1.- Gran parte de las patentes concedidas hasta
la fecha son obvias.
El uso de XOR (una de las operaciones básicas de los ordenadores)
para pintar y despintar un cursor en una pantalla está protegido
por una patente. Es el equivalente de patentar la suma para calcular
presupuestos, y uno se pregunta en qué estaría pesnsando el examinador
en cuestión cuando aceptó esta patente. No hay ninguna razón para
pensar que las Oficinas de Patentes vayan a mejorar sus prácticas,
y menos después de salirse con la suya y eliminar todas las restricciones
a la patentabilidad. Son organizaciones cerradas, con muy poca
transparencia pública, y representan un grupo de interés privado
con mucha influencia.
2.- Las patentes de 'métodos de negocio' registran
prácticas sociales habituales
El cambio en la legislación no sólo afectaría al software:
también permitiría la patentabilidad de 'métodos de negocio' y
'métodos educativos'. Parece que basta con tomar cualquier idea
exterior y añadir 'en internet' para que algo sea patentable.
Como ejemplo pondré la subasta inversa, que lleva siglos practicándose
en las lonjas gallegas: el subastador canta pujas en orden descendiente:
"1000, 950, 900, 850, 800..." y la subasta se adjudica en cuanto
la primera persona puja. Pues bien, la empresa priceline.com
ha sustituido las bandejas de pescado por los billetes de avión,
y escrito detrás de esta descripción "en internet", y ha conseguido
la patente. Les recuerdo que una patente es un monopolio, lo que
quiere decir que si alguien más quiere usar la subasta inversa
en internet, tiene que pagar a priceline o arriesgarse a una demanda.
3.-Es imposible implementar un sistema que no
produzca malas patentes
Los examinadores de patentes tienen demasiado trabajo, y
poco tiempo para buscar lo que se denomina 'arte previo'. Una
patente no sólo tiene que ser 'no obvia', sino también novedosa;
el 'arte previo' son ejemplos anteriores del invento propuesto
para patente. Se decía de Von Neumann, el gran matemático húngaro
cuya contribución en el proyecto Manhattan y con la NASA dio a
los Estados Unidos la bomba atómica y el viaje a la Luna, que
era la única persona viva que tenía conocimiento de todas las
ramas de la matemática. En la actualidad es posible que sólo Donald
Knuth, autor de "The Art of Computer Programming" y apodado cariñosamente
"Dios" en círculos de programadores, tenga todos los conocimientos
para saber si un algoritmo o programa es novedoso o no.
Si a esto le unimos que las patentes no incluyen
las palabras "algoritmo, software, programa", sino que cada patentador
usa un subterfugio distinto para colar su patente por los agujeros
de la Oficina de Patentes, está claro que las malas patentes están
aseguradas. Este segundo inconveniente es el único que sería resuelto
si se permitiera el registro de algoritmos, pero aún quedaría
el primero. Por último, los examinadores de patentes tienen un
incentivo para aprobar las patentes, no para rechazarlas. Y su
control de productividad les obliga a examinar un número mínimo
de patentes al año, lo que hace que no le puedan dedicar bastante
tiempo a cada una de ellas.
4.- Las patentes de software suponen un peligro
para la pequeña empresa
Las pequeñas y medianas empresas no tienen un departamento
legal adecuadamente dotado para registrar patentes, comprar licencias,
entrar en litigio cuando una patente sea inválida o la infrinjan
inadvertidamente, ni para investigar en las bases de datos de
patentes antes de realizar un proyecto. Esto es especialmente
dañino en el caso del software, donde el coste de entrada es lo
bastante bajo para que una sóla persona con su ordenador pueda
contribuir al progreso de la industria. En el caso de la fabricación
de objetos físicos, las realidades de la producción en cadena
hace que el coste de entrada en una industria sea más alto, con
lo que el coste de una patente se diluye más entre el coste de
investigación, desarrollo y posterior producción.
5.- Las patentes de software atentan contra
la competencia
El hecho de que muchas patentes de software declaren el monopolio
de prácticas sociales habituales o soluciones técnicas obvias
permite que los propietarios de las patentes las usen de forma
agresiva, como arma en la lucha por el mercado. Es el caso del
'One-click buying', sistema patentado por Amazon,
quien hasta la fecha sólo ha usado la patente para atacar a su
más directo competidor, Barnes
& Noble. Hay que hacer notar que el 'One-click buying' es
un uso obvio de las galletitas o 'cookies' (sistema por el que
los servidores de internet 'recuerdan' si un usuario ha estado
antes allí, almacenan datos de sesión, etc.). Si alguien podría
haber registrado esa patente, debería haber sido el inventor de
las 'cookies', puesto que se inventaron precisamente para permitir
el 'One-click buying', el registro automático sin tener que introducir
el nombre de usuario y la contraseña, etcétera.
Y otro de los lados por los que se dificulta la
competencia es en el punto económico. Si es usted empresario,
le voy a dar algo en que pensar mientras los Eurodiputados discuten
con los Eurofuncionarios y la EPO si se aprueban o no las patentes
de software. Pregúntele a su Director Técnico si está usando código
patentado, y cuánto tiempo y dinero le costaría comprobarlo en
ese caso. Puede que tenga revisar todo su código y compararlo
con las bases de datos de patentes
en Estados Unidos, y eso lleva tiempo.
El infractor también puede ser uno de sus proveedores;
llámelos y pregúnteles en cuánto afectarían las patentes de software
al precio de sus licencias. Cuando llame a su Director Financiero
para contárselo, aproveche para preguntarle cuánto presupuesto
tienen para comprar licencias de patentes y cuánto para litigios
sobre patentes, y cómo afecta esto a la cuenta de resultados.
Pregúntese usted mismo cuánto afecta esto al valor para los accionistas.
Existen sesudos
informes y estudios que demuestran el peligro de las patentes
de software para la competencia, pero a lo mejor ya no le hace
falta leerlos después de hablar con los directivos de su empresa.
6.- Las patentes de software suponen un peligro
para Europa
Una de las razones por las que se está estudiando la inclusión
del software entre las invenciones patentables en Europa es la
presión de los EEUU, que encontrarían aquí un terreno fecundo
para el litigio o la licencia. Esto costaría mucho dinero a las
empresas europeas, sometidas a un aplastante corpus de patentes
previo. Pero peor aún que pagar por un algoritmo podría ser que
se prohibiera su uso, con la siguiente merma de la capacidad de
competir con las empresas propietarias de la patente (ver apartado
5). La EPO (Oficina Europea de Comercio) es una organización de
tratado a la que pertenecen 19 países, algunos de los cuales,
obviamente, no están entre los 12 de la Unión Europea. El esfuerzo
de 'lobby' estadounidense se está concentrando en el voto de Chipre,
Lietschenstein, Andorra, Suiza... que por una razón o por otra
no tienen tanto que perder (o en el caso de Suiza, tienen mucho
más que ganar) que los países que se oponen: Francia, Alemania,
España...
7.-Las patentes de software suponen un grave
peligro para el Software Libre
No es este el momento de cantar las alabanzas del Software
Libre, pero es necesario señalar que las Administraciones Públicas
y empresas, no los usuarios finales, quienes más se pueden beneficiar
de la existencia de aplicaciones cuyo código fuente pueden auditar,
modificar y redistribuir libremente. El código fuente es un texto
legible por humanos que describe lo que hace el programa y que,
una vez pasado por un proceso llamado "compilación", genera el
código ejecutable, el programa que usamos.
El hecho de que el código fuente del Software Libre
sea, por definición, de pública lectura, hace que estos programas
sean mucho más fáciles de atacar que los programas llamados "cerrados"
o "no libres". A partir de aquí entran en funcionamiento los mecanismos
de bloqueo de la competencia.
8.- Es casi imposible asegurar que no se infringe
alguna patente
El hecho de que las patentes de software estén redactadas
en términos tan oscuros, el alto precio de investigar sobre las
patentes existentes (la principal fuente de ingresos de la EPO
son los informes sobre las patentes que hay en un determinado
campo de la industria) y la gran cantidad de patentes 'obvias'
impiden comprobar adecuadamente si uno está infringiendo una patente
al escribir un programa, o no.
Por esta razón las patentes de software podrían
suponer un freno a la industria del software, y bloquear la innovación
al no impedir que un programa novedoso use código patentado en
alguna de sus operaciones más triviales.
9.- Se puede casi asegurar que se infringirá
una patente
Este punto se podría haber titulado "Es casi imposible asegurar
que no se infringe una patente, segunda razón". Una tendencia
actual muy común en la producción de software es dejar que sean
programas los que generen otros programas. Es una práctica tan
común que Philip Greenspun,
profesor del MIT, lo propone como ejercicio a sus alumnos.
Es imposible comprobar 'a priori' el código generado
por un ordenador, sea por algoritmos genéticos, por optimización
en un compilador o por el método que sea. Saber si uno de estos
programas infringe una patente es tan difícil como leerle a alguien
la mente. Probablemente en algún punto del proceso las máquinas
darán con soluciones patentadas, sólo que no lo sabremos.
10.- El Copyright y las Marcas Registradas
son más que suficientes
El navegador que están usando ustedes para leer estas líneas
ya está protegido dos veces: primero por las leyes de copyright.
Si yo hago un navegador, no puedo usar el código de otro navegador
a no ser que el propietario del copyright me autorice. Así que
no me podré basar en Explorer, Opera o iCab, pero podré hacer
un navegador a partir de Mozilla, Galeon o cualquiera de los otros
navegadores libres que existen en el mercado. Pero además del
copyright está el asunto de las marcas.
Si hago un nuevo navegador, no lo podré llamar
Netscape Navigator, ni Microsoft Internet Explorer, ni Mozilla,
etc. Estos son nombres registrados, son marcas, y la legislación
prohíbe dos marcas iguales en el mismo campo, para evitar la confusión.
Podría llamarle Mozilla a una marca de motocicletas, por ejemplo,
pero no a un navegador. Lo mismo que para los productores de software
se puede aplicar a las empresas puntocom y sus modelos de negocio.
Estas dos garantías, el copyright y la marca registrada,
son suficientes para proteger el negocio de los productores de
software y de las empresas puntocom, sean portales, tiendas, buscadores,
sitios de noticias, etcétera. El copyright y las marcas protegen
a sus propietarios mientras garantizan la competencia, sin introducir
los elementos disruptores que son las patentes de software. Cualquier
restricción mayor es una injerencia excesiva del Estado en el
funcionamiento del mercado, garantizando patentes (monopolios
artificiales) que en el caso del software desequilibran el campo
de juego en vez de nivelarlo, y sofocan la innovación en lugar
de promocionarla.
Por esta razón, y por todas las anteriores, creo
un deber ciudadano y un acto de auto-preservación el apoyo a la
Petición
por una Europa libre de patentes de software. Anímense, cuesta
el mismo trabajo que registrarse en cualquier otro sitio, y hará
su futuro mucho más feliz. Garantizado.
Javier Candeira
es el representante en España de la Alianza Eurolinux, organización
sin ánimo de lucro que promueve la 'Petición
por una Europa libre de patentes de software'. El grupo Barrapunto,
al que pertenece Candeira, es uno de los patrocinadores de esta
iniciativa de la Alianza Eurolinux.
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