OLALLA CERNUDA
MADRID.-
Seguro que alguna vez se ha desgañitado delante de su ordenador cuando se ha colgado justo antes de guardar el documento en el que lleva horas trabajando. Por no hablar de los improperios que habrá lanzado cuando algo no sale según lo previsto. Las leyes de Murphy son constantes en el trabajo con los ordenadores, pero no lo es tanto la nueva epidemia del Tercer Milenio: los malos tratos a los ordenadores.
Estos cacharros con los que nos hemos acostumbrado a vivir, también tienen su corazoncito. Y sufren en silencio, porque según una encuesta, uno de cada cuatro ordenadores ha sido físicamente agredido por su propietario.
Para determinar el grado de maltrato de los ordenadores, la compañía británica Novatech decidió realizar una encuesta entre sus clientes. Las respuestas fueron sorprendentes: de los 4.200 entrevistados, el 25% reconocía pagar sus malos humos contra el ordenador, además de culpar, en su gran mayoría, al ordenador de todos sus despistes.
Unos malos tratos que traen de cabeza a los responsables de mantenimiento informático de empresas estadounidenses y británicas, que ya no saben cómo decir a los trabajadores que no paguen con su ordenador los disgustos.
Según la compañía, la agresión más común es "palmotear agresivamente el lateral del monitor o la caja del disco duro". Lo que no sabe el usuario es que este tipo de actuaciones puede dañar el funcionamiento del disco, puesto que no puede recibir movimientos bruscos cuando está en funcionamiento.
Los peores usuarios son los que tienden a echar las culpas de todo lo que les ocurre al ordenador. Y si no se puede... falsificar pruebas. Así, son muchos de los encuestados los que han reconocido que han "destruido archivos vitales para el funcionamiento del PC para que no se pudiera ver su caché repleto de sitios pornográficos, o mensajes de correo 'políticament eincorrectos".
Ante usuarios como éstos, a los ordenadores sólo les queda resignarse. O instar a los fabricantes a que les hagan cajas y monitores más resistentes.