FELIPE CUNA
Especial para elmundo.es
NUEVA YORK.-
Un joven del barrio de Brooklyn, en Nueva York, que
abandonó la escuela sin graduarse, ha sido detenido por la
policía neoyorquina por robar millones de dólares a través
de Internet a algunos de los hombres y mujeres más ricos
de Estados Unidos.
Abraham Abdallah, de 32 años, utilizó los ordenadores de
una biblioteca pública de Brooklyn para lograr los números de las tarjetas de crédito, los datos personales, direcciones,
números de la Seguridad Social (el equivalente del DNI
español), los teléfonos privados, los números de los
móviles, las cuentas bancarias y las de las inversiones en
la Bolsa de populares ejecutivos de las mayores firmas de
Estados Unidos.
La policía cree que Abdallah ha obtenido millones de
dólares de sus víctimas, entre las que se encontraban el
financiero Warren Buffett; el director de cine
Steven Spielberg; Ted Turner, el fundador de la CNN;
Michael Eisner, el presidente de la Disney; el millonario
y ex candidato presidencial Ross Perot; George Soros;
Michael Bloomberg, el consejero delegado de Bloomberg
News; el productor musical David Geffen; la famosa
periodista Oprah Winfrey y la también muy conocida
personalidad del mundo de la cocina, el bricolaje y la
decoración Martha Stewart.
Según el diario The New York Post , que hoy publica la
información en su página web, las
autoridades policiales neoyorquinas creen que el detenido
es el autor del mayor robo de información confidencial que
se ha cometido hasta ahora en la Red.
«Es el mejor que me he encontrado», declara al Post
Michael Fabozzi, el detective jefe de la unidad de
investigaciones cibernéticas encargado de la Operation CEO
(Operación Consejero Delegado).
Abdallah trabaja de limpia mesas de un restaurante de
Brooklyn y en sus ratos libres se pasaba por una
biblioteca de su barrio y entraba libremente en la Red
para hacer de Spielberg o ver cómo le iban los negocios a
Perot.
Para elaborar la lista de sus objetivos, se
compró el pasado año el número de la revista económica
Forbes dedicada a los 400 hombres y mujeres más ricos de
Estados Unidos y comenzó a hacerse pasar por algunos de
ellos, a transferir dinero de sus cuentas a su propia
cartilla bancaria y a obtener algunos de sus mejor guardados
secretos.
Abdallah dejó tranquilo a Bill Gates, el hombre que ocupa
la primera posición de los millonarios de la lista de
Forbes. Quizás porque como él, Gates nunca terminó sus
estudios universitarios y se dedicó a fundar Microsoft.
El segundo hombre en la lista era Buffett, uno de los más
prestigiosos inversores de la Bolsa neoyorquina, y que se
convirtió en una de las víctimas de este estudiante
frustado.
El robo de la identidad bancaria de estas personas es
extraordinario porque muchos de ellos son presidentes y
fundadores de grandes empresas, consejeros delegados de
firmas de tecnología y actores y directores de gran fama
cuyos secretos bancarios y personales deberían estar fuera
del alcance de piratas y estafadores.
Abdallah logró las cuentas de las inversiones de sus
víctimas en firmas tan prestigiosas de Nueva York como
Goldman Sachs y Bear Stearns.
Sin embargo, el delincuente no tuvo problemas en sortear
cualquier tipo de medida de seguridad que las cuentas de
Eisner, Spielberg, el también director cinematográico
George Lucas, de Carl Icahn y se dedicó a transferir
fondos a su propia cartilla de ahorro.
La operación fue desarticulada por la policía cuando la
ambición pudo con Abdallah. Según el Post, una
transferencia de 10 millones de dólares que intentó en la
cuenta personal de Thomas Siebel, el presidente de Siebel
Systems, dejó un descubierto que provocó una
investigación inicial por parte de Merryl Lynch, el banco
de inversión neoyorquino que fue uno de los objetivos
preferidos del ladrón. La firma bursátil descubrió que
cinco de sus clientes también habían sido burlados y puso
a la policía neoyorquina sobre la pista del delincuente. Ahora, será la justicia quien hable.