thomas Penfield Jackson, titular del Juzgado de Distrito de EEUU para el Distrito de Columbia falla, en la Demanda No. 98-1232 (TPJ):

"El tribunal concluye que Microsoft mantuvo su poder monopolístico por medios contrarios a la competencia, e intentó monopolizar el mercado de navegadores [...]. Microsoft también violó el epígrafe 1 de la Ley Sherman al unir su navegador de forma ilegal con su sistema operativo".

A lo largo de toda la sentencia, Jackson basa sus argumentos en un documento previo denominado Facts of Finding, es decir: los hechos que considera probados [en adelante, los Hechos] tras estudiar las demandas y las alegaciones de las partes del proceso. También hace, en numerosas ocasiones, varias alusiones a otros casos similares de la historia judicial estadounidense, de especial relevancia si se tiene en cuenta el carácter fuertemente jurisprudencial del Derecho anglosajón.

El ponente dice, a continuación, que no se puede concluir que los acuerdos comerciales de Microsoft con otras compañías "constituyeran acuerdos exclusivos (exclusive dealing)".

Acciones de los Estados

Los 19 Estados y el Distrito de Columbia pedían que el juez evaluara la posibilidad de que Microsoft fuera condenada bajo sus propias leyes antimonopolio. Jackson estima la petición de las fiscalías regionales.

A continuación, el juez pasa a argumentar su decisión en la ley antimonopolio Sherman.

El espíritu de esta norma queda establecido en elas referencias a un caso anterior, donde se afirmaba que el uso ilegítimo del poder monopolístico requiere dos elementos: por un lado, "la posesión de un poder poder monopolístico en un mercado relevante"; por otro, "la adquisición voluntaria o el mantenimiento de ese poder en contraposición al crecimiento o desarrollo que se deriva de [la comercialización de] un producto superior, su ingenio empresarial o un hecho histórico".

El primer elemento es el que se considera en el documento como el "umbral" para hablar de un poder monopolístico. Por tanto, el juez pone cuidado en determinar los límites de lo que puede ser considerado un mercado relevante.

Así, los demandantes establecían como tal las licencias concedidas en todo el mundo de sistemas operativos para ordenadores personales (PC) compatibles con Intel. El juez les da la razón, al inferir que, "si una sola empresa o cartel controlara las licencias de todos los sistemas operativos para PC compatibles con Intel en el mundo, podría fijar el precio de una licencia sustancialmente por encima del que tendría en un mercado competitivo -y mantenerlo durante un tiempo significativo- sin perder los suficientes clientes como para que esa acción no resultara rentable".

Luego vienen las cifras: de ese mercado, "la participación de Microsoft supera el 95% (en todo el mundo), y esa cuota superaría el 85% incluso si ese mercado incluyera al Mac OS [el sistema operativo de Apple]".

Continúa >>