Offspring, Smashing Pumpkins
y U2 publican sus últimos trabajos gratis en MP3, mientras
que Frederick Forsyth anuncia una novela sólo distribuida
por Internet
OLALLA
CERNUDA | MADRID
Pese a los intentos de casas discográficas
y editoriales por tratar de que Internet no les suponga una merma
sustancial en sus ingresos, son ya muchos los artistas que han
optado por hacer frente a estos grupos de presión por la
bravas: publicando sus discos o libros gratis en la Red. ¿No
querían caldo? ¡Pues ahí van dos tazas!.
En los últimos meses, los abogados de la
industria discográfica y de diversas editoriales no han
dado a basto. El motivo: Internet. Consideran que la facilidad
de copia y descarga de ficheros de audio, texto y vídeo
puede hacer que sus insgresos desciendan sustancialmente, con
lo que hen emprendido una ardua cruzada contra los internautas
y los webs de intercambio de ficheros sólos ante el peligro.
Sólos, porque incluso sus propios artistas se les han sublevado.
El primero en soltar la liebre fue Stephen King,
que optó por una revolucionaria
fórmula para romper su cordón umbilical que
le unía a su editorial. King decidió publicar el
primer capítulo de su próxima novela en la Red,
e instaba a los internautas a pagar 2'5 dólares (unas 500
pesetas) cuando descargasen el capítulo. No era una obligación,
sino una simple petición, pero si King no recibía
el importe de al menos el 75% de las personas que descargaran
la obra, no seguiría escribiendo. El resultado ha sido
tan bueno que incluso algunas personas pagaban dos o tres veces
la cuantía para sufragar los gastos de los remolones que
no quisieran pasar por caja.
Tras King, otro de los grandes estadounidenses,
pero esta vez cantante, dió 'el cante'. El artista antes
conocido como Prince anunció públicamente que no
sólo permitirá (de hecho, ya lo hace) a sus fans
escuchar sus
singles en formato .mp3 sin pagar un duro, sino que además
se las ha ingeniado para inventar una nueva forma de distribución
de sus discos. Prince abre una lista de suscripción en
la que se apuntan los fans que estén dispuestos a comprar
su nuevo disco. En el momento en que hay comprometidas las personas
necesarias para sugrafar los gastos de edición del disco,
el resto lo obtienen gratis.
A este tipo de iniciativas han seguido otras varias
en los últimos días. Los Smashing
Pumpkins, Off Spring
(éstos incluso venden camisetas con el eslogan "salvemos
a Napster") y ahora U2
han dado a conocer sus últimos trabajos exclusivamente
a través de la Red. Y además de permitir a los internautas
ser testigos excepcionales de sus últimos trabajos, no
les han cobrado nada por ello.
El último caso de esta retahila de 'bravuconerías'
es el del escritor Frederick Forsyth. El autor acaba de anunciar
que su próxima obra sólo la publicará a través
de la Red. El novelista, que ya ha vendido 60 millones de libros
en todo el mundo, Quintet (Quinteto) en Online
Originals, un web británico que se dedica a dar a conocer
a escritores nóveles.
Los seguidores de Forsyth podrán leer la
obra en diversos formatos (.pdf, versión para Palm, Rocket
PC, Pocket PC o eBook), pero para descargarlo siempre habrá
que acudir a Internet.
Contra-réplicas
Mientras el número de artistas que reclama
su derecho a hacer con sus obras lo que quiera crece día
a día, otros apuestan por lo seguro. Apoyados por sus discográficas,
algunos cantantes estadounidenese han emprendido su particular
guerra anti-Napster.
En los ejemplares dominicales de periódicos
com The New York Times, Usa
Today o Los Angeles Times
aparecen desde hace unas semanas anuncios a toda página
en los que artistas como Alanis Morissette, Christina Aguilera,o
Garth Brooks, entre otros muchos, instan a los internautas a dejar
de utilizar Napster y otros sistemas parecidos de intercambio
de ficheros. "Si las canciones significan mucho para tì,
imagínate lo que significan para nosotros" dicen los
pobres.
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