NUEVA YORK.-
Internet se ha convertido en el lugar de trabajo preferido de los timadores que hasta hace bien poco acudían a las estaciones de tren buscando al provinciano recién llegado a la ciudad con la cartera repleta de dinero para darle el timo de la estampita. Y pese a la mayor formación de laspersonas que navegan habitualment epor la Red, los fraudes son casi tan comunes como en las películas Tony Leblanc o Antonio Ozores.
Para evitar sustos, el gobierno estadounidense
ha advertido a los internautas que la Red está llena de
aprovechadores, de delincuentes que utilizan el anonimato y su
astucia para vivir sin trabajar...y robar todo el dinero que pueden
a los indefensos e ingenuos navegantes.
A pesar de las suspicacias que levanta el comercio
electrónico todavía hay gente que puja por objetos
en subastas de cosas que nunca llegan a las manos de su comprador,
que compran a precio de ganga en los hoteles mejores del mundo
o que pagan dinero por recibir libros y cintas de cassette en
los que les prometen que se harán millonarios mañana
mismo.
La mayoría de los robos en Internet utilizan
el anonimato y las dificultades para perseguir a sus autores para
cargar dinero a las tarjetas de crédito que luego es difícil
de recuperar o para cobrar por servicios telefónicos que
el cliente timado debe pagar a precios de oro. "nternet ha
cambiado la forma en la que los consummidores reciben información,
compran y hacen negocios. Y obligatoriamente ha cambiado la forma
en la que actúan los delincuentes que quieren aprovecharse
de la ingenuidad de las personas", ha declarado Jodie Bernstein,
la directora del departamento de protección al consumidor
de la Comisión Federal de Comercio.
Esta oficina ofrece
información en el portal sobre los timos más
habituales en la Red, un hit parade de los robos más corrientes
en los que los estadounidenses suelen caer, a pesar de las repetidas
advertencias de las autoridades.
Las subastas ocupan la primera plaza y los
internautas norteamericanos siguen cayendo una y otra vez en la
trampa de portales de la Red que ofrecen artículos que
nunca llegan una vez que se han pagado previamente.
El cargo de dinero en las tarjetas de crédito
por compras que nunca se han hecho y por servicios que no se han
contratado es el segundo de los timos más habituales. Por
eso, el gobierno recomienda que antes de entregar el número
de tarjeta de crédito es necesario saber quién lo
recibe y si el web es de fiar y tiene las medidas de seguridad
adecuadas para garantizar la privacidad necesaria para comprar
en la Red.
Otro de los timos habituales es ofrecer productos
a unos precios de ganga que, al final, siempre salen caros.
Especialmente cuando nadie lee la letra pequeña y las gangas
están acompañadas de cambios obligatorios y a precios
muy elevados de los servicios de los proveedores de acceso al
Internet o de la compañía telefónica y hasta
del cable de la televisión. Y a la hora de reclamar es
imposible encontrar a muchas compañías cuyos teléfonos
no contestan, cuyas direcciones son apartados de correos y que
tienen su origen al otro lado del mundo, donde la Justicia estadounidense
no puede llegar.
La publicación de "Top 10 Dot Cons" (Operación
contra las 10 principales estafas cibernéticas) es una inciativa
creada por organismos policiales de protección al consumidor de
Australia, Canadá, Finlandia Alemania, Irlanda, Nueva Zelanda,
Noruega, Gran Bretaña y Estados Unidos, reunidos en Washington
estos días.