Los
ladrones la depositaron, sana y salva, en la casa de un presentador
de la cadena televisiva británica BBC
elmundo.es
| MADRID
Un presentador de la cadena televisiva británica
BBC, Jeremy Paxman, se ha
encontrado con una peculiar sorpresa esta mañana en su
buzón de correos. Nada más y nada menos que una
máquina de 'Enigma',
que había sido robada el pasado mes de abril del museo
de Bletchley Park.
Al final, los ladrones -o quien quiera que tuviese la máquina
en su poder- han prescindido de la recompensa y han devuelto a
Enigma sana y salva, según ha informado la cadena televisiva.
La historia comenzó el pasado mes de abril,
cuando unos desconocidos aprovecharon un pequeño descuido
y se llevaron de Bletchley Park -antigua sede de los servicios
secretos británicos- la máquina de Enigma, una de
las tres que quedan. Con esta rudimentaria máquina de escribir,
los alemanes trajeron de cabeza a los aliados durante la Segunda
Guerra Mundial, dado que no eran capaces de descifrar los mensajes
que se cifraban con la máquina.
A los meses del robo, y sin tener ninguna pista
sobre Enigma,
los responsables del Museo decidieron ofrecer una recompensa para
que los ladrones devolvieran la máquina, pero hasta hoy
nada se sabía de ellos. Salvo que realmente tenían
el ejemplar de Enigma en su poder (por eso enviaron una fotocopia
del número de identificación que el Museo había
dado a la misma cual misiva de rescate) y que no querían
recompensa.
La devoluciòn de la máquina ha cogido
desprevenidos a la Policía y los responsables del Museo,
que ya casi habían perdido todas las esperanzas de volver
a ver a Enigma. Pero al que más ha pillado por sorpresa
ha sido al propio Jeremy Paxman, según ha asegurado el
periodista a la BBC. "No tengo ni la más remota idea
de poqué me la han mandado a mí".
Al parecer, la máquina llegó en una
gran caja de cartón, y estaba envuelta en tres capas de
plástico protector, para evitar los daños durante
su transporte. "Nada más abrir el paquete por una
esquinita me dí cuenta de lo que era, y lo único
que se me pasaba por la cabeza era: ¡Dios mío!"
aseguraba Paxman.
Nada más hacer el descubrimiento, el periodista
llamó a la directora del museo Bletchley Park, Christine
Large, que se desplazó inmediatamente a la casa del reportero
para comprobar que, efectivamente, se trataba de la máquina
Enigma robada.
En unos días, después de pasar por
un completo "examen médico" que dejará
la máquina tal como estaba antes de su desaparición,
los visitantes de Bletchley Park podrán volver a contemplarla.
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