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 Martes, 08 de Febrero de 2005 Diario del Navegante | Ariadna 
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ENTREVISTAS
 
     
 

EL PADRE DEL 'CIBERPUNK'
William Gibson: “El futuro ya no existe”

El escritor se acerca a la convulsa realidad contemporánea en su nueva novela, “Pattern Recognition”

JOSÉ LUIS DE VICENTE
Especial para elmundo.es

BARCELONA.-
Pasará a la historia por haber sido el primero en formular el término “ciberespacio”, pero el legado de William Gibson en nuestra cultura es mucho mas penetrante. En 1984, su clásica novela “Neuromante” definió la iconografía de la ciencia ficción moderna, anticipando un futuro intrigantemente familiar en el que por primera vez se planteaba que buena parte de nuestras vidas cotidianas transcurriría en el espacio inmaterial de la Red. Siete libros más tarde, el escritor visionario más influyente de los últimos veinte años no puede escapar al presente.

En su nueva novela, “Pattern Recognition” (Reconocimiento de Patrones), Gibson explora el estado de paranoia de su país a través de la hija de una victima del atentado de las torres Gemelas, que persigue por Internet pedazos de una misteriosa filmación de origen desconocido. Con ocasión de su presencia en el festival barcelonés de la literatura Kosmopolis, en el que pronunció una conferencia sobre sus orígenes como escritor titulada “código fuente”, Gibson conversó con el Diario del Navegante sobre el futuro y el presente de la Red y de su escritura.

DIARIO DEL NAVEGANTE: Desde su anterior libro han sucedido acontecimientos especialmente trascendentes que juegan un papel importante en su nueva novela, Pattern Recognition. ¿Fue el impacto de estos hechos lo que le animó a escribir su primer libro situado en el presente?

WILLIAM GIBSON: En mis últimos tres libros tenía la sensación de estar construyendo más un presente alternativo que un futuro imaginario. Empecé a preguntarme si la realidad contemporánea podía proporcionarme el nivel de extrañeza suficiente para que hubiese una novela de William Gibson que no estuviese situada en el futuro. Cuando empecé a trabajar en ello, el tema central que estaba surgiendo era la globalización y el marketing. Entonces, los acontecimientos del 11-S tuvieron lugar. Hasta ese momento, la sensación que me provocaba el libro no era la de una novela de ciencia ficción; pero tras el 11-S, parecía de repente que el mundo entero se había convertido en el escenario de una novela de ciencia ficción…no tuve más elección que incorporar esto en el libro. Era septiembre de 2001, y yo estaba escribiendo una historia que transcurría en el verano de 2002, sobre una mujer que vivía en Nueva York. De repente, el background de mi personaje, su historia de fondo, había cambiado por completo. Y de repente, de alguna manera, el estado emocional del personaje tenia mucho más sentido para mi. Volví al comienzo y lo rescribí incorporando ese cambio histórico, y la novela completa cambió.

DN: ¿No le resultó extraño tener que trabajar en su novela con acontecimientos cuyas consecuencias finales eran todavía imprevisibles? Lo que ocurriera cada día en las noticias de televisión podía obligarle a volver a cambiar el rumbo de la historia…

WG:Completamente. La ironía es que al principio pensaba que el problema que me planteaba este libro al situarlo en el presente era que estaba obligado a trabajar con un escenario muy previsible, sin demasiados cambios sobre la realidad. Y de repente, de un día para otro, ¡me encontré con que absolutamente cualquier cosa podía ocurrir! La ironía era haber intentado escapar de la ciencia ficción para, de repente, encontrarme en el mundo real con una situación de ciencia ficción más compleja que ninguna que hubiese imaginado antes.

DN: Es curiosa la sincronía de su libro con el polémico proyecto Total Information Awareness del Departamento de Defensa Americano, que pretende unir todas las bases de datos existentes para “reconocer patrones” en ellas, con el fin de evitar acciones terroristas antes de que ocurran.

WG: Mi intuición respecto a planes como estos es que funcionarán hasta cierto punto, pero en otros aspectos no lo harán. En algunos niveles no será posible por razones prácticas, y los usuarios de la Red cambiarán en respuesta a este sistema. Y la situación volverá a cambiar.

Lo que no me resulta creíble es que consigamos evitar que dejen de intentar hacer algo como esto. De hecho, una de las cosas que me hacen pensar que no será tan viable es que no tengan ningún interés en ocultarlo. Si fuera absolutamente factible llevarlo a cabo, y estuviesen seguros de que se puede hacer, no se lo dirían a nadie, porque perderían la ventaja. Creo que lo están anunciando para que la simple idea del concepto se convierta en el arma.

Hay un libro llamado “Networks and Netwars”, surgido del entorno del grupo de análisis Rand, que es la Biblia de todos los que trabajan en el pentágono que tienen menos de treinta años. Todo lo que los americanos han hecho desde el once de septiembre sigue paso por paso la doctrina de este libro. En esencia, la teoría de su autor es que cuando estás luchando contra una red distribuida como Al-Qaeda, la única estrategia útil es degradar la integridad de la Red a la que combates, pero sin llegar a destruirla. Porque si puedes degradar su integridad, pero mantenerla viva, lo que tienes es un imán que atraerá a todos los que tienen una tendencia afín a las creencias de esta Red, con lo que consigues saber quienes son y donde están. Si esto es así, Estados Unidos no querrá destruir Al-Qaeda, sino mantenerla viva, pero debilitada. Es una escuela de pensamiento muy maquiavélica…

Google, Weblogs, Ebay

DN: La idea de la Red como un sistema nervioso colectivo ha jugado un papel muy importante en su obra. En cierto sentido, este concepto ha acabado cristalizando en aplicaciones como Google...

WG: Dado que necesitaba investigar el mundo contemporáneo en este libro, mucho más que en cualquier otro que hubiese escrito, la novela en cierto sentido fue avanzando a golpes de buscador.. En vez de conformarme con imaginarme o inventarme qué aspecto tiene una esquina concreta de una calle de Tokio, que es lo que habría hecho antes, ahora decía, “no, vamos a enterarnos”. Cinco minutos después a veces conseguía estar mirando una fotografía de la calle. así que ahora puedo desarrollar esta especie de investigación en tiempo real, filtrada a través de las percepciones de otra gente.

DN: Otro fenómeno intrigante que ha cuajado en la Red en los últimos años son los “weblogs” o diarios online. ¿Le interesan estas formas de publicación? Parece un sistema de organizar la información especialmente adecuado para escritores. ¿Podría acabar convirtiéndose en un nuevo género literario?

WG: Si… De hecho voy a empezar mi propio weblog con ocasión del nuevo libro. Mi editor me lo sugirió y le dije que lo haría, pero si el contenido seguía siendo mío y cuando haya acabado con él, puedo quedarme lo que haya acabado siendo. Es algo muy interesante porque el modelo es tan desestructuralizado que es una oportunidad para desarrollar pequeñas ideas y fragmentos de escritura que no escribiría de otra manera.

DN: ¿Cuál prevé que va a ser la evolución de la Red y su impacto social en los próximos cinco, diez años?

WG: Bruce Sterling dijo -y creo que en cuestiones de futurología, una cita de Bruce Sterling de hace diez años vale más que una de William Gibson de este mismo mes- “y que pasa si esto no sirve en realidad para nada, si no tiene ninguna aplicación real en términos de negocio?” Eso seria lo mejor que puede pasar, porque entonces volvería a las manos de los artistas locos y los obsesos, y seria mucho más interesante y divertido. Quizás lo que vimos con la explosión de la burbuja punto com fue exactamente eso. Que la Red no funciona como modelo de negocio, pero todavía estará allí y evolucionará hacia lo que mejor podamos hacer con ello como sociedad. Con la excepción de Ebay, en términos de negocio no hay nada en la Red que me sirva para nada, mas allá de su función como paginas amarillas globales superrápidas. Siempre pienso en Ebay como una de las cosas más interesantes que han pasado en la Web, aunque quizás es porque me gustan los mercadillos.

DN: Sus novelas anteriores formaban dos ciclos de tres novelas. ¿Es”Pattern Recognition” el comienzo de una nueva dirección en su escritura?

WG: En cierto sentido pretende ser como una “recalibración” de mi maquinaria de escritor. Tengo que tomar algún tipo de medición del estado del presente, para decidir a dónde voy desde aquí. El nivel general de perversión futurista en el mundo es tan alto hoy en día, que creo que era esencial hacer algo en el presente para tener un punto de referencia desde el que trabajar.

Hay un personaje algo siniestro en el libro que es una especia de ejecutivo publicitario sofisticado que afirma que actualmente no existe el futuro, en el sentido en que nuestros abuelos o nuestros padres tenían un sentido del presente y del futuro. Ellos contaban con el lujo de vivir en un presente que se estaba quieto el tiempo suficiente para que pudiesen pensar, “estamos aquí, y el futuro esta más allá, y nos podemos imaginar como va a ser”. En la situación en la que estamos hoy no hay un presente, todo está cambiando todo el tiempo, y por lo tanto no hay manera de extrapolar un futuro.

En esa situación, no he decidido todavía qué es posible hacer con la ciencia ficción. Un amigo mío crítico habla de la ciencia ficción como una entidad histórica. Lo cual parece una manera educada de decir que está muerta, o que ya no puedes escribir ciencia ficción como se hacia en los cincuenta y sesenta, porque algo fundamental ha cambiado. Para mi es ese sentido de movimiento constante del presente.

DN: Los escritores de ciencia ficción han pasado de ser visionarios a analistas,¿Cuál puede acabar siendo la función de la Ciencia Ficción en la sociedad actual?

WG: Siempre habrá alguien que tenga la determinación necesaria para seguir haciendo “predicciones” dentro de la ciencia ficción, pero no se si el publico se lo tragará de la misma manera que hasta ahora. Hay demasiados factores en la ecuación actual que no conocemos, y vamos a vivir en un mundo en el que se superpongan simultáneamente varios escenarios posibles de ciencia ficción. Si nos olvidamos por completo del terrorismo internacional, y tomamos por ejemplo fenómenos como el calentamiento global, la globalización de la economía, y el SIDA…es demasiado para una sola novela de ciencia ficción. Ningún novelista de ciencia ficción querría tener que trabajar con esos tres escenarios en una única narrativa.

DN: ¿Y qué ha sido del proyecto de adaptación al cine de “Neuromante” que iba a realizar con el prestigioso director de video clips Chris Cunningham?

WG: Es una buena pregunta. No lo sé en realidad, pero puede que sepa un poco más en varias semanas, porque hace tiempo que no hablo con él. Estoy empezando a recibir pistas, principalmente a través de la Red, de que probablemente esta trabajando actualmente en otro proyecto, y por eso no he sabido nada de él desde hace tiempo. Es muy difícil comunicarse con él, pero tiene tanto talento..Su trabajo es increíble. Es la clase de persona que duerme debajo de su mesa, sobre una montaña de camisetas sucias, porque está trabajando y no le preocupa llevar una existencia normal.

El proyecto de la adaptación cinematográfica de Neuromante ha evolucionado en cierta manera como producto de nuestras dos personalidades. Que de hecho, creo que puede que sean demasiado similares, y quizás ahí está el problema. Nos parecemos demasiado y por eso parece que no va a ninguna parte pero, tengo el sentimiento de que algo acabará saliendo, de una manera u otra.

 
     
 
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