THEO JANSEN | BARCELONA
'Monstruos' en ArtFutura
ELMUNDO.ES
MADRID.-
Inmensos insectos o esqueletos de dinosaurios con vida se desplazan por la playa a merced de la brisa. El festival de arte avanzado ArtFutura se rinde en esta edición ante la impactante obra del artista holandés Theo Jansen, cuya trayectoria arranca en la década de los 70 y que ha visto reconocido su talento de manera especial este año, con el premio especial del jurado en Ars Electronica. Sus enormes esculturas móviles son la unión perfecta y sostenible entre naturaleza y tecnología avanzada.
Con materiales de la era industrial y tecnológica, tales como tubos de plástico flexibles, cinta adhesiva y los cálculos de un ordenador, Jansen crea las 'Straanbest' (bestias de la playa), impresionantes esculturas móviles que no necesitan motores para trasladarse. De hecho, la tecnología auténticamente avanzada está en su diseño: se mueven gracias a la fuerza del viento y a la arena mojada que encuentran en su hábitat de la costa holandesa. Y es que se trata de un trabajo que cobra especial importancia en estos momentos, cuando "la convivencia entre la técnica y la naturaleza en pos de la sostenibilidad es una prioridad urgente", afirma la organización de ArtFutura. Estas obras de Jansen encierran un esfuerzo de comprensión de la evolución biológica, y el sueño del artista es que algún día aprendan a adaptarse sin su intervención y continúen sus vidas como cualquier otro organismo, sometidas a los ciclos de la naturaleza.
Evolución Las criaturas de Jansen comienzan su gestación como una simulación en el ordenador, en forma de organismos de vida artificial que compiten entre sí por ser los más veloces. Jansen studia las criaturas vencedoras y las reconstruye tridimensionalmente con tubos flexibles y ligeros, hilos de nylon y cinta adhesiva. Aquellas que se desplazan más eficazmente donarán su 'ADN' (la longitud y disposición de los tubos que forman sus partes móviles) a las siguientes generaciones de 'Staandbest'. Algunas pueden incluso "tomar decisiones" con el fin de asegurar su supervivencia; el 'Animaris Sabulosa', por ejemplo, hunde su nariz en la arena para anclarse si detecta que el viento es demasiado fuerte para permanecer en pie.
El futuro Jansen trabaja ya en la séptima generación de criaturas de la playa. Sus últimas piezas pueden incluso transportar pasajeros en su interior —el 'Animaris Rhinoceros', un gigante de dos toneladas de peso que puede ser movido por sólo una persona— y llegar hasta donde no haya viento ni arena, gracias a un ingenioso sistema de impulsión basado en aire comprimido almacenado en botellas de refrescos. En el futuro, el artista holandés prevé que sus creaciones se volverán cada vez más sofisticadas: desarrollarán músculos, un sistema nervioso, y "algún tipo de cerebro que les permita tomar decisiones complejas". Y un día, anhela, sus criaturas no le necesitarán para seguir evolucionando. Manadas completas en las playas competirán por ser las más veloces y estables, y transmitirán de manera autónoma su ADN a las siguientes generaciones, integradas ya por completo en su ecosistema.
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